Tebboune busca consolidar su poder en Argelia
Argelia celebra este sábado elecciones presidenciales anticipadas en las que están llamados a votar más de 24 millones de argelinos fuera y dentro del país. El actual presidente, Abdelmadjid Tebboune, es el gran favorito en los comicios frente al islamista Abdelaali Hassani y al candidato socialista Youcef Aouchiche.
El principal desafío del actual mandatario es aumentar la participación después de ganar en 2019 con el 58% de los votos en medio de una tasa de abstención récord de más del 60%. Es posible que la abstención en estas elecciones sea también baja debido al descontento social provocado por la situación económica, el desempleo y la falta de confianza.
Además, una parte de los argelinos ven a Tebboune como una marioneta en manos de los generales del país, de los que el presidente depende en gran medida para mantenerse en el poder. Debido a la fuerte dependencia de Tebboune de los generales argelinos, la influencia militar en el Gobierno está creciendo, especialmente después de que las autoridades aprobasen un nuevo decreto que permite a militares en activo y retirados ocupar puestos de alto nivel en la administración civil.
Los jóvenes argelinos, en concreto, son los que se muestran más escépticos respecto a las promesas presidenciales de Tebboune debido a sus insuficientes resultados durante su primer mandato y la falta de perspectivas de futuro en el país. Consciente de la importancia del voto juvenil, el presidente prometió durante la campaña electoral crear 450.000 nuevos puestos de trabajo y aumentar el subsidio de desempleo.
Según datos recogidos por AFP, los jóvenes menores de 30 años representan más de la mitad de la población de Argelia (unos 23 millones). Uno de cada tres jóvenes está desempleado, mientras que la tasa de desempleo general es de aproximadamente el 12%. Debido a la falta de oportunidades laborales, algunas personas con formación deben recurrir a trabajos mal remunerados sin seguro, como la entrega de pedidos, el transporte de personas o la venta en la calle.
Esta situación, así como las dificultades económicas, empujan cada año a cientos de jóvenes a cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa de manera ilegal.
El primer mandato presidencial de Tebboune, de 78 años, estuvo marcado por los desafíos económicos, en particular el aumento del coste de vida y las tasas de inflación al nivel más alto en décadas, según datos del Banco Mundial. No obstante, el presupuesto de Argelia también ha registrado ingresos inesperados debido al incremento de los precios del gas desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
Aún así, el producto interior bruto total de Argelia durante 2023 alcanzó unos 239.900 millones de dólares, lo que significa que está muy por detrás de las principales economías del mundo.
Argelia, que depende en gran medida del sector energético -especialmente del petróleo y el gas- como principal fuente de ingresos, ha sufrido un incremento de las tasas de inflación a un ritmo notable desde que Tebboune asumió el poder hace cuatro años. En 2023 registró la tasa más alta en más de dos décadas, alcanzando el 9,3%.
Durante el primer trimestre de este año la tasa disminuyó hasta el 5%, aunque, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la inflación en Argelia sigue siendo “un motivo de preocupación, debido al aumento de los precios de los alimentos y la continua política monetaria laxa”.
La organización financiera también advirtió sobre los riesgos que rodean las perspectivas económicas de Argelia a mediano plazo, haciendo referencia a los esfuerzos para diversificar la economía, mejorar el clima de negocios y la capacidad de atraer inversión privada.
Instituciones económicas internacionales han recomendado a Argelia diversificar su economía con el fin de no depender exclusivamente de los ingresos del petróleo y el gas, impulsando la inversión privada y extranjera directa. Según el Informe sobre las inversiones en el mundo 2024 publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los flujos de inversión extranjera directa a Argelia disminuyeron durante los últimos cinco años, registrando en 2023 sólo unos 84 millones de dólares.
Otro desafío que enfrenta la sociedad argelina es la represión política y las continuas violaciones de los derechos humanos. En los últimos años Argelia ha sido testigo de la disolución por parte de las autoridades de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación independientes. A esto hay que sumarle también un incremento de las detenciones arbitrarias, como las que sufrieron el pasado mes de agosto 60 activistas políticos, en su mayoría del partido Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD).
Asimismo, tan solo una semana antes de los comicios, Fethi Ghares, un defensor del movimiento de protesta Hirak y líder del partido Movimiento Social Democrático -prohibido el año pasado- fue arrestado junto con su esposa por “insultar al presidente”.