Los líderes africanos buscan impulsar las inversiones chinas en el continente
Numerosos líderes africanos viajan esta semana a China con el objetivo de lograr fondos que permitan financiar grandes proyectos de infraestructura en el continente en medio de la creciente influencia de Pekín en África.
En la última década, el gigante asiático ha tratado de fortalecer sus relaciones con las naciones africanas, proporcionando millones en préstamos que han impulsado la infraestructura del continente. No obstante, estas acciones han creado polémica debido a las enormes deudas que enfrentan los países posteriormente. Asimismo, a través de reforzar estos lazos, China también se aprovecha de los ricos recursos naturales del continente, como el cobre, oro o litio.
Está previsto que el Foro China-África, que se desarrollará entre el 4 y el 6 de septiembre en Pekín, sea el mayor evento diplomático de este tipo desde la pandemia del coronavirus, con la participación de los líderes de grandes potencias del continente, como Sudáfrica, Nigeria o Kenia.
De acuerdo con datos recogidos por medios estatales chinos, el gigante asiático es ya el mayor socio comercial de África, con un valor del comercio bilateral que alcanzó los 167.800 millones de dólares en el primer semestre de este año.
Para China, el continente africano es un punto clave dentro de su Iniciativa de la Franja y la Ruta, un enorme proyecto de infraestructura y un pilar clave del presidente Xi Jinping, cuyo objetivo es expandir la influencia de China en el exterior.
Esta ambiciosa iniciativa ha impulsado inversiones muy necesarias a los países africanos, como proyectos ferroviarios, puertos y plantas hidroeléctricas. No obstante, ciertas voces acusan a Pekín de endeudar a los países y de financiar proyectos de infraestructura que dañan el medio ambiente.
En este sentido, uno de los proyectos que más controversia causa es la construcción de un ferrocarril en Kenia valorado en 5 mil millones de dólares. Este proyecto, construido con financiación del Exim Bank de China, unirá la capital, Nairobi, con la ciudad costera de Mombasa.
La modernización de la línea ferroviaria ha reducido el tiempo de viaje de diez a cuatro horas desde su inauguración en 2017. Es el proyecto de infraestructura más grande en Kenia desde la independencia de Gran Bretaña en 1963.
Sin embargo, la segunda fase, que incluye la extensión de la línea a Uganda, todavía no se ha materializado, por lo que ambos países deben pagar las deudas de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Por, ello, el año pasado, el presidente de Kenia, William Ruto, pidió a China un préstamo de mil millones de dólares y una reestructuración de las deudas existentes para completar otros proyectos estancados de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Kenia ahora le debe a China más de 8 mil millones de dólares.
Los recursos naturales de África central también atraen el interés de China. Tan solo una región de Gabón contiene hasta una cuarta parte de las reservas mundiales conocidas de manganeso, según datos de AFP. Sudáfrica representa el 37% de la producción mundial de este mineral.
Por su parte, la República Democrática del Congo domina la minería de cobalto y representa el 70% del total mundial. Aunque en términos de procesamiento, China es líder con un 50%.
Por otra parte, África también se ve afectada por las crecientes tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, desde el conflicto relacionado con Taiwán hasta la guerra comercial.
Respecto al papel de China en África, Washington ha advertido sobre su creciente influencia en un continente en el que también están entrando con fuerza otras potencias como Rusia o Turquía.
Antes del Foro China-África, Pekín se ha comprometido a promover la iniciativa de la Franja y la Ruta en el continente. Por el momento, China ya ha sido responsable de importantes proyectos, como la base y puerto en Yibuti, ubicada estratégicamente entre el mar Rojo y el golfo de Adén.
De acuerdo con China, este proyecto, con un valor de 590 millones de dólares, tiene el objetivo de abastecer sus barcos, apoyar operaciones regionales de mantenimiento de la paz y combatir la piratería. No obstante, tal y como apunta AFP, su proximidad a una base estadounidense ha generado temores de espionaje.
China ha construido el puente colgante más largo de África en Mozambique a través de la compañía nacional Road and Bridge Company. Antes de la construcción del puente, de tres kilómetros, el ferry era el medio de transporte más rápido, pero por tierra había que recorrer una distancia de 160 kilómetros por carreteras sin asfaltar y propensas a inundarse.
Este puente se inauguró en 2018 y costó alrededor de 786 millones de dólares, el 95% de los cuales se financió con préstamos proporcionados por bancos chinos, sobre todo el Export-Import Bank de China.
China también ha impulsado el crecimiento de minas en el sur de África. Tan solo en 2023, China invirtió 7.800 millones de dólares en minería, según el American Enterprise Institute for Public Policy Research, con sede en Washington. Ese mismo año, la empresa estatal MMG compró la mina de cobre Khoemakau en Botswana, una de las minas más grandes del mundo, por 1.900 millones de dólares.
Por otro lado, en julio, una empresa minera china adquirió el 80% de la endeudada mina de cobre Lubambi en Zambia, por una suma nominal de 2 dólares. Zambia anunció que la empresa tiene la intención de invertir 300 millones de dólares para reanudar los trabajos.
China también ha invertido en minas de cobalto y litio en Zambia, Namibia y Zimbabwe, y en empresas mineras en Kivu del Sur, en la República Democrática del Congo.