El rey de Marruecos muestra todo su apoyo a las víctimas del terremoto en Marrakech
El rey de Marruecos, Mohamed VI, visitó este martes por la tarde en Marrakech a los heridos del terremoto que azotó el país norteafricano la madrugada del pasado viernes al sábado y que, de momento, ha dejado ya más de 2.900 muertos y más de 5.530 heridos, según datos del Ministerio del Interior marroquí.
El monarca alauí visitó a diversos afectados en el Centro Hospitalario Universitario Mohamed VI de Marrakech donde “preguntó por el estado de salud de los heridos”, antes de donar sangre, según informó la agencia oficial de noticias marroquí MAP.
El rey de Marruecos estuvo en el centro hospitalario durante una hora aproximadamente y estuvo comprobando el estado de salud de diversas víctimas y ofreciéndoles todo su apoyo y el de la población marroquí.
El soberano alauí se informó del estado de salud de los heridos, víctimas del terrible seísmo padecido, y que causó importantes pérdidas humanas y materiales en varias regiones del reino marroquí.
Mohamed VI visitó los servicios de reanimación y de hospitalización de las víctimas del terremoto y se informó del estado de salud de los heridos y de los cuidados que reciben por parte de los equipos médicos movilizados para atender a los afectados, como señaló la agencia MAP.
El rey de Marruecos quiso así ofrecer un gran apoyo moral a los heridos y a sus familias en estos difíciles momentos, dando muestra de que el Estado marroquí sigue trabajando con todos los medios para asistir y apoyar a los afectados y también de cara a rehabilitar zonas azotadas por el terremoto.
Según la agencia MAP, unos 2.171 heridos fueron ingresados en los distintos hospitales de la región de Marrakech-Safi, de los cuales 484 son heridos graves y 1.570 heridos leves. 248 personas siguen hospitalizadas.
Con motivo de su visita al centro hospitalario de Marrakech, el rey Mohamed VI donó sangre, en un signo de solidaridad y apoyo hacia las víctimas y las familias afectadas que refuerza todavía más la unión entre el pueblo marroquí y la monarquía del país norteafricano.
Dispositivo de asistencia y emergencia
Al poco de producirse el movimiento sísmico, de 7 grados en la Escala Richter (el peor de la historia de Marruecos), el rey Mohamed VI se puso al frente de la coordinación del dispositivo de emergencia y rápidamente entraron en acción las Fuerzas Armadas Reales bajo las altas instrucciones reales.
Tras el terremoto que tuvo su epicentro en la región de Al-Haouz, el rey de Marruecos también presidió el sábado una importante sesión de trabajo con responsables civiles y militares de las entidades implicadas en las labores de rescate, asistencia y humanitarias. En esta reunión de trabajo se marcaron las líneas de trabajo de la estrategia a seguir para ayudar en primer lugar a los afectados y para posteriormente rehabilitar las zonas afectadas.
Una tarea titánica a la que se ha estado enfrentando la Administración marroquí debido a la extensión de zona afectada que incluye enclaves como Al-Haouz, Taroudant, Marrakech, Chichaoua, Ouarzazate o Casablanca.
El monarca marroquí agradeció en esta reunión de trabajo todo el apoyo y las muestras de cariño recibidos de otros países y expuso que no se iba a solicitar ayuda a muchos países porque la ayuda masiva no es la mejor, y sí la que es útil, eficaz y bien coordinada y con una evaluación meticulosa de las necesidades específicas sobre el terreno que han realizado los responsables en cada lugar afectado.
En este sentido, el país norteafricano solamente solicitó asistencia a España, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Reino Unido. Todo ello a pesar de que otros países se ofrecieron para colaborar, como Estados Unidos o Francia. Incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró muy consternado en redes sociales mostrando todo su apoyo y ayuda al pueblo marroquí por la tragedia sufrida, a pesar de que las relaciones diplomáticas entre ambos países no pasan por su mejor momento ahora.
Los destacamentos de los países presentes sobre el terreno para ayudar han estado en constante contacto con los responsables marroquíes y ya tenían su zona de trabajo asignada previamente a su llegada, demostrando así la buena coordinación entre las diversas partes.
En la sesión se decidió también que, según la evolución de los acontecimientos y de la operativa de intervención, se evaluaría la necesidad de recurrir o no al respaldo de otras naciones, y, además, se tomó la determinación de decretar tres días de luto nacional.