Estados Unidos y Rusia inician negociaciones sobre la guerra en Ucrania sin la participación de Kiev ni Europa

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, lideran las primeras negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania - REUTERS/ EVELYN HOCKSTEIN
Zelensky afirma que “no reconocerá ningún acuerdo” que excluya a Ucrania
  1. Las exigencias de Putin y los intereses de Trump en Ucrania
  2. Riad reitera que cualquier acuerdo con Israel estará condicionado a la creación de un Estado palestino

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está redefiniendo el enfoque tradicional para abordar los principales conflictos internacionales. Por un lado, propone negociaciones -excluyendo Kiev- para poner fin a la guerra en Ucrania mediante posibles concesiones a Rusia; por otro, plantea la reubicación de la población de Gaza a los países vecinos para hacerse con el control del enclave palestino. 

Ambas guerras, claves durante la campaña electoral, ocupan un lugar central en la agenda del secretario de Estado, Marco Rubio, durante su viaje por Oriente Medio. Tras visitar Israel, Rubio se encuentra ahora en Arabia Saudí, donde se ha reunido con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, y con el príncipe heredero, Mohamed bin Salman.

No obstante, lo más destacado del viaje de Rubio a Riad es su encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. En la capital saudí, Washington y Moscú iniciaron su primera reunión de alto nivel en más de tres años con el objetivo de normalizar las relaciones bilaterales y sentar las bases para negociar el fin de la guerra en Ucrania.

Militares ucranianos de la 211ª Brigada de Puentes de Pontones de las Fuerzas Armadas de Ucrania colocan alambre de púas como parte de un nuevo sistema de fortificación, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en la región de Kharkiv, Ucrania, el 14 de febrero de 2025 - REUTERS/ SOFIIA GATILOVA

Esta es la primera reunión “cara a cara” entre un ministro de Exteriores ruso y un secretario de Estado estadounidense desde el encuentro que Lavrov tuvo con Antony Blinken en enero de 2022, un mes antes del inicio de la invasión rusa de Ucrania.

Este encuentro, a pocos días del tercer aniversario del comienzo de la guerra en Ucrania, también tiene como fin preparar una cumbre en Riad entre el presidente Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin.

La delegación estadounidense está compuesta por Rubio, el enviado especial de Washington para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, mientras que Lavrov está acompañado por Yuri Ushakov, asesor del Kremlin para Asuntos Internacionales.

Antes del comienzo de la reunión, Kiril Dmitriev, miembro de la delegación rusa, ha señalado a medios estatales que Moscú "espera un debate y un diálogo positivo”. Además de la guerra en Ucrania, Dmitriev considera que “encontrar vías económicas conjuntas y soluciones positivas a los problemas es extremadamente importante, especialmente para Estados Unidos y para muchos otros países que empiezan a comprender que el mercado ruso es extremadamente atractivo y que es necesario estar presente en él”. 

Por otro lado, Lavrov señaló antes de viajar a Riad que “no veía ninguna razón para que los europeos participaran” en las negociaciones sobre Ucrania, acusándolos de querer “continuar la guerra”. Las potencias europeas, excluidas de las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, se reunieron antes en París con el fin de acordar una respuesta común para asegurar la estabilidad de Europa.

Tanto los líderes del continente como el Gobierno ucraniano han expresado su rechazo a las negociaciones sobre la guerra por no contar con su participación. De hecho, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, aseguró que Kiev “no reconocerá ningún acuerdo” que se alcance sin su participación.

En este sentido, el líder ucraniano también instó a los europeos a “actuar” para evitar un acuerdo "a espaldas” de Ucrania y de Europa, y propuso crear unas “fuerzas armadas de Europa”.

Sin embargo, Rubio señaló antes de su encuentro con Lavrov que el proceso hacia la paz “no es cuestión de una reunión”, asegurando que cuando empiecen las “verdaderas negociaciones", Ucrania debería “estar implicada”. También el Kremlin declaró hace unos días que, si se produjeran conversaciones sobre el futuro de Ucrania, Kiev participaría "de una forma u otra”.

El presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin en una reunión bilateral en la cumbre del G20 en Osaka en junio de 2019 - REUTERS/ KEVIN LAMARQUE

Las exigencias de Putin y los intereses de Trump en Ucrania

Para poner fin a la guerra, Moscú exige que Ucrania ceda cuatro regiones del este y sur de su territorio, así como la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, y que renuncie a su aspiración de unirse a la OTAN, condiciones que Kiev ha rechazado de manera rotunda en varias ocasiones. 

Putin también quiere que Washington se comprometa a que ningún país de la antigua Unión Soviética entre en la OTAN. En este punto, Moscú también pide que la alianza militar retire sus tropas y armamento de los Estados que se adhirieron a ella después de mayo de 1997, lo que incluye a los países bálticos, Polonia -fronterizos con Rusia-, Rumania y Bulgaria.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se reúne con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, en Riad - REUTERS/ EVELYN HOCKSTEIN

Por su parte, Estados Unidos mira con especial interés los recursos naturales de Ucrania. Se estima que Ucrania alberga las mayores reservas de titanio de Europa, un material clave para las industrias aeroespacial, médica y automovilística. Además, cuenta con las mayores reservas europeas de litio, fundamentales para la fabricación de baterías, cerámica y vidrio.

Trump ha planteado que Ucrania proporcione a Estados Unidos metales de tierras raras por valor de 500.000 millones de dólares como pago por la ayuda militar de Washington durante los años de guerra. No obstante, Zelensky ha rechazado este plan y trata de llegar a un mejor acuerdo

Riad reitera que cualquier acuerdo con Israel estará condicionado a la creación de un Estado palestino

Además de la guerra en Ucrania, el viaje de Rubio a Arabia Saudí también ha servido para abordar el día después de Gaza tras la guerra y la liberación de los rehenes israelíes que aún están en manos de Hamás.

El Reino saudí, uno de los principales aliados de Washington en el Oriente Medio, ha expresado su rotundo rechazo al plan anunciado por Trump para Gaza, condicionando cualquier acuerdo de normalización con Israel a la creación de un Estado palestino soberano en Gaza y Cisjordania.

Edificios destruidos durante la ofensiva israelí, en medio de un alto el fuego entre Israel y Hamas, en  Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza - REUTERS/ MAHMOUD ISSA

Durante su primer mandato, Trump impulsó los esfuerzos para establecer vínculos diplomáticos entre Arabia Saudí e Israel. La Administración de Joe Biden continuó con estos esfuerzos, aunque la guerra en Gaza ha dificultado esta normalización. De hecho, uno de los principales motivos por los que Hamás lanzó el ataque del 7 de octubre de 2023, que marcó el inicio del conflicto, fue frustrar cualquier posible acuerdo de paz entre Jerusalén y Riad.