Un adolescente ahmadí muere a causa de las heridas sufridas en un ataque extremista en Bangladesh
La Comunidad Musulmana Ahmadía ha denunciado la muerte de un adolescente ahmadí a causa de las heridas padecidas en un ataque extremista llevado a cabo el 5 de agosto en Bangladesh.
Según un comunicado oficial de la Comunidad Musulmana Ahmadía, durante los atentados de Ahmednagar y Panchagarth, Shahriar Rakeen fue golpeado mortalmente en la cabeza. Mientras, otras 22 personas también resultaron heridas.
A continuación, se reproduce el comunicado oficial de la Comunidad Musulmana Ahmadía:
Lamentamos comunicar la muerte, el 8 de noviembre de este mes, de Shahriar Rakeen, un joven bangladeshí de 16 años, que fue brutalmente agredido durante los ataques extremistas del 5 de agosto.
Durante los atentados de Ahmednagar y Panchagarth, Rakeen fue golpeado en la cabeza con un arma letal. Trataron de salvarle la vida en varios hospitales, pero murió en el Hospital de Neurociencias de Dacca, donde se hallaba ingresado desde el 7 de agosto.
Otras 22 personas también resultaron heridas durante estos episodios de violencia contra la Comunidad Musulmana Ahmadía.
La Comunidad Musulmana Ahmadía está sometida a constantes amenazas en esa zona y tememos, además, que se incrementen las denuncias falsas en su contra.
Pedimos, por lo tanto, que se ponga fin a las conspiraciones y el acoso a que nuestra comunidad se ve sometida, y que el Gobierno tome medidas contra los conspiradores que incitan al odio.
Llevamos muchos años alzando la voz contra los ataques a casas, tiendas, lugares de culto y tumbas de los musulmanes ahmadíes. Los ataques contra sus miembros no dejan de aumentar. La mayoría de estos sucesos han salido a la luz a través de las redes sociales y de las ONG internacionales.
Por ello, una vez más, instamos encarecidamente a la comunidad internacional a que inste al Gobierno de Bangladesh a que asuma su responsabilidad de proporcionar protección efectiva y libertad de práctica religiosa a los ahmadíes, garantice que los autores de tales actos criminales sean llevados ante la justicia y a que adapte sus leyes y prácticas a las normas internacionales, tal como se establece en el artículo 20 y en los artículos 2, 18 y 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y en los artículos 25 y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.