La cuestión del Sáhara Occidental dilata la posición exterior de Argel y refuerza la de Rabat

Marruecos, Argelia y el cambiante juego diplomático

AFP/FADEL SENNA - El ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita (R), recibe a su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, durante una visita, en Rabat, el 22 de mayo de 2023

Cambio de marchas de la diplomacia argelina. El tándem Tebboune-Chreringa busca reposicionar de forma urgente sus relaciones diplomáticas ante los últimos movimientos sobre la clave de su política exterior: el Sáhara Occidental. Desde el palacio presidencial de Argel, el círculo cercano de Tebboune observa la visita casi constante de los principales cancilleres occidentales que expresan a Bourita su apoyo al plan expuesto por Marruecos en 2007 sobre la cuestión saharaui. Las prisas para contrarrestar la situación se apoderan de El Mouradia. 

“Estamos experimentando transformaciones importantes que nos obligan a adaptarnos”, reconoció hace unas semanas Ahmed Attaf, el nuevo ministro de Exteriores sobre el que carga la ardua tarea de reforzar la posición de Argelia. Atrás queda el aguerrido Ramtane Lamamra, el artífice de la ruptura de relaciones con Marruecos, quizás, la única labor destacable de la cancillería argelina en sus últimos años.  

Dejando como excepción la Italia de Giorgia Meloni, que afianza sus lazos como “socio fiable” a costa de abrir el grifo del gas, los aliados de Argelia siguen siendo los mismos que en la era Bouteflika. A ello se le suma el peso del aislamiento internacional que sufre su principal y más fuerte aliado: la Rusia invasora de Vladimir Putin. Un aliado incómodo que por su “operación militar especial” en Ucrania está condenando a todos los países a posicionarse en el nuevo tablero geopolítico que caracteriza la ya llamada nueva Guerra Fría. O del lado de Rusia, o de Ucrania.

Algerian Presidency via REUTERS - El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, se reúne con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en Argel, Argelia, 23 de enero de 2023

Pero Argelia no puede prescindir del socio clave en su carrera armamentística. Tebboune no sólo no condena la invasión, sino que estrecha lazos con el Kremlin a marchas forzadas, contando con la tan esperada visita a las oficinas de Putin planeada para mayo que no se llegó a producir. Un punto y seguido más de su anclada política exterior 

Marruecos, al otro lado del tablero 

Rabat fue la primera parada en la gira africana del ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba. El objetivo del viaje era buscar el apoyo a Kiev de un continente que se ha convertido clave para la influencia rusa y china, pero Marruecos ya se posicionó respecto a la invasión convirtiéndose el primer país africano en enviar armamento militar al Ejército ucraniano.

“Para Ucrania la integridad territorial es un concepto absolutamente sagrado. Entendemos que la resolución del asunto saharaui es esencial para la seguridad y paz regionales”, aprovechó en defender Kuleba a propósito de la soberanía ucraniana. Junto a su homólogo marroquí, el ministro ucraniano apoyó el plan de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Golpe de efecto para el detrimento de Argelia.

Marruecos se enmarca en lado del tablero occidental, y asegura así el refuerzo con su también socio principal y más importante: Estados Unidos, del que también depende para el rearme a contrarreloj. Pero además de afianzar sus socios determinantes, el Ejecutivo de Aziz Akhannouch busca estrechar nuevas relaciones. A excepción de Siria y Mauritania, Rabat cuenta con el apoyo de todos los países árabes. También con Israel. Queda ahora Europa. 

Portugal, un dique de contención entre España y Marruecos 

La visita del primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, a Lisboa hizo saltar todas las alarmas en Argelia. Tebboune necesita más aliados en Europa y no podía permitirse que Marruecos se adelantase de nuevo. Una semana después de la visita del jefe del Ejecutivo marroquí, Tebboune se embarcaba a Lisboa para intentar descoser las alianzas económicas tejidas por Akhannouch e intentar convencer la postura de António Costa sobre el Sáhara. Pero de nada valió.

AFP/ CARLOS COSTA - El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, da la bienvenida al presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

Portugal apoyó el plan de Naciones Unidas para la resolución del conflicto y mantuvo los acuerdos firmados con Marruecos en la 14º cumbre entre ambos países. Otro espaldarazo a las previsiones políticas de Argelia. 

Francia, el actor más difícil 

El Elíseo parte de una posición difícil. A principio de febrero, Argelia llamó a consultas a su embajador de París después de acoger a la periodista opositora Buraui. Mismo mes en el que Marruecos ponía fin al mandato de su embajador de Francia sin un sustituto a la vista, después de la campaña francesa sobre la supuesta “falta de libertad de prensa” en Marruecos.

PHOTO/ARCHIVO - El rey Mohamed VI recibe en Rabat al presidente francés, Emmanuel Macron

El presidente francés, Emmanuel Macron, quiere dejar atrás esas “polémicas” y abrir una nueva etapa de conciliación con los dos países. “Vamos a avanzar, el periodo no es el mejor, pero eso no me detendrá”, recalcó el mandatario francés refiriéndose a Marruecos. “El rey lo sabe, hemos tenido numerosas discusiones”, sentenció. Y en ello apuntan las relaciones.

“Nuestra postura es clara y conocida. Desde el principio, es una posición claramente favorable a Marruecos”, reconoció la ministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna, durante una visita a Rabat. Pero para Marruecos no es suficiente. Akhannouch insistió en que Francia no puede ser un mero espectador, mientras se producen “grandes evoluciones en el reconocimiento, por las grandes potencias, de la soberanía de Marruecos sobre nuestras Provincias del Sur”. 

En el caso de Argelia, las reticencias son mayores, aunque Tebboune no desestima el apoyo francés. Aquí entra en valor la doble moneda del gas hacia Italia: la ayuda para recuperar un socio perdido.