Erling Kagge: “Todos somos exploradores del mundo”
La Sociedad Geográfica Española (SGE) ha rebasado su primer cuarto de siglo de existencia, consolidando la larga tradición de exploración en España. Fundada en 1997, su principal objetivo era revitalizar la geografía y el viaje, la exploración del planeta, la difusión del saber científico y la conciencia ecológica.
En estas casi tres décadas de existencia, su proyecto cultural ha unido a gentes provenientes de todos los ámbitos en el interés común de recuperar la memoria de los grandes exploradores y descubridores españoles, así como dar a conocer al mundo las aportaciones actuales de geógrafos y viajeros españoles.
Este año se cumplen también 25 de la instauración de sus premios anuales, destinados a personas e instituciones de todos los campos de la investigación geográfica, incluyendo historiadores, paleontólogos, médicos, aventureros o filósofos. Su entrega se ha convertido ya en una cita imprescindible de la vida cultural madrileña y española. Así lo resaltó el presidente de la SGE, Juan Ignacio Entrecanales, al declarar que “estos premios son para todos aquellos que tienen vocación de conocer y cambiar el planeta en el que vivimos”.
Así lo rubricó también el primer astronauta español, Michael López-Alegría, y el cuarto del mundo con más viajes espaciales a sus espaldas, además de ostentar con la NASA el récord de actividades extravehiculares fuera de la estación espacial. Reconocido con el Premio de Honor, a su juicio, “estamos viviendo un momento de inflexión en los vuelos tripulados al espacio” con la incorporación de numerosas empresas privadas.
El noruego Erling Kagge, Premio Internacional, fue más allá: “Todos somos exploradores del mundo, pero el impulso inherente de descubrir por nosotros mismos lo que hay más allá del horizonte, está siendo domesticado”. Para él, primera persona en completar el desafío de los tres polos (Polo Norte, Polo Sur y Everest), su gran descubrimiento fue el poder transformador del silencio durante su travesía a pie en solitario del Polo Sur durante cincuenta interminables días y noches. Allí descubrió la potencia del propio silencio, porque “el cerebro es más grande que el firmamento”.
El atleta de montaña Kilian Jornet, Premio Viaje del Año, abogó por convertir las actividades deportivas en actos científicos. Autor de la extraordinaria proeza de completar en menos de 20 días la ascensión a las 82 montañas de más de 4.000 metros de los Alpes, su experiencia sirvió para la investigación fisiológica de comprobar la reacción del cuerpo humano a ese tipo de retos extremos. Insistió asimismo en la dimensión ambiental del proyecto, registrando la enorme magnitud de los cambios que se están produciendo a pasos agigantados en nuestros sistemas montañosos.
El Premio Nacional SGE 2024 correspondió al oceanógrafo, biólogo y ecologista Xavier Pastor, quién ha dedicado buena parte de su vida al trabajo en el mar y a su defensa. Fundador de Greenpeace España, reconoció que “el premio me proporciona algunos gramos extra de capital político para intentar seguir influyendo en algunas decisiones políticas, en tiempos que se anticipan como muy difíciles”.
La bióloga y directora editorial de la revista Nature, Erika Pastrana, es la galardonada con el Premio de Comunicación, por los méritos de sus publicaciones, que constituyen una gran base de datos abierta a los investigadores. Ella misma hija de un matrimonio de científicos, Erika Pastrana está considerada como una de las grandes divulgadoras de la Ciencia en el mundo, integrante del selecto grupo de científicos que deciden qué investigaciones se difunden de manera masiva.
María del Carmen Martin Rubio, Premio de Investigación, especializada en la Historia de América, es una de las mayores conocedoras del Perú Inca, descubridora, entre otros hallazgos, de la cripta mortuoria del último monarca andino, Paullu Inca; de la filiación cusqueña de la talla del Señor de los Temblores, Patrón Jurado de Cusco, y del verdadero nombre de Macchu Pichu: Patallacta. Halló también el libro que se creía perdido de Juan de Betanzos, germen de muchas investigaciones sobre los incas.
Una larga y entusiasta ovación del repleto auditorio de la Mutua Madrileña, en el que se celebró esta ceremonia, acogió la entrega al pintor y escultor Antonio López del Premio Imagen SGE 2024. En la obra de este grande e indiscutible artista contemporáneo, sus paisajes urbanos, más allá del espacio físico, son escenarios cargados de historia, de memoria y de una presencia humana que se percibe en cada esquina, en cada fachada iluminada y en la atmósfera de la ciudad que respira. En un tiempo marcado por la inmediatez, su obra nos recuerda el valor de la contemplación, de la espera, del vínculo profundo con el entorno. Con la modestia no exenta de humor que le caracteriza, Antonio López declaró: “Después de todo lo que he visto hoy aquí, tan fantástico, pienso que mi aventura ha transcurrido en unas cuantas habitaciones”.
Por último, la recuperación del lince ibérico fue reconocida con el Premio Iniciativa/Empresa, como ejemplo de cómo la cooperación y el compromiso entre personas e instituciones pueden revertir el destino de especies amenazadas de extinción. El esfuerzo ha permitido aumentar la población de solo 62 individuos maduros en 2001 a 648 en 2022, e incluso a estimar en 2.000 la población de linces a día de hoy. Por ser, además, una especie autóctona y única de la península ibérica, su conservación genera el mantenimiento simultáneo de una rica biodiversidad de fauna y flora.
Como denominador común, todos los galardonados defendieron la importancia de la ciencia y la divulgación científica para la preservación del medio ambiente y un futuro más innovador, a la vez que animaban a la Sociedad Geográfica Española a proseguir la senda que iniciara a finales del pasado siglo.