Ucrania ataca nuevamente el puente de Crimea con explosivos submarinos en medio de negociaciones con Rusia

Miembros del servicio ucraniano de la 110ª Brigada Mecanizada Separada del coronel general Marko Bezruchko disparan un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes Vampire RM-70 - REUTERS/ALLINA SMUTKO
El tercer ataque al puente de Kerch ocurre poco después de una operación ucraniana contra bases aéreas rusas
  1. Negociaciones estancadas en Estambul

En una operación meticulosamente planificada durante meses, Ucrania volvió a golpear uno de los símbolos más significativos de la ocupación rusa en Crimea. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció que había detonado explosivos submarinos colocados estratégicamente en los pilares del puente ferroviario que conecta Rusia con la península de Crimea, conocido como el Puente de Kerch.

Según el SBU, el ataque tuvo lugar a las 4:44 de la madrugada y utilizó un total de 1.100 kilogramos de explosivos, causando daños importantes en los pilares submarinos de la estructura. Aunque no se ha confirmado públicamente la magnitud exacta de los daños, las autoridades rusas suspendieron el tráfico vehicular sobre el puente en dos ocasiones durante el día, lo que sugiere afectaciones serias a la infraestructura.

El puente, inaugurado en 2018 por el presidente Vladimir Putin tras la anexión ilegal de Crimea en 2014, no solo tiene un valor logístico como vía clave de abastecimiento militar, sino también una carga simbólica: representa la afirmación territorial del Kremlin sobre la península ucraniana.

Este es el tercer ataque ucraniano al puente desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022. En octubre de ese año, un camión cisterna explotó e incendió una sección del puente. En julio de 2023, otro ataque, esta vez con un dron marítimo experimental, dañó otra parte de la estructura.

El jefe del SBU, Vasyl Malyuk, confirmó que supervisó personalmente la operación submarina del martes. “El SBU siempre llega hasta el final y nunca repite la misma acción. Ya golpeamos el puente de Crimea dos veces, en 2022 y 2023. Así que hoy continuamos con esta tradición, esta vez bajo el agua”, señaló en un comunicado. 

Malyuk insistió en que el puente es un objetivo militar legítimo, dado que Rusia lo utiliza como arteria logística para suministrar armas y personal a sus fuerzas desplegadas en el sur de Ucrania.

El ataque al puente ocurre apenas dos días después de una audaz ofensiva con drones del SBU contra aeródromos militares rusos situados a miles de kilómetros del territorio ucraniano. Según Malyuk, esa operación causó daños estimados en 7.000 millones de dólares y afectó al 34% de los portamisiles de crucero estratégicos de Rusia, utilizados para bombardear ciudades ucranianas.

Ese mismo fin de semana, dos puentes ferroviarios colapsaron en las regiones rusas de Bryansk y Kursk. Moscú culpó a Ucrania, aunque Kiev no ha hecho comentarios al respecto. Estos hechos, junto al ataque al puente de Crimea, forman parte de un patrón creciente de acciones encubiertas y operaciones de sabotaje que buscan debilitar la capacidad ofensiva rusa desde dentro de su propio territorio.

Soldados de la 24.ª Brigada Mecanizada, llamada así por el rey Danylo, de las Fuerzas Armadas de Ucrania disparan un obús autopropulsado M109 Paladin contra tropas rusas en una línea de frente - PHOTO/ REUTERS 

Desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022, Moscú ha intentado consolidar su control sobre los territorios ocupados en el este y sur de Ucrania. Pero estos últimos ataques muestran que Ucrania no ha perdido la capacidad de golpear los símbolos de poder del Kremlin, así como sus capacidades estratégicas y su red logística.

Negociaciones estancadas en Estambul

Todo esto sucede mientras representantes de Ucrania y Rusia se reúnen en Estambul para reanudar conversaciones de paz. Sin embargo, el clima en la mesa de negociaciones continúa tenso. 

Kiev se ha mostrado dispuesto a aceptar un alto el fuego inmediato de 30 días, según una propuesta del presidente estadounidense Donald Trump. No obstante, Ucrania ha reafirmado su rechazo a reconocer la anexión rusa de cualquier parte de su territorio y mantiene su aspiración de ingresar en la OTAN.

El jefe de la delegación rusa y asesor presidencial, Vladimir Medinsky, habla con la prensa después de una reunión en el Palacio de Ciragan el día de la segunda ronda de conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, en Estambul, Turquía, el 2 de junio de 2025 - REUTERS/ MURAD SEZER

Por su parte, Rusia ha presentado un memorando de condiciones que incluye viejas exigencias maximalistas, como el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la desmilitarización de Ucrania, que Kiev y sus aliados consideran inaceptables.