Irán inicia en España una gira para salvar el acuerdo nuclear
La ministra de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, recibió el jueves a su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, para celebrar consultas políticas entre ambos países en un encuentro en el que también han repasado las relaciones bilaterales, incluidas las relaciones económicas.
Según ha informado Exteriores en un comunicado, la titular del ramo ha subrayado durante la reunión “la importancia de que las conversaciones que se desarrollan en Viena sobre el retorno de Estados Unidos al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPoA, por sus siglas en inglés) concluyan con éxito” y, en este sentido, ha pedido a Irán un esfuerzo.
También le ha trasladado que España, al igual que la Unión Europea, considera que el acuerdo es “un instrumento clave de la arquitectura de no proliferación” y, por ello, ha instado a Irán “al retorno al pleno y efectivo cumplimiento de sus obligaciones en materia nuclear”.
La ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, instó a su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, a que su país retorne al "pleno y efectivo" cumplimiento de sus obligaciones en materia nuclear, y también le alentó a utilizar su influencia de "manera constructiva" para favorecer las soluciones políticas y la estabilidad regional.
Después de la capital española, Zarif se dirigirá a Bruselas, donde se reunirá con sus homólogos francés, alemán y británico: entonces habrá realizado la gira de las cinco potencias que, además de Estados Unidos, habían firmado con Irán el texto de 2015.
El ministro iraní mostró un cauto optimismo sobre las posibilidades de salvar este histórico acuerdo, que preveía el levantamiento de las sanciones que afectaban a su país a cambio de un compromiso de no adquirir armas nucleares.
Desde que Estados Unidos abandonó el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) la tensión con Irán no ha hecho otra cosa que aumentar. A esa acción orquestada por el entonces presidente Donald Trump, le siguieron una gran cantidad de acciones – como el enriquecimiento de uranio por parte de Irán – que han derivado en una situación muy compleja y por la que ahora deben sentarse a negociar y acercar posturas para alcanzar un acuerdo. No obstante, hasta el momento ninguna de las partes ha mostrado la más mínima intención de dar su brazo a torcer. Ni Irán respeta el acuerdo firmado en 2015, ni Estados Unidos ha levantado las sanciones impuestas.
El papel de la Unión Europea se antoja esencial en esta negociación como actor mediador entre las partes. La preocupación desde Bruselas por alcanzar un nuevo acuerdo y, sobre todo, que pueda tener un importante recorrido en el futuro, es máxima. Consideran un escalón fundamental de la estabilidad mundial el regreso al JCPOA o, en su defecto, la creación de un nuevo tratado.
Uno de los motivos por los que desde Irán pretenden acelerar esas negociaciones es la convocatoria de elecciones para el próximo mes de junio en Teherán. Alcanzar un acuerdo antes de que se celebren los comicios impulsaría al actual Gobierno de cara a la reelección. Se espera que los contactos continúen durante las próximas fechas de cara a lograr el objetivo de reestablecer la estabilidad entre los países del Plan de Acción Integral Conjunto, pero también la de todo el mundo, que mira de reojo todo lo que está sucediendo durante los últimos días en Oriente Medio.
A pesar de los diferentes periodos de sanciones impuesto a Irán a lo largo de la historia, las empresas españolas no han dejado de operar en este país siendo su presencia significativa. Tras el levantamiento de sanciones multilaterales en 2016, los flujos comerciales entre España e Irán recuperaron la tendencia tradicional que presentaban antes del embargo multilateral contra Irán, presentando una balanza comercial deficitaria debido a las fuertes importaciones españolas de crudo iraní. La reimposición de las sanciones americanas contra Irán ha afectado, una vez más, el volumen del comercio bilateral.
El regreso parcial de Irán a la economía mundial tras el acuerdo nuclear de julio de 2015 creó una condición notable para la inserción empresarial. Las razones del desarrollo de las relaciones económicas con Irán pueden justificarse por la resistencia de su economía y las empresas productoras frente a las crisis. Con una población de 84 millones de habitantes con capital humano joven, ha hecho posible diversificar su estructura productiva y alejarse de la excesiva dependencia de los ingresos petroleros, según The Diplomat. Las producciones agrícolas y manufactureras iraníes han compensado una parte del brutal descenso de las exportaciones de petróleo y han garantizado la importación de materiales de Europa y España. A pesar de los obstáculos, la transición sectorial en curso de Irán le permite demandar una variedad de bienes intermedios y nuevas tecnologías.
En el año 2020, el valor de las exportaciones españolas a Irán ascendió a 206 millones de euros (-9% en comparación con el año anterior), mientras nuestras compras ascendieron a 64 millones de euros (-31% en comparación con 2019). En cuanto al desglose por productos exportados, presentado por el ICEX, el valor de las exportaciones españolas a Irán alcanzó a 40 millones de euros (+ 49 % en comparación con el mismo periodo del año anterior) y las importaciones españolas de este país se sitúan en 15 millones de euros (- 18% en comparación con el mismo periodo de 2020).
Las relaciones entre Irán y España están en función de las relaciones entre Irán y la UE y, por tanto, a pesar de altibajos ha mostrado continuidad a lo largo de los años. No hay duda de que el levantamiento de las sanciones por parte de la administración estadounidense apalancará los lazos económicos con Irán, pero tampoco hay que olvidar de que, mientras tanto, la UE está tratando de maniobrar sus propias estrategias a largo plazo.