Inicio del curso escolar en Marruecos: propuestas para mejorar el entorno educativo

Clase en la escuela primaria Oudaya en Rabat - REUTERS/YOUSSEF BOUDIA
El partido opositor pide una reunión con el ministro de Educación para evaluar y abordar los desafíos del pasado año escolar 

Con el nuevo curso escolar a punto de comenzar en Marruecos, la situación del sistema educativo ha suscitado un debate considerable, impulsado por la necesidad de abordar los retos que marcaron el año anterior. En este contexto, la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), un partido de la oposición, ha solicitado una reunión especial con el ministro de Educación Nacional, Preescolar y Deportes, Chakib Benmoussa. La USFP, que lidera la Comisión de Educación, Cultura y Comunicación en la Cámara de Representantes, ha destacado la urgencia de realizar una evaluación profunda de los problemas acumulados en el pasado año escolar, con el fin de encontrar soluciones adecuadas que eviten un curso académico difícil.

El partido ha subrayado la importancia del regreso a las aulas, señalando su impacto crucial en el proceso educativo, la motivación y el rendimiento de los estudiantes. Abdul Rahim Shahid, jefe del grupo parlamentario de la USFP, ha afirmado que "los desafíos acumulados exigen una evaluación cuidadosa para identificar sus causas y proponer soluciones que aborden los problemas de raíz". Como informa Al Arab, Shahid ha enfatizado la necesidad de una preparación anticipada para asegurar un entorno educativo que responda a las necesidades tanto de estudiantes como de docentes, evitando decisiones improvisadas y alineando el sistema educativo con las tendencias globales y los desafíos contemporáneos.

Una maestra de escuela ayuda a un alumno a leer un texto en amazigh, una lengua antigua de Rabat - AFP/ ABDELHAK SENNA

Asimismo, la USFP ha instado a examinar la infraestructura escolar y garantizar los recursos necesarios para mantener una alta calidad educativa, particularmente en las zonas rurales. Además, ha señalado la importancia de mejorar las condiciones para recibir a los estudiantes, gestionar las instituciones educativas de manera efectiva, proporcionar un ambiente escolar que estimule el aprendizaje, y fortalecer las actividades extraescolares y deportivas.

El año pasado, el sector educativo marroquí se vio afectado por huelgas en la educación pública que resultaron en la pérdida de más de 8 millones de horas lectivas en más de 12.000 instituciones. En una mesa redonda organizada por la Organización Marroquí de Derechos Humanos, la abogada y activista Mariam Jamal Al-Idrisi destacó que estas huelgas, junto con la suspensión de clases en las escuelas públicas y una respuesta gubernamental percibida como lenta, afectaron negativamente a los estudiantes, incluyendo el riesgo de deserción escolar y problemas psicológicos.

El ministro de Educación Nacional, Preescolar y Deportes, Chakib Benmoussa - PHOTO/CEDIDA

En paralelo con las demandas de la USFP, la Coordinación Nacional de Administradores Educativos de Marruecos ha anunciado una serie de huelgas y el boicot a sus funciones a partir del próximo martes 3 septiembre, para exigir mejoras en sus condiciones laborales. Entre sus reivindicaciones, destacan el reconocimiento de sus funciones como parte esencial de la administración educativa, la concesión de años de crédito para la promoción a grados superiores, y la modificación de los criterios para acceder a puestos administrativos.

Por otra parte, la participación de los profesores en el censo nacional de población y vivienda, que se llevará a cabo en septiembre, ha suscitado preocupaciones debido a que su ausencia en las aulas durante ese período podría interrumpir el proceso educativo y afectar el rendimiento académico de los estudiantes. A pesar de que el Alto Comisionado de Planificación ha asegurado que solo un 32% de los participantes en el censo serán docentes, persisten algunas inquietudes, especialmente entre las familias marroquíes.

Estudiantes de secundaria escuchan a su profesor en clase en Rabat - REUTERS/YOUSSEF BOUDIA

El ministro Chakib Benmoussa también ha sido objeto de observaciones, particularmente por la decisión de excluir a los profesores de las escuelas de liderazgo del censo, permitiendo sin embargo la participación de otros funcionarios de instituciones públicas. Sin embargo, estas críticas han sido manejadas con discreción, y se espera que se tomen medidas para abordar cualquier preocupación de manera equitativa.

En conjunto, aunque los desafíos que enfrenta el sistema educativo en Marruecos son significativos, también es evidente un compromiso creciente entre los distintos actores por encontrar soluciones que permitan mejorar la situación. El próximo curso escolar, si bien cargado de retos, también ofrece una oportunidad para que el país refuerce su compromiso con la educación de calidad y avance hacia un sistema más inclusivo y eficiente, en beneficio de todos los estudiantes marroquíes.