Marruecos responde con su acuerdo pesquero con Rusia tras la última sentencia judicial europea

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) anuló definitivamente los acuerdos de pesca y agricultura de la Unión Europea (UE) con Marruecos por incluir al Sáhara Occidental sin haber tenido en cuenta a la población saharaui.
La Justicia europea entendía que para que la entidad comunitaria sellase un acuerdo internacional con Marruecos para la explotación de recursos en esta región se necesitaba el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental, una aprobación que no existe, según el tribunal europeo.
El acuerdo pesquero ya llevaba suspendido desde julio de 2023 a raíz de una sentencia del Tribunal General de la UE (TGUE) y el TJUE decretó la anulación definitiva.
La sentencia señalaba que los pactos alcanzados en 2019 se cerraron sin el consentimiento del Sáhara Occidental. “En 2019, interpuso ante el Tribunal General una serie de recursos de anulación contra las decisiones del Consejo por las que se aprobaban dichos acuerdos. Al considerar que la Unión y Marruecos habían celebrado acuerdos aplicables al Sáhara Occidental sin haber obtenido el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental, en su condición de tercero en los acuerdos controvertidos, el Tribunal General anuló las decisiones controvertidas, aunque mantuvo temporalmente sus efectos”, apuntó la sentencia judicial comunitaria.

Poco después, en contraposición a esta deriva, Marruecos prorrogó con Rusia el acuerdo pesquero mutuo que sí incluye la costa del Sáhara Occidental, territorio que el reino marroquí incluye en sus provincias del sur.
Así, fuentes diplomáticas marroquíes informaron a la agencia de noticias española Europa Press que este acuerdo con Rusia “incluye las provincias del sur”, lo que muestra una tendencia de Moscú hacia la corriente que reconoce la marroquinidad del Sáhara.
Esta disposición supone otro pronunciamiento favorable a las tesis de Marruecos para el territorio en disputa del Sáhara Occidental.
Marruecos plantea una fórmula de amplia autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí con el plan de desarrollar al máximo la zona en todos los aspectos y otorgar una amplia capacidad de autogobierno a los saharauis, dejando en manos del Estado marroquí la defensa y la política exterior.
Este proyecto cuenta con el respaldo internacional de países muy importantes como Estados Unidos, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Alemania o España, que consideran la iniciativa alauí como la más seria, creíble y realista para solventar el diferendo saharaui.

En el lado opuesto se sitúa el Frente Polisario, con el apoyo de Argelia (gran rival político de Marruecos en el Magreb), que plantea la celebración de un referéndum de independencia del pueblo saharaui para decidir su futuro. Una iniciativa que tiene menos respaldo en el escenario internacional.
La propuesta del TJUE sobre la necesidad de consultar a la población saharaui de cara firmar acuerdos comerciales o económicos sobre el Sáhara Occidental puede plantear problemas de legitimidad porque hay un 80% de la población que está en las llamadas provincias del sur bajo control marroquí y un 20% en los campamentos de refugiados en Argelia, donde hay unas difíciles condiciones bajo el férreo dominio de las autoridades argelinas y del Frente Polisario. Habría que delimitar cuál es exactamente la población a la cual consultar. Un condicionante que podría afectar también a la celebración de un supuesto referéndum de independencia.
Marruecos quiere proteger su integridad territorial ya que considera que el Sáhara Occidental es territorio propio y pretende desarrollar al máximo la región para que sea próspera social y económicamente. Con la promoción en este caso de actividades que generen riqueza, como puede ser todo tipo de acuerdos económicos y comerciales con otros países que involucren al territorio.
Ahora ha llegado en este sentido la prórroga del acuerdo pesquero con Rusia, que es “prometedor”, como se ha apuntado desde el país norteafricano. Cabe destacar que hace unos meses se celebró en Rabat la cuarta sesión del Comité Conjunto de Pesca Rusia-Marruecos, durante la cual se discutieron planes adicionales para el desarrollo de la cooperación.
Marruecos negoció en última instancia con Rusia un acuerdo de pesca que incluye toda la costa atlántica del reino marroquí, sin excepción, una condición que Moscú había manifestado previamente su voluntad de aceptar.