Las juezas marroquíes, luchadoras por la paridad en el tercer poder
- Los logros de la jueza marroquí: estadísticas
- La Asociación Marroquí de Mujeres Juezas
- Apuesta por la continuidad hasta llegar a la paridad
- Igualdad de oportunidades para una mejor representación femenina
La mujer marroquí ha podido marcar su huella e imponer su presencia muy temprano al lado del hombre en la carrera judicial. Pocos años después de la independencia del Reino, las mujeres consiguieron integrarse en el sector de la justicia, a principios de los años sesenta del siglo pasado; lo que constituía algo raro en la región árabe.
Las disposiciones de la Constitución marroquí, particularmente el artículo 19 y 115, estipulan la igualdad entre la mujer y el hombre y prohíben la discriminación de género. En cuanto a la mujer jueza, el Consejo Superior de Poder Judicial vela por gestionar la situación profesional de todos los jueces según los principios de igualdad de oportunidades, merecimiento, competencia, neutralidad, imparcialidad y sobre todo paridad.
A fin de asegurar una representación honorable de las mujeres en los puestos decisorios, el legislador constitucional adoptó en 2011 el estilo de cuota. De hecho, el Consejo Superior de Poder Judicial cuenta hoy en día con tres mujeres entre sus diez miembros electos. Lo que permitió a la mujer jueza, por primera vez, llegar a la membresía del Consejo con dos juezas electas del Tribunal de Primera Instancia y una de Apelación.
Los logros de la jueza marroquí: estadísticas
Los años ochenta han sido testigos de la llegada de la primera jueza a la Corte de Casación cuando nombraron a la primera mujer consejera en 1987; así como llegó por primera vez en 1995 al grado excepcional en su ascenso laboral.
No obstante, su nombramiento en el cuerpo judicial ha sido siempre insatisfactorio; ya que el verdadero arranque y la verdadera presencia de la mujer en el panorama judicial nacional no se inició más que en los años noventa cuando se nombró a mujeres juezas en puestos de responsabilidad en los tribunales.
Enseguida, las juezas marroquíes tuvieron acceso a los diferentes dominios judiciales y los centros de decisión como presidentas de cámaras en el Tribunal de Casación, presidentas de la Corte de Apelación, presidentas de juzgados y procuradoras de Rey en la Fiscalía General.
En la actualidad, según estadísticas del Consejo Superior de Poder Judicial hasta marzo 2023, el número de mujeres juezas llegó a 1.068 juezas; es decir, el 26% del total de la función judicial, que incluye 874 en la Justicia de Sentencia (21,74%) y 180 en la Fiscalía General (4,36%).
Su presencia en el Poder Judicial ha experimentado un aumento. Mientras que en 1998 se contaban 375 mujeres juezas, en este año suman 1.068, alcanzando el 26% del total de jueces en el Reino.
Hasta marzo de 2023, 20 juezas marroquíes ocupan puestos de responsabilidad judicial en Tribunales de Apelación, de Primera Instancia y Fiscalía General, en comparación con 2021 que registró sólo 11 responsables; lo que refleja un aumento notable del número de las responsables judiciales, casi el doble.
Las juezas marroquíes han podido con merecimiento y gran competencia ser fieles a los compromisos nacionales e internacionales como miembros en el Tribunal Constitucional o en los consejos de gobernanza y en las misiones de gestión en la administración judicial; así como en los tribunales y las comisiones internacionales en dominios de la Justicia y Derechos Humanos.
La Asociación Marroquí de Mujeres Juezas
Con la Constitución de 2011, que permitió a los jueces y a las juezas la posibilidad de fundar asociaciones profesionales, la jueza marroquí no ha tardado en aprovechar esta oportunidad. Así, Aicha Naciri fundó, en el mismo año, la primera asociación líder en el mundo árabe dedicada a las juezas: la Asociación Marroquí de Mujeres Juezas.
La asociación ha participado de manera eficiente en el diálogo nacional para reformar el sistema de la Justicia en 2012, sobre todo en lo que atañe a la aplicación del artículo 19 de la Constitución relativo al principio de la paridad en el dominio judicial.
