Mohamed VI reclama la resolución en Naciones Unidas del contencioso del Sáhara
Mohamed VI da un paso adelante para consolidar la integridad territorial de Marruecos con el Sáhara bajo su soberanía en el ámbito internacional y emplaza a países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU como Francia y Estados Unidos, y a España, país amigo muy consciente de la dinámica oculta de la cuestión del Sáhara, así como a los países hermanos árabes y africanos, para respaldar las gestiones a nivel internacional para la resolución del conflicto.
Destaca que el monarca alaui pide que todos los marroquíes continúen con su esfuerzo, movilización y vigilancia, con mayor coordinación de las instituciones, para defender en todos los ámbitos posibles la justicia de la causa de las provincias del sur y desbaratar las maniobras de los adversarios.
Mohamed VI es consciente de los grandes logros conseguidos en los últimos años con una evolución positiva en el seno de Naciones Unidas a la hora de privilegiar el estado de derecho y la legitimidad al reconocer los derechos históricos de Marruecos.
Resulta muy significativo que Mohamed VI se apoye públicamente en tres países claves para la resolución del conflicto en Naciones Unidas como son Estados Unidos, Francia y España.
A su llegada a la sede del Parlamento, el Rey saludó a los colores nacionales al son del himno nacional, antes de pasar revista a un destacamento de la Guardia Real que rendía los honores.
Antes de entrar en la tribuna oficial, Mohamed VI saludó con la mano, desde el balcón del Parlamento, a la multitud congregada en las calles adyacentes y pronunció un discurso ante los miembros de las dos Cámaras del Parlamento, en el que el Soberano se refirió a los últimos acontecimientos en el asunto del Sáhara marroquí, "considerado por todos los marroquíes como su primera causa nacional".
Se congratuló, en esta ocasión, de la posición de la República Francesa, que apoya la soberanía de Marruecos sobre la totalidad del territorio del Sáhara y que respalda la Iniciativa de autonomía en el marco de la integridad territorial de Marruecos, como única base para resolver este artificial conflicto regional.
Esta evolución positiva, que privilegia el Estado de derecho y la legitimidad mediante el reconocimiento de los derechos históricos de Marruecos, "cuenta con el apoyo de un país importante, que tiene el estatuto de miembro permanente del Consejo de Seguridad y es reconocido como un actor influyente en la escena internacional", declaró el soberano.
Apoya los esfuerzos realizados en el marco de las Naciones Unidas para sentar las bases de un proceso político que debe conducir a un arreglo definitivo de esta cuestión en el marco de la soberanía marroquí, prosiguió.
El Rey se congratuló también del reconocimiento de países influyentes, que son también miembros permanentes del Consejo de Seguridad, como los Estados Unidos de América y Francia, así como de la posición de la amiga España, que conoce bien los motivos ocultos de este asunto, y cuya posición tiene fuertes resonancias políticas e históricas. "Lo mismo puede decirse de la mayoría de los países de la Unión Europea", mantuvo el monarca.
"También estamos orgullosos de las posiciones de los países hermanos árabes y africanos, que apoyan la integridad territorial del Reino de manera muy clara y responsable, en particular los que han abierto consulados en El Aaiún y Dajla", añadió.
Mohamed VI aprovechó la ocasión para afirmar que "la próxima etapa nos exige a todos reforzar nuestra movilización y vigilancia para consolidar de forma duradera la posición de nuestro país, y es importante seguir abogando por la justicia de nuestra causa y desbaratar las maniobras de nuestros adversarios".
En este sentido, hay que explicar los fundamentos de la posición de Marruecos al reducido número de países que siguen yendo contra la lógica del derecho y negando los hechos de la historia, señaló Mohamed VI, subrayando que es necesario, al mismo tiempo, esforzarse en convencerles de la legitimidad del Sáhara marroquí con numerosas pruebas y argumentos jurídicos, políticos, históricos y espirituales.
Este enfoque requiere aunar los esfuerzos de todas las instituciones y organismos nacionales oficiales, partidistas y civiles, y reforzar su coordinación, para dar la eficacia necesaria a su acción y a sus movilizaciones, precisó.
Exhortó a las dos Cámaras del Parlamento a coordinarse más estrechamente en este sentido, creando estructuras internas adecuadas con perfiles cualificados y aplicando los criterios de competencia y especialización en la elección de las delegaciones, tanto para las reuniones bilaterales como para la participación en los foros regionales e internacionales.
El soberano reafirmó que "Marruecos se mantendrá firme en su posición y fiel al espíritu de apertura a su entorno magrebí y regional, contribuyendo así al desarrollo común de los pueblos de la región, así como a su seguridad y estabilidad".