Oriente Medio ante el posible regreso de Trump a la Casa Blanca

Es probable que, en caso de ganar las elecciones, Trump mantenga la política exterior de su anterior mandato, aumentando las sanciones contra el régimen iraní y buscando extender la paz entre Israel y los países árabes, especialmente Arabia Saudí 
 
El candidato presidencial republicano y expresidente Donald J. Trump - REUTERS/BRIAN SNYDER
El candidato presidencial republicano y expresidente Donald J. Trump - REUTERS/BRIAN SNYDER
  1. Apoyo firme a Israel
  2. La esperada paz entre Arabia Saudí e Israel
  3. Aislar regionalmente a Irán

Hay una alta posibilidad de que el expresidente Donald Trump regrese a la Casa Blanca tras las elecciones presidenciales del próximo noviembre en Estados Unidos. Una de las principales cuestiones acerca de su posible regreso está relacionada con su política exterior, concretamente, en Oriente Medio. 

La situación en la región actualmente es muy distinta a la de hace años, cuando Trump gobernaba en Estados Unidos. De aquellos años se pueden destacar los Acuerdos de Abraham, su decisión de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén o la salida del acuerdo nuclear con la República Islámica de Irán, elevando las tensiones entre ambos países. 

Durante su campaña electoral, Trump ha hecho referencia a Oriente Medio en varias ocasiones. La última, durante su discurso en la Convención Nacional Republicana, donde exigió el regreso de los estadounidenses detenidos en la Franja de Gaza y prometió aumentar las sanciones contra el régimen iraní.

En su discurso, el candidato republicano lanzó una amenaza a Hamás, asegurando que si los rehenes estadounidenses no son liberados antes de su posible regreso a la Casa Blanca, el grupo terrorista “pagará un precio muy alto”. Durante el evento también invitó a subir al escenario a los padres de un ciudadano estadounidense secuestrado en Gaza, Omer Neutra. 

En este sentido, durante la guerra actual entre Israel y Hamás, Trump ha reiterado en varias ocasiones su apoyo a Israel, señalando que Jerusalén debería “hacer lo que tenga que hacer” en el enclave palestino. Asimismo, ha criticado a los manifestantes pro-palestinos en los campus universitarios estadounidenses y ha elegido como posible vicepresidente al senador de Ohio J.D. Vance, político afín a Israel.

Apoyo firme a Israel

Durante su mandato como presidente Trump desarrolló muy buenas relaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aunque posteriormente estos lazos se tensaron después de que el mandatario israelí felicitase a Joe Biden por su victoria en los comicios de 2020. 

No obstante, una posible vuelta de Trump a la presidencia podría beneficiar a Netanyahu y a su Gobierno en un momento en el que gran parte de la sociedad israelí ha expresado su rechazo al actual Ejecutivo y a su gestión de la guerra. La postura de Trump respecto a Irán también es muy similar a la de Jerusalén.

El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se dan la mano después del discurso de Trump en el Museo de Israel en Jerusalén el 23 de mayo de 2017 - REUTERS/ RONEN ZVULUN 
El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se dan la mano después del discurso de Trump en el Museo de Israel en Jerusalén el 23 de mayo de 2017 - REUTERS/ RONEN ZVULUN 

Además de abandonar el acuerdo nuclear de la época de Barack Obama, Trump también aumentó las sanciones contra Teherán y durante su mandato se aprobó el ataque que le costó la vida al líder de la Guardia Revolucionaria iraní, Qassem Solimani, considerado no solo la figura militar más poderosa de Irán, sino una de las más influyentes de la nación, solo superado por el ayatola Ali Jamenei.

Civiles palestinos se alejan de los distritos orientales de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, tras las órdenes de evacuación del ejército israelí el 22 de julio de 2024, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo terrorista  Hamás - AFP/BASHAR TALEB
Civiles palestinos se alejan de los distritos orientales de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, tras las órdenes de evacuación del ejército israelí el 22 de julio de 2024, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo terrorista  Hamás - AFP/BASHAR TALEB

La esperada paz entre Arabia Saudí e Israel

Además de dañar al principal enemigo de Israel, Trump también respaldó acuerdos históricos que marcaron un antes y un después en la región, como los famosos Acuerdos de Abraham que impulsaron la paz entre el Estado judío y varias naciones árabes.