La jueza presentó propuestas importantes a nivel del Estatuto General de los Jueces y la Ley Orgánica del Consejo Superior de Poder Judicial; así como expuso un escrito de alegaciones focalizado sobre la necesidad de fortalecer el principio de la paridad tanto en el sector judicial en general como en el Consejo Superior de Poder Judicial.
Después de la lucha de la asociación, en este sentido, la mujer jueza ocupó por primera vez el puesto de procuradora de Rey en el Tribunal de Primera Instancia en 2021; cuando, por primera vez en la historia de la Justicia marroquí, se nombró una procuradora de Rey en el Tribunal de Primera Instancia Ordinaria, así como se nombró a la primera presidenta del Tribunal de Apelación, el mismo año.
La fundadora de la Asociación de Mujeres Juezas, Aicha Naciri, señaló: “Gracias a los esfuerzos de la asociación, el número de las juezas ha experimentado un aumento considerable; así como las tareas otorgadas a ellas se van diversificando. Se agrega el aumento del número de mujeres juezas que llegan a los centros de decisión y puestos de responsabilidad en Marruecos”.
La Asociación Marroquí de Mujeres Juezas se considera un espacio que permitió a la jueza marroquí defender sus derechos y ejercer una influencia significativa en los contextos de reforma planteados; a través de adoptar programas audaces para permitir a la mujer jueza contribuir eficientemente a la mejora de la situación de la mujer y el desarrollo de la sociedad marroquí.
Apuesta por la continuidad hasta llegar a la paridad
Los logros de la asociación para las juezas mujeres son muy honorables y la asociación seguirá su lucha por realizar las expectativas de las juezas marroquíes bajo el lema “La continuidad hacia la paridad”.
“Alabamos la actitud del Consejo Superior de Poder Judicial, que despliega grandes esfuerzos para realizar la paridad y abrir acceso a los puestos de responsabilidad para las mujeres juezas considerándolas una parte importante y eficiente en el panorama judicial”, subrayó Bouchra Salim, la actual presidenta de la Asociación Marroquí de Mujeres Juezas.
Naciri, exmiembro del Consejo Superior de Poder Judicial, exprocuradora de Rey en el Tribunal de Primera Instancia en Casablanca y actualmente consejera en la Corte de Casación, afirmó a Atalayar que “la dificultad de resistir la cultura machista que reina en el aparato judicial y la ausencia de motivaciones que empujan las mujeres juezas a postular para puestos de responsabilidad impiden a las juezas ocupar los cargos deseados a nivel de puestos decisorios en los centros de responsabilidad”.
Bouchra Salim agregó, en este sentido, que es necesario reconocer que la presencia de la jueza en el aparato judicial ha dado una imagen positiva de la mujer marroquí; desvelando sus competencias y su capacidad de cumplir sus misiones con toda neutralidad, imparcialidad y transparencia.
Igualdad de oportunidades para una mejor representación femenina
En lo que se refiere a la distribución de los trabajos dentro de los tribunales, se ve una tradición arraigada para algunos responsables judiciales que consiste en asignar a las mujeres juezas o sea en la Fiscalía General o Judicatura Ordinaria unos tipos terminados de expedientes, especialmente casos de la familia, de sucesos, de violencia contra la las mujeres, casos civiles, sociales y comerciales, mientras que no le dan casos penales, documentación, jurisdicciones de instrucción y los delitos flagrantes en general.
En 2020, fueron nombradas dos juezas, por primera vez, para hacer tareas de la documentación a nivel nacional, siendo un paso avanzado hacía la realización de la paridad; sobre todo, sabiendo que el acceso a esta misión ha sido exclusivo para los jueces hombres.
“Hay que unir esfuerzos, trabajar juntos y defender a todos los niveles los derechos de la mujer jueza a fin de realizar una representación significativa de la mujer jueza en los centros de toma de decisiones y difundir la cultura de equidad y el principio de igualdad de oportunidades en el campo profesional”, concluyó Naciri.
La responsabilidad de la mujer jueza es igual a la de su compañero juez. Impartir justicia no es exclusivo para un género determinado, sino que está condicionado por características y competencias particulares que capacitan a cada uno que cumple todos los requisitos para llevar a cabo esta función sensible, según explicó a Atalayar Bouchra Salim, consejera en el Tribunal Comercial de Apelación en Casablanca.