Irán se pone en alerta ante el intento de desarme de Hezbolá en el Líbano
La República Islámica de Irán se ha puesto en alerta ante los intentos por desarmar a la milicia chií afín de Hezbolá en el Líbano.
Hay presiones políticas en el país libanés para proceder a desarmar a la milicia de Hezbolá. De hecho, Estados Unidos presionó al Gobierno libanés para proceder al desarme del grupo extremista señalado por ser un actor importante dentro del país orientado a extender la influencia e intromisión de Irán.
El Ejecutivo libanés ya encargó a las Fuerzas Armadas gestionar el control sobre el armamento existente, generando gran polémica porque Hezbolá, con un importante arsenal, actúa como un grupo independiente dentro de la nación en favor de sus intereses y de los de Irán, al tener un vínculo estrecho como representantes de la rama chií del islam.
Hezbolá es visto como un ente que sirve a los intereses políticos de Irán en el Líbano y Oriente Medio por extensión por su afinidad política y confesional, lo cual es negativo porque muchos analistas ven a la República Islámica como un agente internacional desestabilizador por su postura beligerante y de intromisión en los asuntos internos de diversos países a través de grupos chiíes afines, como es el caso de Hezbolá en el Líbano, u otros casos como el de las Fuerzas de Movilización Popular en Irak o los rebeldes hutíes en Yemen.
Ante las presiones por desarmar a Hezbolá, Irán ha respondido de manera directa con el envío al Líbano de Ali Larijani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán (el órgano decisorio en materia de defensa y política exterior y al que pertenecen los Pasdaran y la Guardia Revolucionaria), para entrevistarse con los principales dirigentes libaneses, entre ellos el presidente Joseph Aoun, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, y el primer ministro, Nawaf Salam, y proteger a Hezbolá de una intervención que pueda acabar con la capacidad de maniobra de la milicia extremista chií.
El emisario iraní fue enviado con la firme intención de alentar a la milicia chií a resistir y evitar un desarme que sería negativo para sus intereses e influencia en el Líbano. Así, Ali Larijani prometió apoyo a Hezbolá y al Líbano “en todas circunstancias”. Justo además en un momento de tensión importante por la intervención militar de Israel, enemigo acérrimo de Irán en la región, en la Franja de Gaza, contra otro grupo extremista como Hamás, y en el propio Líbano precisamente contra Hezbolá, que se opuso frontalmente a la ofensiva israelí en territorio palestino, que se inició tras los brutales atentados llevados a cabo por Hamás en suelo israelí el 7 de octubre de 2023.
Ante el debate creciente interno sobre el control de armas y la situación de Hezbolá, Irán quiere seguir ejerciendo influencia en el país libanés y la visita de Ali Larijani a Beirut ha sido prueba de ello.
A su llegada al Aeropuerto Rafik Hariri de Beirut, Ali Larijani indicó que “Irán siempre busca los intereses supremos del Líbano” y que “apoyará al querido pueblo libanés en toda circunstancia”.
Antes de la visita de Larijani al Líbano, Ali Akbar Velayati, asesor del ayatolá Ali Jamenei, dijo que la República Islámica “se opone a los esfuerzos para desarmar a Hezbolá” y que Teherán continúa apoyando la “resistencia” en el Líbano.
Las declaraciones de Velayati provocaron críticas en Beirut, y el ministro de Asuntos Exteriores libanés, Youssef Rjei, las catalogó como “una flagrante interferencia en nuestros asuntos internos e inaceptable bajo cualquier circunstancia”.
Mientras, el presidente libanés, Joseph Aoun, informó este miércoles a Ali Larijani que Beirut rechaza cualquier interferencia en sus asuntos internos de cualquier parte. Añadió en un comunicado: “Rechazamos cualquier interferencia en nuestros asuntos internos de cualquier partido… y queremos que el ámbito libanés permanezca seguro y estable en interés de todos los libaneses, sin discriminación”.