Marruecos se prepara para celebrar el 25 aniversario del reinado de Mohamed VI
- Crecimiento industrial y desarrollo de las infraestructuras
- Política exterior
- El Reino impulsa las energías renovables
- La lucha contra la sequía, el principal desafío actual
Marruecos se prepara para celebrar el 25º aniversario de la entronización del rey Mohammed VI el próximo el 30 de julio de 2024. Durante esta jornada se recordará y celebrará un reinado marcado por un compromiso inquebrantable con un Marruecos justo, moderno y próspero.
El Marruecos de hoy en día no tiene nada que ver con el de hace 25 años. El crecimiento económico, las reformas y los proyectos de desarrollo han protagonizado estas últimas décadas marcadas por la evolución y el progreso.
El reinado de Mohammed VI ha supuesto el impulso de numerosas reformas sociales, como la Iniciativa Nacional de Desarrollo Humano (INDH), la Fundación Mohammed V para la Solidaridad, la Caja de Compensación, el Régimen de Asistencia Médica (RAMED) y el establecimiento de ayudas directas en períodos excepcionales, en particular durante la pandemia de Covid-19. Ahora, una de las grandes tareas pendientes es la de generalizar la cobertura de la seguridad social.
Ya en su primer discurso desde el Trono, el rey Mohamed VI expresó su determinación de “continuar la obra de desarrollo” por el bien de los marroquíes de todas las categorías sociales y, en particular, de los más necesitados “a quienes expresamos nuestro afecto”.
En la actualidad, 3,81 millones de familias se benefician de las ayudas directas, un nuevo sistema de prestaciones familiares lanzado a finales de 2023. Iniciada en 2022, la generalización del sistema de seguro médico básico obligatorio beneficia actualmente a 23,2 millones de personas.
Crecimiento industrial y desarrollo de las infraestructuras
Además de las reformas sociales, el reinado de Mohammed VI también ha estado marcado por un gran salto en términos de desarrollo económico. El Reino ha pasado de ser un país mayormente agrícola a un gigante industrial regional.
Marruecos ha logrado producir más de 600.000 automóviles al año, así como piezas utilizadas en todos los aviones del mundo. También ha desarrollado un sector agroalimentario de alto valor y una industria textil en rápida evolución.
En estos años, el Reino también ha experimentado un fuerte desarrollo de las infraestructuras. Con 2.000 kilómetros de autopistas, Marruecos posee la red más grande del continente después de Sudáfrica, así como puertos de calibre internacional, como Tanger Med, el vigésimo puerto de contenedores más importante del mundo.
Asimismo, se espera que antes de 2030 una línea de alta velocidad conecte Tánger con Agadir, la red de autopistas aumentará a 3.000 kilómetros y que los puertos de Nador West Med, como el de Dajla Atlantique, estén en funcionamiento.
Política exterior
Respecto a la política exterior, el reinado de Mohamed VI se ha caracterizado por asociaciones sólidas, con visión de futuro, diversificadas y estratégicas. Rabat ha seguido desarrollando sus relaciones históricas, como las que mantiene con Francia, España y Estados Unidos, centrándose también en otras nuevas, como China, país con quien ha avanzado en materia comercial y económica, creando la primera gigafábrica de baterías eléctricas del continente, dirigida por Gotion High-tech con una inversión de 65 mil millones de dírhams.
También cabe mencionar las asociaciones con los Emiratos Árabes Unidos o Israel, que prometen una estrecha cooperación en una amplia gama de sectores y áreas.
A nivel continental, destaca la llamada Iniciativa Atlántica, un proyecto ambicioso que no solo beneficiará a Marruecos, sino a toda la vecindad atlántica-marroquí. Este proyecto, lanzado por el rey de Marruecos que está comenzado a rediseñar el escenario geoestratégico en África, tiene como objetivo es proporcionar a los países del Sahel una salida marítima.
El Reino impulsa las energías renovables
Otro sector donde el Reino está dando pasos agigantados es en el ámbito de las energías limpias. Todo empezó el 2 de noviembre de 2009 en Ouarzazate, donde el monarca inauguró oficialmente las obras del complejo solar “Noor”, construido sobre una superficie de más de 3.000 hectáreas. Este fue el primer proyecto de un ambicioso programa de desarrollo de energías renovables.
Con una capacidad de producción de 582 megavatios (MW), este proyecto, que combina energía solar termodinámica (CSP) y fotovoltaica, requirió una inversión de más de 20 mil millones de dírhams, adoptando la forma de una asociación público-privada (APP).
Siete años después, el 4 de febrero de 2016, surgía Noor I, la primera central eléctrica de este megaproyecto, con una capacidad de producción de 160 MW. Un proyecto innovador que nace en medio del desierto y ofrece un espectáculo impresionante que atrae lentes y cámaras de todo el mundo. A esto le siguió la puesta en funcionamiento sucesiva, en 2018, de Noor II (200 MW), Noor III (150 MW) y Noor IV (72 MW).
El año 2018 también estuvo marcado por la inauguración de la central eléctrica de Noor Laâyoune I, con una capacidad de producción eléctrica estimada en 190 gigavatios (GW), resultante de una inversión total de 950 millones de dírhams.
En la actualidad, el complejo Noor Ouarzazate, uno de los mayores complejos solares del mundo, suministra electricidad a casi dos millones de marroquíes y evita la liberación a la atmósfera de casi un millón de toneladas de gases de efecto invernadero.
Además de la energía solar, Marruecos también apuesta por la energía eólica. Están surgiendo varios proyectos en las regiones Norte y Sur. Entre ellos se incluyen los parques de Amogdoul (60 MW) en Essaouira, inaugurados en 2007, Tanger I (140 MW), Boujdour (300 MW), Taza (87 MW) y la central eléctrica de Midelt (180 MW), puesta en funcionamiento en 2020.
El Reino también desarrolla proyectos de hidrógeno verde y gas con el fin de acelerar su transición energética. Respecto al gas, se construirá una terminal de GNL en el futuro puerto de Nador West Med, así como un gasoducto que lo conectará con el Gasoducto Magreb Europa (GME). También están previstas otras dos terminales en el puerto atlántico de Jorf Lasfar 2 y en el futuro puerto de Dajla Atlántico, cuya terminal finalmente estará conectada al gasoducto Nigeria-Marruecos, un proyecto continental también lanzado por el rey Mohammed VI.
La lucha contra la sequía, el principal desafío actual
No obstante, Marruecos también tiene que lidiar con uno de los principales retos de este tiempo: el cambio climático y sus efectos. En especial, el Reino debe enfrentar la sequía, un problema que está poniendo en jaque el sector agrícola nacional.
Por ello, desde su ascenso al trono, el rey Mohammed VI ha fijado como un proyecto prioritario la protección de los recursos hídricos. Para ello se ha impulsado la construcción de nuevas presas, la instalación de estaciones desaladoras y plantas de tratamiento de aguas residuales, así como la mejora de las interconexiones hídricas que demuestran este compromiso inquebrantable.
Estas medidas no solo sirven para aumentar el suministro de agua, sino también para promover una gestión sostenible y responsable de este recurso esencial, fortaleciendo así la resiliencia del país frente a los desafíos climáticos y demográficos actuales y futuros.