Las autoridades de regionales organizan el primer foro turístico de esta parte sur de Marruecos

La provincia marroquí de Assa Zag se abre al turismo

PHOTO/ Noureddine Agharas via Assa Zag CPT - Foro de promoción turística de Assa Zag

La provincia más grande de la región de Guelmin Oued-Noun, al sur de Marruecos, y considerada la puerta de entrada al Sáhara y al Gran Magreb. Assa Zag es uno de los rincones desconocidos de Marruecos que no dejan de sorprender a los visitantes a lo largo de sus cerca de 27.000 km de hamada, el desierto rocoso que cubre la mayor parte del lugar.  

Durante la primera semana de octubre las autoridades locales, en colaboración con las del Gobierno central marroquí, organizaron en la cabeza provincial, Assa, el primer foro de promoción turística para dar a conocer internacionalmente las capacidades de la región, que intenta posicionarse con una oferta entre la cultura, la arqueología, la aventura y la biodiversidad. 

El sector, aunque no desconocido, no es objeto aún un desarrollo real, falta de inversión extranjera y de una estructura o plan claro por parte de las administraciones. La región, de interior y sin acceso al mar, no es a veces tan accesible o conocida como otras pese a todo lo que se esconde entre sus lomos de piedra negra.  

“Ante todo, en Assa Zag el turismo debe de construirse de forma sostenible. Es una región muy poco poblada, casi menos de 1 habitante por kilómetro cuadrado. Este dato es esencial para estructurar el turismo aquí”, comenta en conversación con ATALAYAR Mohammed Amal Karrioun, presidente de Majestic Tours y expresidente de la Federación de Agencias de Viajes Marroquíes. Parece ser la intención de la administración local, que comprende que la mejor forma de aprovechar los recursos de la región es tomar el camino totalmente opuesto al turismo masivo y de “todo incluido”.  

“El éxito vendrá cuando se consigan hacer venir a grupos grandes o familias enteras. Son los que más dinero dejan en una región y que por tanto mayor impacto positivo tienen desde un punto de economía de escalas”, indica. 

Karrioun desarrolló durante el foro de Assa su propuesta para el turismo local, basado en el estudio de dios jóvenes turcos en 2018 para la promoción del turismo rural en el Magreb. “Dos de cada tres turistas que vienen a Marruecos expresan su deseo de visitar lo que hay más allá de las grandes ciudades como Marrakech, y conocer el mundo rural. Aquí hay algo que tenemos que aprovechar”, sostuvo el veterano del turismo marroquí. Su propuesta se basa en 4 pilares: actividades rurales, vida rural, patrimonio y medio ambiente, todo hecho para tener el mejor impacto societal posible.  

El foro fue también la ocasión para presentar nuevas vetas en los recursos de la región. El profesor Ali Chaab, del Institut Scientifique de Rabat, tomó la palabra para presentar el patrimonio geológico de la provincia de Assa Zag, que se pueden dividir en 10 tipos. Para Chaab, el patrimonio geológico de Assa Zag es algo más que un atractivo turístico. “Es un legado de otro tiempo. La historia grabada en la piedra”, resumió Chaab.  

“Cuando queremos valorizar el patrimonio geológico, pensemos enseguida en los geoparques”, dijo Ali Chaab, que presentó un modelo adaptado de los geoparques de Chaouen para Assa Zag, basado en la microespecialización local dividida en los distintos tipos de formaciones geológicas con las que cuenta la provincia.

El Instituto Superior Internacional de Turismo de Tánger también intervino en el foro a través de uno de sus expertos, el profesor Abderrazak Ben Ataya, que puso sobre la mesa varias fórmulas para valorizar la marca Assa Zag desde un punto de vista del marketing. Una valorización que pasa por dar una importante atención a los productos de la tierra. Miel, artesanía, goma arábiga… “Aquí hay autenticad y cultura en todos los platos. La gente puede probar el país a través de su cocina”, destacó Ben Ataya.  

Pero también a los productos turísticos de proa de lo que debe ser el proyecto turístico de la provincia. Para Abderrazak Ben Ataya es primordial la asociación con colaboradores “serios” para alcanzar el éxito en estos objetivos. El experto en promoción turística sostuvo que las cooperativas locales, muchas veces en manos de mujeres, deben de ser esos actores que ayudan a hacer avanzar el proyecto.  

La profesora y coordinadora de proyecto de la Universidad de Montréale, en Canadá, Laila Oubeinaïssa-Giardina, continuó con la primera parte del foro con una conferencia sobre la transmisión de saberes y de patrimonio. Oubeinaïssa-Giardina, que coordina un proyecto con las escuelas de Assa, puso el acento en la importancia de transmitir el valor cultural y patrimonial de la tierra a sus propios habitantes.  

Oubeinaïssa-Giardina ha conseguido convertir prácticas sociales y turísticas, como la imagen de mujeres hasanís jugando al hagrour, un juego tradicional del Sáhara, en problemas matemáticos, por ejemplo. “Son transformaciones del patrimonio en su versión tradicional en otras formas”, explicó la profesora de Quebec, con ejemplos de versiones de los mismos juegos reproducidas en redes sociales.  

Las conclusiones del primer foro de turismo de la provincia de Assa Zag, en palabras de los ponentes, es que a la región aún le queda mucho trabajo y esfuerzo por parte de todos los actores sociales para ver florecer su turismo. El atractivo existe para una forma de turismo distinto y para espíritus inquietos y que busquen algo más que un hotel. Aventura, cultura autentica, historia y deportes son los grandes puntos que la administración y la inversión privada deberán de explotar para conseguir un desarrollo económico con impacto en la región.  

El foro, principalmente dirigido a los profesionales del turismo marroquí, coincide con la inauguración anual de la fiesta más importante de la región: el Mússem de Assa. Se trata de una fiesta, parecida a las fiestas mayores en España, que gira en torno a la Zawiya de Assa. La Zawiya es una institución de educación teológica que lleva alrededor de 700 años en la ciudad del Sáhara. Durante los días que dura el Mússem, comerciantes, artistas y artesanos se reúnen en la gran explanada de Assa, montan sus tiendas y ofrecen sus productos mientras que los jinetes de camello compiten en carreras y los caballeros práctican sus Tbourida, las fantasías a caballo tan particulares de Marruecos. El Mússem concluye el domingo, con la ceremonia de sacrificio de un camello, del cual la carne se reparte entre todos los asistentes.