Kiev y Járkov amanecieron bajo bombardeos rusos
El Kremlin lanzó ataques con misiles contra la capital, Kiev y la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, hiriendo a varias personas y destruyendo edificios residenciales y gasoductos en ambas ciudades, según informaron las autoridades ucranianas.
- Rusia no se ha debilitado como esperaba Estados Unidos
- Las elecciones norteamericanas, claves en el conflicto
Cinco personas murieron y 40 resultaron heridas en ataques rusos. Ucrania condenó los “nuevos actos de terrorismo” de Rusia y dijo que Moscú “quiere crear miedo diario entre sus ciudadanos”. Los recientes ataques rusos han buscado encontrar brechas en las defensas de Ucrania mediante el despliegue de múltiples misiles y drones para abrumar sus sistemas de defensa aérea.
El arsenal de armas de Ucrania también se ha agotado tras los bombardeos masivos que involucraron a más de 500 drones y misiles entre el 29 de diciembre y el 2 de enero, según funcionarios de Kiev.
Además, 7 personas resultaron heridas en los distritos de Solomyansk y Svyatoshyn de la capital, y varios apartamentos fueron incendiados en el ataque, tal y como confirmó el alcalde Vitaly Klitschko vía Telegram.
Serhii Popko, jefe de la junta de Kiev, y sus homólogos regionales dijeron en Telegram que los sistemas de defensa aérea repelieron el ataque con misiles rusos. Los edificios no residenciales en la región de Pechersk de la capital resultaron dañados, según las autoridades. Popko afirmaba en Telegram que varios coches se incendiaron en la localidad de Svyatoshyn, al oeste del centro de la capital.
“Escuchamos una fuerte explosión y nuestra casa tembló”, dijo el sheriff Irina Gerashchenko en Telegram. Testigos de Reuters dijeron que se escucharon varias explosiones en Kiev y sus alrededores, confirmando las palabras de Gerashchenko.
Igor Terehov, alcalde de Járkov, en el noreste de Ucrania, que su ciudad también había sido atacada por Rusia. “Están atacando Járkov de nuevo”, dijo en Telegram. La policía de la ciudad dijo que el ataque encendió una tubería de gas e hirió a niños, información que, Reuters no pudo verificar de forma independiente.
Rusia no se ha debilitado como esperaba Estados Unidos
Washington señala las pérdidas militares, sociales y económicas de Moscú entre las ganancias de la guerra. Sin embargo, las predicciones sobre el colapso del Ejército ruso no se han hecho realidad y parecen poco probables. Por el contrario, la guerra estimula la industria militar rusa de forma diferente a la anterior.
Por eso Moscú adopta una actitud complaciente, teniendo en cuenta que su “amigo” Trump podría ganar las elecciones presidenciales estadounidenses y bajo presión para cortar permanentemente los flujos de financiación estadounidense a la maquinaria bélica de Ucrania, el Kremlin está optando por una guerra de posiciones.
Ucrania es el principal perdedor del conflicto pues tendrá que ceder grandes extensiones de territorio a cambio de la paz y un proceso de integración a largo plazo en la Unión Europea.
Las elecciones norteamericanas, claves en el conflicto
La incertidumbre en Kiev se ha visto agravada por los últimos movimientos en el mundo electoral estadounidense, que han dejado al expresidente Donald Trump compitiendo por la presidencia estadounidense contra el actual invitado de la Casa Blanca, Joe Biden.
Fue Trump quien sospechó en 2019 que los miembros europeos de la OTAN se volverían dependientes de Estados Unidos, y la guerra en Ucrania lo confirmó.
Ahora Zelensky empezó a ver las orejas del lobo. Esto se debe a que está claro que a lo que Trump se refería en mayo de 2023 no era a un alto el fuego concertado en torno al Ejército ruso, sino al fin del apoyo militar a Kiev.
Por esta razón, este fin de semana, el jefe de Estado de Ucrania invitó al presidente Trump a Ucrania para discutir formas de poner fin a la guerra, recordando las palabras del presidente Trump. La idea de que el presidente Trump pueda tomar decisiones unilateralmente contra la voluntad de Ucrania preocupa a Zelensky.