Rusia afronta el fracaso de Siria y busca justificaciones

Alrededores de la ciudad de Maarat al-Numan, en la provincia de Idlib, Siria - PHOTO/Reuters/Mahmoud Hassanoarabicphoto
“La operación militar especial es una prioridad absoluta para nuestro país: debemos garantizar los intereses de nuestra seguridad y los intereses de nuestro pueblo”, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov
  1. Ucrania se suma a la lucha

Rusia ha sufrido daño en su imagen internacional tras la caída del régimen sirio de Bashar al-Assad.

Pocos días después de la caída del aliado sirio Bashar al-Assad, Rusia está tratando de limitar el daño a su reputación como potencia global creíble, mientras sus enemigos resaltan la magnitud de sus fracasos.

Cuando Rusia intervino en la guerra civil siria en 2015, ayudó a inclinar la balanza a favor de Assad y su caída del poder, como indican los analistas, ha asestado un duro golpe tanto a Rusia, que está librando una importante guerra terrestre en Ucrania, como a Irán, que está luchando contra Israel respaldado por Estados Unidos en todo Medio Oriente.

En un intento por mostrar una imagen de normalidad, Moscú afirmó que estaba hablando con los nuevos gobernantes de Siria.

“Ustedes saben, por supuesto, que estamos en contacto con aquellos que actualmente controlan la situación en Siria”, dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

Cuando se le preguntó en qué medida la caída de Assad había debilitado la influencia de Rusia en Medio Oriente, Peskov dijo que Moscú mantenía contactos con todos los países de la región y continuaría haciéndolo.

La prioridad de Moscú, dijo Peskov, era la guerra en Ucrania.

“La operación militar especial es una prioridad absoluta para nuestro país: debemos garantizar los intereses de nuestra seguridad, los intereses de nuestro pueblo ruso, y lo haremos”, afirmó.

Moscú ha apoyado a Siria desde los primeros días de la Guerra Fría, reconociendo su independencia en 1944, incluso cuando Damasco buscaba librarse del dominio colonial francés. Occidente veía a Siria como un satélite soviético.

El Kremlin dijo que su objetivo ahora es garantizar la seguridad de sus bases militares en Siria y de sus misiones diplomáticas.

Rusia, dijo el Kremlin, había apoyado a Assad durante la guerra civil, pero luego la situación se había deteriorado.

“Rusia ayudó a la República Árabe Siria en un momento dado a hacer frente a los terroristas y a estabilizar la situación después de que esta amenazara a toda la región, y dedicó muchos esfuerzos para ello”, añadió Peskov.

“Rusia cumplió con su misión y luego los líderes de Assad trabajaron en su país, se involucraron en el desarrollo de su país. Pero, lamentablemente, el desarrollo ha llevado a la situación actual. Ahora debemos partir de las realidades que existen sobre el terreno”.

Señalando otro aspecto del fracaso de Rusia en Siria, The Washington Post informó que los combatientes sirios recibieron alrededor de 150 drones, así como otro apoyo encubierto, de agentes de inteligencia ucranianos el mes pasado, semanas antes del avance de los rebeldes que derrocó a Bashar al-Assad durante el fin de semana.

Citando fuentes anónimas familiarizadas con las actividades militares ucranianas, el Post dijo que la inteligencia ucraniana envió alrededor de 20 operadores de drones y alrededor de 150 drones con vista en primera persona hace unas cuatro o cinco semanas para ayudar a Hayat Tahrir al-Sham (HTS).

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia había afirmado anteriormente, sin proporcionar pruebas, que los rebeldes habían recibido drones de Ucrania y entrenamiento sobre cómo operarlos, una acusación que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania dijo en ese momento que rechazaba “categóricamente”.

Ucrania se suma a la lucha

Moscú se encuentra ahora en una situación delicada para preservar su presencia militar en Siria. Garantizar la seguridad de las bases militares y las misiones diplomáticas rusas en Siria es de suma importancia, afirmó el Kremlin el miércoles.

Rusia tiene una importante base aérea en la provincia de Latakia y una instalación naval en Tartús, su único centro de reparación y reabastecimiento en el Mediterráneo.

Siria ha sido en el pasado un punto de escala clave para los contratistas militares rusos que entran y salen de África.

Mientras el Kremlin intentó restar importancia a la importancia de su fracaso estratégico en Siria, los blogueros de guerra rusos advirtieron que el derrocamiento de Assad amenazaba no sólo dos instalaciones militares rusas de importancia estratégica en Siria sino también la propia presencia de Moscú en Medio Oriente.

El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, hizo una observación similar el miércoles, diciendo que los acontecimientos en Siria muestran que los países que tienen una asociación estratégica con Rusia pueden confiar en Moscú sólo mientras sean útiles al presidente Vladimir Putin.

Durante una breve visita a Jordania, Pistorius hizo una escala en la base aérea jordana de Al-Azraq antes de llegar a Bagdad, donde discutirá formas de ayudar a estabilizar la región después de la caída del presidente sirio Bashar al-Assad.

Pistorius dijo que Putin “sólo es confiable mientras sirva a sus intereses” mientras los países occidentales luchan con Rusia y China por influencia y materias primas en África.

El ministro de Defensa alemán no especificó qué significarían los acontecimientos en Siria para la participación de su país en la región, pero dijo que sus misiones militares en Medio Oriente, que incluyen unos 600 soldados, se intensificarían en lugar de reducirse.

“Esta es una oportunidad extremadamente importante que debemos aprovechar al máximo”, afirmó el ministro, advirtiendo que no se deben crear expectativas demasiado altas.

“Siria no debe volver a convertirse en un títere de potencias externas como Rusia, Irán o (el grupo armado libanés) Hezbolá. No será un camino corto ni fácil, pero debemos apoyar a Siria en su camino hacia un futuro pacífico para su pueblo y hacia una mayor estabilidad en la región”.