El Frente Polisario ataca posiciones marroquíes en Esmara

En un intento de escalar el conflicto con Marruecos, el Frente Polisario realizó varios ataques aéreos en la región de Esmara en el Sáhara marroquí. Cada vez más aislado políticamente, el Frente Polisario no consiguió más que reforzar las posturas marroquíes basadas en la búsqueda de una solución pacífica, subrayar la falta de acción de la Misión de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental (MINURSO), y dejar a Argelia en una difícil posición.
De cara al exterior, el Frente Polisario ha quedado en una posición de debilidad. A pesar de que según informaron fuentes del Frente indicaron que los lanzamientos de misiles fueron dirigidos contra bases militares marroquíes, la realidad es que el ataque supone una violación del espacio aéreo de Marruecos. Unos ataques que se producen por tercera vez en la región desde octubre de 2023.

Inmediatamente tras el ataque fallido, la MINURSO llevó a cabo el viernes por la noche una inspección en los sitios donde cayeron los cuatro misiles que golpearon cerca de la ciudad de Esmara, en las cercanías del cuartel de la MINURSO. Acompañaron a la misión miembros de las Fuerzas Armadas Reales. El propósito de esta visita fue preparar un informe completo para ser presentado al secretario general de la ONU, António Guterres, que incluyera información sobre una infracción del alto el fuego cometido por el Frente Polisario, así como identificar la clase de proyectiles utilizados y los puntos de explosión.
Para Hisham Moataded, experto en asuntos estratégicos de Marruecos, el ataque no puede suponer un cambio de rumbo en la política exterior con respecto al Sáhara Occidental. La visión pacífica de Marruecos con respecto a la solución del conflicto se basa en absorber los impactos sin verse arrastrado a confrontaciones abiertas, como busca Argelia, a través de su filial del Polisario.

Para Marruecos, el escenario más probable deber ser el fortalecimiento de sus capacidades defensivas en las “zonas calientes” a través de mejorar los sistemas de anticipación de ataques y de detección temprana. Pero en ninguna circunstancia las decisiones de Marruecos pueden basarse en la consecución de ataques selectivos que puedan interpretarse como una opción de guerra abierta entre el Frente Polisario (Argelia) y Marruecos, que pueda tirar por tierra los años de éxitos diplomáticos marroquíes.
Los profesionales en derecho internacional han señalado que la resistencia de Argelia a seguir el derecho internacional humanitario, especialmente en relación con la administración de los campamentos de Tinduf, así como su falta de cumplimiento con las sugerencias del Consejo de Derechos Humanos, podrían resultar en acusaciones claras de respaldo al terrorismo y poner al país en un enfrentamiento directo con la comunidad internacional.
Por todo ello, el ataque del Polisario a una región como Esmara, que se encuentra bajo soberanía marroquí es una muestra del intento del Frente por compensar su declive político y diplomático, ante el silencio de Argelia, que no mueve ficha en el conflicto.