Dentro del ámbito de la II Conferencia Africana sobre Reducción de Riesgos Sanitarios que se lleva a cabo en Marrakech, organizada por African Global Health y el Gobierno de Marruecos

Marruecos e Israel firman un memorándum de entendimiento en materia de gestión de desastres

PHOTO/ATALAYAR/GUILLERMO LÓPEZ - II Conferencia Africana sobre Reducción de Riesgos Sanitarios en Marrakech

En la II Conferencia Africana sobre Reducción de Riesgos Sanitarios, que organizan en Marrakech African Global Health (AGH) y el Gobierno de Marrueco entre el 27 y el 29 de septiembre, la presidenta de AGH, Imane Kendili, firmó un acuerdo de entendimiento con el director general del Centro Médico Sheba destinado a consolidar la cooperación en el ámbito de la gestión de los riesgos sanitarios ligados a las catástrofes naturales.

En su discurso de inauguración del primer panel, Imane Kendili sostuvo que África hoy en día cuenta con la confianza de los expertos del continente y los embajadores de la cooperación Sur- Sur que engloba también a América Latina; haciendo hincapié en los valores de la resiliencia y la solidaridad que plasma el continente africano, y “por los cuales trabajamos juntos para salir de estos desastres y construir el futuro de nuestros niños”.

En su intervención, la profesora Hasna Chennaoui, de la Universidad Hassan II, ha arrojado luz sobre el papel de los investigadores y científicos en la concienciación sobre los riesgos naturales en Marruecos, particularmente los ligados a la geología.

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Hablando del caso del riesgo sísmico en Marruecos, ha subrayado el problema de la escasez de la investigación científica en este campo y la ausencia de una formación especializada en los riesgos naturales en todo Marruecos; mencionando la experiencia que emprendió la Facultad de Ciencias Ain Chock al crear en 2012 una licenciatura profesional en esta especialidad incluyendo teoría y práctica y que se debe reanudar, según afirmó Chennaoui.

Como solución a esta problemática, instó a la comunidad científica a compartir sus conocimientos y los resultados de sus investigaciones con el gran público con el fin de sensibilizarle; así como dar cursos en las escuelas para saber cómo actuar en caso de riesgos naturales; insistiendo en la relevancia de desarrollar y promover las formaciones especializadas en geología y gestión de los riesgos naturales y tecnológicos en el país. 

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De Argentina, Diego Verrastro un experto en medicina de catástrofes señaló que “el cambio climático es la nueva jugada a nivel mundial y somos responsables de buscar cómo enfrentar este desastre cuyas repercusiones las vivimos a diario”. 

Siendo el objetivo primordial de la medicina de desastres el de recuperar al mayor número de víctimas; además, para gestionar los riesgos naturales lo que se requiere es preparación, respuesta y mitigación y jamás improvisación. Para llevar a cabo de manera eficaz esta gestión, se recomienda usar la técnica del triaje como modo de clasificar las víctimas según criterios de gravedad, supervivencia o demora terapéutica.

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Verrastro explicó que la ausencia de una prueba real anula en gran medida la validez del mejor de los planes abstractos, lo cual refleja la importancia de poner a prueba cualquier plan que se pretende aplicar a la hora de gestionar los riesgos sanitarios o los desastres naturales.  

Por su parte, Ertugrul Taciroglu, profesor de la Universidad de California en el Departamento de Ingeniería Medioambiental, habló de la resiliencia a los riesgos desde el punto de vista de los ingenieros; dando a conocer que la resiliencia a los riesgos naturales no puede ser realizada y acelerada más que a través de la colaboración entre los múltiples actores en los diferentes países del mundo. 

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Bajo el lema “El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones”, Ali Kettani, profesor de Anestesia de la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad Mohamed V, trató el tema del seísmo del Al-Haouz y la emoción que provocó en todo Marruecos, incluso fuera del país; lo cual inundó las zonas afectadas de ayudas espontáneas que reflejan el querer participar para echar una mano a la gente. 

Sin embargo, cuando hay un desastre no se debe improvisar, según informó él mismo, ya que no se sabe las necesidades reales de las zonas siniestradas, se desconoce la cultura local lo cual hace que un supuesto salvador se convierta en un fardo que implica más gastos para alojamiento y alimentación y representa un riesgo individual. Para evitarlo, hay que respetar los protocolos, la coordinación y tener en cuenta el factor de la seguridad incluso para los médicos.

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Kettani indicó que “no hay que imponer sus ayudas, y si hay necesidades habrá que adaptarlas a las exigencias de la región antes de proceder a llevar a cabo esta acción humanitaria”.

De los resultados curiosos del plan de intervención en el seísmo de Al-Haouz, Kettani mencionó que se habían llevado a cabo 150 cirugías mayores, de las cuales el 80% se habían efectuado en menos de dos días, sin llevar a ningún caso fuera de la región, lo que representa un logro regional significativo.

Lahcen Ait Brahim, profesor en la Universidad Mohamed V y miembro de la Comisión Nacional de la Gestión de Desastres, sacó a la luz el carácter geológico de Marruecos, que se distingue por su cadena atlántica y rifeña y que se ubican entre la placa africana y europea. Son dos zonas activas a nivel sísmico proveniente a la vez del Atlántico y del Mediterráneo. 

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Ait Brahim recordó en su intervención las diferentes catástrofes naturales que había experimentado Marruecos desde la destrucción de las ciudades de Fes y Meknes por el terremoto de 1522 y el de 1755 respectivamente hasta el seísmo de Al-Haouz en 2023, en lo que se consideraba una zona sísmicamente silenciosa.

Como respuesta urgente a estos desastres, el Estado marroquí ha elaborado un código que rige la construcción con resistencia al seísmo desde el terremoto de Alhucemas. 

En la fase antes del desastre, Marruecos ha adoptado medidas, así como ha tenido presentes los medios necesarios para reforzar su resistencia.  De este modo, Ha diseñado mapas de aptitud para la urbanización; estableciendo modelos cartográficos que aclaran las normas y criterios a la hora de elegir terrenos donde se puede construir y otros donde no.

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Se trata de un código de construcción que además de aplicarlo queda abierto a las sugerencias que pueden mejorarlo y desarrollarlo; movilizando a todo el mundo tanto en el sector privado como el público, según dijo el profesor miembro de la Comisión Nacional de la Gestión de Desastres.

Avraham Rivkind, profesor del Departamento de Cirugía General y Trauma en el Centro Médico Hadassah de la Universidad Hebrea Jerusalén, presentó el tema de la salud pública bajo el impacto y las consecuencias medicales del seísmo. De estas repercusiones destacó el síndrome de aplastamiento, la embolia grasa, el tiempo y la mortalidad y el síndrome de estrés postraumático, como resultados directos y de gran impacto que puedan causar desastres naturales como el terremoto. 

El exministro de Salud turco Recep Akdaq habló en su contribución a la II Conferencia Africana sobre la Reducción de los Riesgos Sanitarios organizada en Marrakech del programa de transformación de la salud y la gestión de desastres en Turquía desde la detección de la crisis hasta la gestión del riesgo; poniendo un especial énfasis en las lecciones que había sacado Turquía en las dos últimas décadas, a saber: priorización de asentamientos resilientes a desastres, seguro obligatorio de catástrofes, hospitales con aisladores sísmicos y equipos de gestión locales.