Kamala Harris cuenta con suficientes apoyos para convertirse oficialmente en la candidata demócrata
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha alcanzado el apoyo de suficientes delegados como para garantizar su nominación en el Partido Demócrata como candidata a las elecciones presidenciales de noviembre.
No obstante, Harris no se convertiría oficialmente en la candidata presidencial de los demócratas hasta que los delegados voten formalmente en una votación nominal virtual que se espera concluya antes del 7 de agosto. Para ganar la nominación en la primera vuelta de la votación, un aspirante necesita el respaldo de al menos 1.976 delegados de un total de 4.000.
Según un recuento de Associated Press, Harris ha logrado el apoyo de más de los 1.976 delegados necesarios, incluyendo varias delegaciones estatales como las de Texas y su estado natal, California.
Después de que Joe Biden se retirase de la carrera presidencial y anunciase su “pleno apoyo” a su vicepresidenta, destacados funcionaros electos demócratas, líderes del partido y organizaciones políticas afines se posicionaron con Harris, quien podría convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos.
La campaña electoral, que ya cambió formalmente su nombre a “Harris for President”, ha experimentado un aumento de interés después de la retirada de Biden, con más de 28.000 nuevos voluntarios registrados desde que Harris asumiera el cargo.
Asimismo, la campaña electoral de Harris ha recibido 81 millones de dólares en las primeras 24 horas tras el apoyo de Biden -un récord de recaudación de fondos presidenciales- con contribuciones de más de 888.000 donantes.
Harris, exfiscal general de California y exsenadora, no es la primera vez que se presenta a la candidatura presidencial por el Partido Demócrata. Ya lo intentó en 2020, cuando ganó Biden, quien la eligió como vicepresidenta.
Harris se ha posicionado como una firme defensora del derecho al aborto, un tema que la ha acercado a los más jóvenes y a los demócratas más liberales. En caso de ser elegida formalmente, se espera que siga la política exterior de Biden en cuestiones como China, Irán y Ucrania, aunque podría adoptar un tono más duro con Israel en relación con la guerra de Gaza si encabeza la candidatura demócrata y gana las elecciones de noviembre.
Sus defensores sostienen que ella podría unir a los votantes demócratas, consolidar el apoyo de la población afroamericana y ser capaz de debatir contra el expresidente Donald Trump.
No obstante, tal y como informa POLITICO, a algunos demócratas le preocupa la candidatura de Harris, ya que las encuestas muestran que la vicepresidenta no obtiene mejores resultados que Biden frente a Trump.
Una encuesta de NBC News a principios de este mes mostró que Trump superaba a Biden -un 45% frente a un 43%- mientras que Trump aventajaba a Harris por un margen idéntico de dos puntos, 47% frente a un 45%
Por otro lado, el periódico estadounidense destaca que su fracaso durante la campaña presidencial de 2020 dejó entrever algunas dificultades para articular una ideología coherente o posiciones consistentes sobre las principales cuestiones, siendo la más notoria su postura contradictoria y en constante evolución sobre la atención médica.
Una vez en el cargo de vicepresidenta, la gestión de Harris ha sido cuestionada y se ha hablado de tensiones entre ella y el círculo cercano de Biden.
A pesar de los desafíos, sus partidarios esperan que Harris obtenga un fuerte apoyo de las mujeres y de los demócratas afroamericanos para su nominación presidencial, logrando unir el partido como hizo Biden en 2020.
Antes de las elecciones de mitad de período de 2022, Harris llevó a cabo una serie de campañas que perfeccionaron sus habilidades para hablar y lograron vincular la lucha por el derecho al aborto con la lucha más amplia por la libertad. Estos esfuerzos ayudaron a que el Partido Demócrata obtuviera mejores resultados de los esperados.