Durante el año pasado, la Administración Biden redobló sus esfuerzos para impulsar la integración regional de Israel y lograr un acuerdo con Arabia Saudí, aunque el ataque de Hamás del 7 de octubre frustró momentáneamente la normalización entre Riad y Jerusalén.

Ceremonia de firma de los Acuerdos de Abraham, normalizando las relaciones entre Israel y algunos de sus vecinos de Oriente Medio, el 15 de septiembre de 2020 - REUTERS/ TOM BRENNER
Ceremonia de firma de los Acuerdos de Abraham, normalizando las relaciones entre Israel y algunos de sus vecinos de Oriente Medio, el 15 de septiembre de 2020 - REUTERS/ TOM BRENNER

Por ello, si Trump gana, se espera que trate de estimular los esfuerzos del gobierno anterior para forjar un acuerdo entre Israel y Arabia Saudí, algo que también reforzaría la influencia de Washington en Oriente Medio en un momento en el que otras potencias como China buscan hacerse un hueco en la región.

Los países del Golfo, una zona rica en combustibles fósiles, también podrían tener motivos para celebrar un segundo mandato de Trump. En este sentido, tal y como informa The News York Times, la Organización Trump firmó recientemente un acuerdo con una empresa inmobiliaria de Arabia Saudí para construir allí un rascacielos residencial, lo que consolida los estrechos vínculos del magnate estadounidense con el reino.

Esta imagen de archivo, muestra al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (izq.) y al rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz al-Saud (2do. a la der.), estrechándose la mano durante una reunión en Riad - AFP/ BANDAR AL-JALOUD / Palacio Real Saudí 
Esta imagen de archivo, muestra al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (izq.) y al rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz al-Saud (2do. a la der.), estrechándose la mano durante una reunión en Riad - AFP/ BANDAR AL-JALOUD / Palacio Real Saudí 

Asimismo, cabe destacar que el fondo soberano de Arabia Saudí es el principal inversor en la firma de inversiones que Jared Kushner, yerno de Trump, creó después de dejar su puesto como asesor de Trump en la Casa Blanca. “Otra importante fuente de nuevos ingresos para la familia Trump ha sido LIV Golf, una liga profesional respaldada por el fondo soberano”, añade el periódico estadounidense. 

Durante su mandato, Trump mantuvo una buena relación con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, e incluso eligió Riad como su primera visita al extranjero tras convertirse en presidente. No obstante, fuentes del Golfo destacan a The News York Times que “a menudo lamentan que no haya respondido con más firmeza a un ataque respaldado por Irán a los campos petrolíferos sauditas en 2019”.

Aislar regionalmente a Irán

Es probable que si gana las elecciones de noviembre, Trump endurezca su política exterior frente a Irán, incrementando aún más las sanciones basándose en el apoyo de Teherán a milicias armadas en Oriente Medio y a Rusia durante la guerra contra Ucrania.

El ayatolá Ali Jamenei, saludando a los miembros del parlamento iraní, en Teherán el 21 de julio de 2024 - AFP/ KHAMENEI.IR 
El ayatolá Ali Jamenei, saludando a los miembros del parlamento iraní, en Teherán el 21 de julio de 2024 - AFP/ KHAMENEI.IR 

Asimismo, con el objetivo de aislar al régimen iraní a nivel regional, también podría presionar a los países árabes para que no desarrollen sus relaciones con Teherán. Irak podría tener especial importancia en este punto dada su relación con la República Islámica y el papel de algunas facciones armadas iraquíes a fines a Teherán. 

Trump también tratará de que Estados Unidos recupere su influencia en la región frente a otros actores importantes como China y Rusia, naciones que han logrado desarrollar importantes relaciones en diversos ámbitos con los estados de la zona.