Irán adquiere aviones de combate rusos Sukhoi-35
La República Islámica de Irán continúa intensificando su alianza militar con Rusia adquiriendo aviones de combate Sukhoi-35. Así lo ha anunciado un alto oficial de la Guardia Revolucionaria, Ali Shadmani, quien ha explicado que esta compra reforzará las capacidades militares de Irán. Además, Shadmani ha asegurado en un medio afiliado al régimen que “la producción de equipo militar también se ha acelerado”.
Tras anunciar esta adquisición, Shadmani ha aprovechado para lanzar una amenaza a su principal enemigo regional, Israel. “Si el enemigo actúa de forma estúpida, probará el amargo sabor de ser alcanzado por nuestros misiles, y ninguno de sus intereses en los territorios ocupados permanecerá a salvo”, advirtió Shadmani.
La compra de estos aviones se produce poco después de que Irán y Rusia firmasen una asociación estratégica integral que, aunque no menciona específicamente transferencias de armas, establece que ambos países fortalecerán su cooperación técnico-militar.
Es la primera vez que un funcionario iraní confirma la adquisición de aviones rusos Su-35. No obstante, Shadmani no precisó la cantidad de aeronaves adquiridas ni si ya han sido entregadas a Irán.
Teherán anunció su intención de adquirir aviones de combate rusos Su-35 en 2022. Desde entonces, varios funcionarios iraníes afirmaron en distintas ocasiones que Moscú vendería estos aviones a Irán, pero dichas declaraciones nunca se materializaron. Un año después, en noviembre de 2023, los medios estatales del régimen aseguraron que Teherán había ultimado los arreglos para comprar aviones de combate rusos.
La Fuerza Aérea iraní dispone únicamente de unas pocas docenas de aviones de ataque, entre los que se incluyen aeronaves rusas y modelos estadounidenses obsoletos adquiridos antes de la Revolución Islámica de 1979. Por el contrario, el régimen iraní ha priorizado el desarrollo de drones y misiles.
De hecho, Irán ha suministrado cientos de drones a Rusia, los cuales se han utilizado para atacar la infraestructura militar y civil de Ucrania. Moscú niega que sus fuerzas empleen drones de fabricación iraní en Ucrania, aunque estas armas han sido derribadas en varios puntos del país.
Además de los aviones de combate, Irán también ha mostrado interés en adquirir otras tecnologías militares avanzadas de Rusia, como el S-400, un sistema móvil de misiles tierra-aire.
En octubre, los ataques aéreos israelíes en respuesta a un ataque anterior iraní contra el Estado judío destruyeron los tres últimos sistemas de misiles antiaéreos S-300 suministrados por Rusia. Estos sistemas, que eran los últimos en el arsenal de la República Islámica, habían quedado reducidos después de que uno de ellos fuera destruido en un ataque similar en abril, también llevado a cabo por Israel.
Aunque las autoridades iraníes siempre han destacado las capacidades propias de su país, los ataques iraníes limitados contra Israel y la contundente respuesta israelí pusieron de manifiesto las grandes diferencias entre ambas fuerzas.
El pasado mes de octubre, Irán lanzó alrededor de 200 misiles balísticos hacia Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea israelíes. Las fuerzas estadounidenses desplegadas en la región y Jordania también contribuyeron a la interceptación de los misiles. Este ataque reveló las grandes limitaciones de las capacidades militares de Irán, afectando la reputación de Teherán a nivel regional. Además, tras este ataque, sus aliados, como Hezbolá o el régimen sirio, sufrieron importantes derrotas, debilitando el llamado “Eje de Resistencia”.