Marruecos busca mejorar la educación de la mano de la OCDE
Marruecos ha conseguido avanzar en uno de los sectores más importantes del país a nivel social. La educación es una de las carpetas que más preocupa al Gobierno de Aziz Akhannouch y que, al mismo tiempo, más margen de mejora tiene. Aunque, eso sí, ese margen ha ido disminuyendo gracias a los esfuerzos marroquíes que han logrado una mejora en acceso a la educación, el logro de la educación primaria universal y el aumento de la matrícula en la educación secundaria inferior y superior.
Informe OCDE: mejora, pero con brechas por cerrar
Marruecos ha experimentado un crecimiento en varios de los sectores más importantes de la educación, aunque aún queda mucho trabajo por hacer. Así lo refleja el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que se encarga de examinar las políticas y prácticas de autoevaluación, seguimiento y apoyo externo de los colegios en Marruecos, y, al mismo tiempo, cómo estas pueden ayudar al reino alauí a alcanzar los objetivos estratégicos del Gobierno.
Uno de los problemas fundamentales en este sector es la brecha que existe entre los estudiantes en escuelas rurales y los de zonas urbanas. El informe de la OCDE señala que la diferencia de resultados es muy notoria, teniendo a los estudiantes marroquíes de 15 años de las regiones rurales por debajo del promedio de la organización. Sin embargo, la tendencia hace pensar que esto podría cambiar ya que la propia OCDE ha elogiado los esfuerzos de Marruecos por dar la vuelta a la situación.
Pautas de mejora de la OCDE
Marruecos ha mostrado su compromiso por seguir mejorando sus instituciones educativas, como viene haciendo durante los últimos años. La idea es poner el foco en los propios colegios y hacer de estos actores centrales, mejorando así el nivel educativo del país. Además, se pone un fuerte énfasis en el “establecimiento de un marco para la autoevaluación escolar y el seguimiento del desempeño”.
Y lo hace porque el objetivo es integrar una serie de buenas prácticas y metodologías de aprendizaje. Al menos esa es la idea a corto plazo. Mirando más al futuro, Marruecos quiere promover un sistema de autoevaluación y planificación de mejoras. La intención es que también pueda servir “como base para auditorías e inspecciones pedagógicas si evolucionan hacia exámenes más estructurados centrados en la calidad del aprendizaje y las prácticas de enseñanza de las escuelas”.
Para ello, desde le OCDE han redactado unas pautas que Rabat tendrá en cuenta para mejorar su posición en el informe que elabora la organización. Instan a las autoridades marroquíes a fortalecer las capacidades de “liderazgo pedagógico”, como también de hacer un seguimiento más pormenorizado de las escuelas que permita ver los fallos de cada una y poder así continuar mejorando.
El hecho de autoevaluar y mantener un monitoreo del desempeño del progreso escolar haría posible una comparación entre los centros educativos, mostrando “indicadores clave mediante paneles”. Gracias a ellos, serían los propios colegios quienes evaluarían su progreso, al mismo tiempo que sirve de comparativa con otros centros de características similares, posibilitando también un canal de comunicación de ayuda recíproca.
