Ambos países han acordado compartir la responsabilidad de brindar refugio a cientos de migrantes varados en zonas desérticas de la frontera

Túnez y Libia llegan a un acuerdo para solucionar la crisis migratoria de la frontera

Túnez y Libia han acordado compartir la responsabilidad respecto a los cientos de migrantes que llevan varados en la frontera conjunta desde hace más de un mes. Así lo ha anunciado un portavoz del Ministerio del Interior de Túnez, Faker Bouzghaya, según informa AFP. “Hemos acordado compartir los grupos de migrantes que están en la frontera”, declaró después de una reunión conjunta con las autoridades libias en Túnez.

Por una parte, Túnez se hará cargo de un grupo de 76 hombres, 42 mujeres y ocho niños, mientras que Libia se encargará de los 150 migrantes restantes. De acuerdo con Bouzghaya, los grupos ya han sido trasladados a centros de acogida en ciudades como Tatouine y Medenine, donde recibieron atención sanitaria y psicológica por parte de la Media Luna Roja Tunecina.

El Ministerio del Interior de Libia también ha anunciado el acuerdo, señalando que servirá para "poner fin a la crisis de inmigrantes irregulares varados en la zona fronteriza".

Desde hace meses, organizaciones humanitarias y agencias de Naciones Unidas han denunciado el trato de las autoridades tunecinas hacia los migrantes -principalmente originarios de países del África subsahariana-, quienes han sido desplazados a zonas desérticas cercanas a Ras Jedir sin ningún tipo de respaldo. Igualmente, a pesar del reciente acuerdo, varias ONGs han señalado que tres grupos de unos 300 inmigrantes continúan varados en esa zona.

El presidente de Túnez, Kais Saied

Túnez lleva meses en el foco de varias asociaciones humanitarias por el trato que reciben los migrantes en el país. Hasta 1.200 africanos fueron "expulsados o trasladados por la fuerza por las fuerzas de seguridad tunecinas" a regiones desérticas fronterizas con Libia y Argelia, tal y como condenó Human Rights Watch. Los trabajadores humanitarios han informado de al menos 25 muertes de migrantes abandonados en la zona fronteriza entre Túnez y Libia desde el mes pasado.

Por otro lado, han estallado tensiones raciales en la ciudad de Sfax después del asesinato a principios de julio de un hombre tunecino tras disturbios con migrantes.

Debido a esta desoladora situación, muchos migrantes han tratado de abandonar el país cruzando el Mediterráneo, una de las rutas más mortales del mundo. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, más de 1.800 personas han muerto intentando la ruta en lo que va del año.

 Guardia Costera Helénica vía REUTERS - Muchos migrantes han tratado de abandonar el país cruzando el Mediterráneo, una de las rutas más mortales del mundo

Tras el discurso con tintes racistas del presidente Kais Saied, quien aseguro que las “hordas” de inmigrantes estaban causando delitos y representando una amenaza demográfica para el país, los intentos por salir de Túnez vía marítima se multiplicaron en marzo y abril. Las polémicas declaraciones de Saied también provocaron un aumento de ataques xenófobos contra migrantes y ciudadanos negros en todo el país. 

Tanto Túnez como Libia son las principales puertas de entrada para los migrantes y los solicitantes de asilo procedentes del África subsahariana que intentan llegar a Europa a través de peligrosas travesías con el fin de lograr una vida mejor.

Al menos 11 migrantes han muerto en un naufragio reciente frente a la costa de Sfax, según datos de las autoridades locales. Otros 44 están desaparecidos y solo dos fueron rescatados. Los migrantes trataban de llegar a la la isla italiana de Lampedusa, a tan solo unos 130 kilómetros de distancia de la ciudad tunecina.