Estrategia de Preparación de la UE para prevenir amenazas y crisis emergentes y reaccionar frente a ellas
La Comisión y la Alta Representante han puesto en marcha la Estrategia de Preparación de la Unión Europea (UE) para apoyar a los Estados miembros y mejorar la capacidad de Europa para prevenir las amenazas emergentes y responder frente a ellas.
Su presentación se produce en un momento en que la Unión Europea se enfrenta a crisis y retos cada vez más complejos que no pueden dejar de tenerse en cuenta. Desde el aumento de las tensiones y los conflictos geopolíticos, las amenazas híbridas y de ciberseguridad, la manipulación de la información y la injerencia por parte de agentes extranjeros, hasta el cambio climático y el incremento de las catástrofes naturales, la UE debe estar preparada para proteger a sus ciudadanos y las funciones sociales clave que son cruciales para la democracia y la vida cotidiana.
En concreto, la Estrategia incluye 30 acciones clave y un Plan de Acción detallado para avanzar en los objetivos de preparación de la Unión y desarrollar una “cultura de preparación desde el diseño” en todas las políticas de la UE.
La presidenta Úrsula von der Leyen ha declarado lo siguiente: “Las nuevas realidades exigen un nuevo nivel de preparación en Europa. Nuestros ciudadanos, nuestros Estados miembros y nuestras empresas necesitan las herramientas adecuadas para actuar, tanto para prevenir las crisis como para reaccionar rápidamente en caso de catástrofe. Las familias que viven en zonas inundables deben saber qué hacer cuando suben las aguas. Los sistemas de alerta temprana pueden evitar que las regiones afectadas por incendios forestales pierdan un tiempo precioso. Europa está dispuesta a apoyar a los Estados miembros y a los países vecinos que son nuestros socios de confianza para salvar vidas y medios de subsistencia”.
Los objetivos y acciones clave de la Estrategia son los siguientes:
Proteger las funciones sociales esenciales de Europa:
- Desarrollar unos criterios mínimos de preparación para servicios esenciales como los hospitales, las escuelas, los transportes y las telecomunicaciones.
- Mejorar el almacenamiento de reserva de equipos y materiales críticos.
- Mejorar la adaptación al cambio climático y la disponibilidad de recursos naturales críticos como el agua.
Fomentar la preparación de la población:
- Animar a la población a adoptar medidas prácticas, como el mantenimiento de provisiones esenciales para un período mínimo de 72 horas en situaciones de emergencia.
- Integrar clases de preparación en los planes de estudios escolares e introducir un Día de la Preparación de la UE.
Mejorar la coordinación de la respuesta a las crisis:
- Establecer un centro de crisis de la UE para mejorar la integración entre las estructuras de crisis de la UE existentes.
Reforzar la cooperación civil-militar:
- Llevar a cabo ejercicios periódicos de preparación a escala de la UE, en los que participen conjuntamente las Fuerzas Armadas, la Protección Civil, la Policía, los cuerpos de seguridad, el personal sanitario y los bomberos.
- Facilitar las inversiones de doble uso.
Reforzar las capacidades de prospectiva y anticipación:
- Desarrollar una evaluación global de riesgos y amenazas a escala de la UE que ayude a prevenir crisis, como las catástrofes naturales o las amenazas híbridas.
Aumentar la cooperación público-privada:
- Crear un grupo de trabajo público-privado sobre preparación.
- Formular protocolos de emergencia con las empresas para garantizar una rápida disponibilidad de materiales, bienes y servicios esenciales y garantizar las líneas de producción críticas.
Reforzar la cooperación con los socios externos:
- Trabajar con socios estratégicos, como la OTAN, en los ámbitos de la movilidad militar, el clima y la seguridad, las tecnologías emergentes, el ciberespacio, el espacio y la industria de la defensa.
En conjunto, mediante un enfoque proactivo de la preparación, la UE aspira a construir un continente más resiliente y seguro, mejor equipado para hacer frente a los retos del siglo XXI.
Kit de supervivencia
La UE ha detallado lo que es necesario tener para poder sobrevivir 72 horas sin ayuda externa, dentro de la Estrategia de Preparación de la Unión Europea, si se produce una catástrofe climática o una guerra.
El kit de emergencia que Bruselas pide que todos los hogares europeos tengan debería incluir los siguientes elementos:
- Agua embotellada (mínimo 5 litros por persona)
- Alimentos fáciles de preparar
- Una radio a pilas
- Una linterna
- Una batería de repuesto para el móvil
- Un hornillo
- Combustible
- Cerillas
- Dinero en efectivo
- Medicamentos
- Pastillas de yodo
- Material de primeros auxilios
- Cinta adhesiva
- Un extintor
- Artículos de higiene
Antecedentes
El informe Niinistö sobre el refuerzo de la preparación de la UE concluyó que es urgente reforzar la disponibilidad y la preparación civil y militar de Europa para hacer frente a los crecientes retos actuales que afectan a la seguridad, en los ámbitos de la salud, la migración, la seguridad tecnológica, el clima, la defensa o la economía. El informe pedía un cambio profundo de mentalidad y una transformación del modo en que entendemos y priorizamos la preparación en toda la Unión Europea. Reconocía también que la preparación no es solo una responsabilidad nacional, sino un esfuerzo europeo compartido que requiere un papel más importante de la Unión en la coordinación y el apoyo a los Estados miembros en este ámbito.
Por lo tanto, la Estrategia se centra en un enfoque integrado que abarque todos los riesgos, un enfoque de la Administración Pública en su conjunto, que reúna a todos los agentes pertinentes en todos los niveles de gobierno (local, regional, nacional y de la UE) y un enfoque de toda la sociedad, que reúna a los ciudadanos, las comunidades locales y la sociedad civil, las empresas y los interlocutores sociales, así como a las comunidades científica y académica.
Además, en estrecha colaboración con los Estados miembros, la Unión tiene la capacidad para hacer frente a futuras crisis y puede ofrecer soluciones sustanciales y eficaces para los ciudadanos y las sociedades. Los acontecimientos y los riesgos a los que se ha enfrentado la Unión Europea en los últimos años, y la respuesta firme y eficaz a la pandemia de COVID-19, han demostrado que una cooperación estrecha entre la Unión Europea y los Estados miembros permite obtener mejores resultados para las personas y las sociedades.