La región montañosa del Alto Atlas, la más afectada por el terremoto de Marruecos
El terremoto de magnitud 6,8 que tuvo lugar a últimas horas del pasado viernes, 8 de septiembre ha afectado especialmente a la ciudad de Marrakech y a las cinco provincias que rodean el lugar del epicentro.
La atención y las labores de rescate se dirigieron en primer lugar hacia la ciudad de Marrakech, donde se han registrado importantes daños personales y materiales, especialmente en la medina, declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1985, y uno de los atractivos turísticos más importantes de Marruecos. En 2022, la ciudad atrajo a más de 2,2 millones de visitantes.
Numerosas viviendas y edificaciones tradicionales situadas en las estrechas calles del casco histórico de Marrakech se han visto afectadas o se han derrumbado, mientras que los ciudadanos se agolpaban en las plazas ante el temor de que se produjeran nuevas réplicas.
Parte de las famosas murallas rojizas y la Mezquita de Koutoubia se han visto también afectadas por el seísmo, que de momento se ha cobrado la vida de 2.681 ciudadanos marroquíes.
Alto Atlas
Además de Marrakech, el terremoto ha provocado también importantes daños en numerosas aldeas del Alto Atlas y del Valle de Ouargane. La situación en estas zonas resulta especialmente complicada, ya que las vías de comunicación son escasas debido a la orografía, y algunas carreteras y líneas telefónicas han quedado inutilizadas tras el terremoto.
El epicentro del mismo se situó a unos 50 kilómetros al oeste de Oukaimeden, una popular estación de esquí en las montañas del Atlas. Algunas aldeas quedaron tan aisladas que han tardado más de un día en comenzar a recibir ayudas.
El Ejército marroquí logró abrirse paso hacia las montañas y los primeros convoyes comenzaron a llegar a las aldeas más afectadas en las primeras horas del sábado, 9 de septiembre.
En las redes sociales se han publicado numerosas imágenes del despliegue del Ejército, con largos convoyes de camiones dirigiéndose a las zonas afectadas e incluso helicópteros de transporte y de rescate, que han acudido a los lugares de más difícil acceso.
El tipo de construcción característico de la zona, a base de ladrillos de adobe, ha provocado que los daños sean mucho más importantes. En la zona inmediatamente próxima al epicentro se encuentran pueblos como Addasil, Amizmiz o Azgour, esta última una aldea de unos 200 habitantes, en la que se han registrado más de 15 víctimas mortales.
También se han registrado daños considerables en Moulai Brahim, donde se ha contabilizado medio centenar de víctimas. En esta localidad turística, que cuenta con unas vistas impresionantes de las gargantas y los valles de la cordillera del Alto Atlas, se han producido también importantes daños materiales en algunos edificios como la mezquita.
En Tinmel, los daños han sido también considerables, especialmente en su histórica mezquita del siglo XII, uno de los lugares de mayor relevancia histórica del Alto Atlas. Un monumento que estaba en lista de espera para ser declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y del que ahora apenas quedan algunos muros en pie.
Desde el Ministerio de Cultura de Marruecos se han comprometido a dotar los fondos necesarios para su restauración.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), terremotos de esta envergadura son “poco comunes, pero no inesperados” en Marruecos. El terremoto más trágico de la historia reciente del Reino tuvo lugar en 1960 y provocó más de 12.000 víctimas mortales.
En aquella ocasión, el epicentro se situó cerca de la ciudad de Agadir, situada a unos 120 kilómetros del sudoeste del epicentro del terremoto del pasado 8 de septiembre.