Israel ataca posiciones militares en el sur de Siria
Israel ha llevado a cabo varios ataques aéreos contra objetivos militares en Kiswah, al sur de Damasco, así como en la provincia sureña de Deraaa pocos días después de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, exigiese la desmilitarización completa del sur de Siria.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, ha confirmado estos ataques, advirtiendo que Israel “no permitirá que el sur de Siria se convierta en el sur del Líbano”. “Cualquier intento de las fuerzas del régimen sirio y de las organizaciones terroristas del país de establecerse en la zona de seguridad del sur de Siria será respondido con fuego”, añadió.
En un comunicado, el Ejército israelí señaló que el objetivo del ataque fueron posiciones militares en el sur de Siria, “incluidos centros de comando y múltiples sitios que contenían armas”.
“La presencia de fuerzas y activos militares en la parte sur de Siria supone una amenaza para los ciudadanos de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel seguirán operando para eliminar cualquier amenaza a los ciudadanos del Estado de Israel”, indica el comunicado.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que Israel llevó a cabo “una serie de ataques contra instalaciones militares en el campo de Damasco” que provocó al menos cuatro muertes.
Horas antes de los ataques israelíes, las autoridades sirias condenaron la incursión israelí en la zona de contención, exigiendo la retirada de sus fuerzas del territorio sirio. La declaración se emitió al cierre de una conferencia de diálogo nacional, que reunió a cientos de activistas y líderes sirios para planificar la transición política del país tras la caída del régimen de Bashar Al-Assad.
El nuevo gobierno de Damasco acusó a Israel de violar la soberanía de Siria y pidió a la comunidad internacional que presionara a Jerusalén para “para detener la agresión”.
Poco después de estos ataques, ciudadanos en Damasco y Homs han salido a las calles para protestar contra “las acciones israelíes en el sur de Siria y el intento de dividir el país”. Igualmente, tal y como recoge Ynet, los manifestantes pidieron al nuevo gobierno sirio bombardear Tel Aviv.
Tras la ofensiva rebelde siria liderada por el grupo islamista opositor Hayat Tahrir al-Sham, que el 8 de diciembre derrocó a Al-Assad, las fuerzas israelíes ingresaron en la zona de contención de las Naciones Unidas entre Israel y Siria. Desde entonces, las tropas han permanecido en el área, a pesar de las protestas del nuevo gobierno sirio y de la ONU, encargada de supervisar la zona desmilitarizada entre ambos países.
Asimismo, en las semanas posteriores a la caída del régimen sirio, la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo cientos de ataques contra depósitos de armas, laboratorios de armas químicas, bases navales e infraestructura militar siria, con el objetivo de evitar que el armamento cayera en manos de los rebeldes islamistas. No obstante, desde el inicio del año, los bombardeos israelíes en Siria han cesado en su mayoría.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las fuerzas israelíes han atacado Siria 16 veces este año. La mayoría de los ataques fueron llevados a cabo por la fuerza aérea y dos fueron ataques terrestres.
Antes de la caída de Al-Assad, Israel atacaba objetivos iraníes en Siria e interceptaba transferencias de armas destinadas a Hezbolá en el Líbano. Aunque la milicia chií libanesa y las fuerzas respaldadas por Teherán abandonaron Siria antes del colapso del régimen, Israel mantiene su desconfianza hacia los nuevos gobernantes del país. De hecho, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Gideon Sa'ar, los ha calificado como un “grupo terrorista yihadista e islamista”.
Por otro lado, el Ejército israelí también confirmó un ataque en el Líbano dirigido contra individuos que identificó como militantes de Hezbolá, quienes, según indicó, operaban en una instalación de producción y almacenamiento de armas. El Ministerio de Salud del Líbano, que no distingue entre civiles y combatientes, informó la muerte de dos personas.
Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza y aumentó las tensiones regionales, Israel ha estado combatiendo en múltiples frentes. Este ataque también provocó que Hezbolá comenzara a lanzar misiles y drones hacia el norte de Israel en solidaridad con Hamás. A pesar de que Israel y el Líbano firmaron un acuerdo de alto el fuego a finales de noviembre, Israel ha seguido atacando objetivos de Hezbolá en el país vecino.