La retirada rusa de las exportaciones de cereales desencadena una crisis alimentaria regional
La decisión de Rusia de retirarse del acuerdo de exportación de cereales está causando preocupación en el Norte de África y Oriente Medio, especialmente en países como Egipto, Túnez, Jordania y Líbano. Estas naciones tienen dificultades para asegurar la importación de grano debido a la crisis financiera y a la escasez de divisas.
El descenso de los precios de los cereales ha aliviado la gravedad de la crisis del pan en la región, pero en el horizonte se vislumbra una nueva crisis que se espera empeore la situación alimentaria. El aumento de los precios de los alimentos, las temperaturas extremas, la sequía y la fuerte disminución de las cosechas agrícolas se suman a los retos a los que se enfrentan estas naciones.
En el pasado, algunos países intentaron desviar la culpa de la crisis alimentaria, citando las secuelas de la pandemia de Covid como un factor repentino e imprevisto. Sin embargo, a medida que la situación empeora, la población se muestra escéptica ante tales justificaciones y exige a sus gobiernos responsabilidad y soluciones.
Según informa el medio Al-Arab, los expertos predicen que la retirada de Rusia del acuerdo de exportación de cereales agravará la crisis mundial de seguridad alimentaria y provocará una mayor inflación de los alimentos en los países de renta baja, especialmente en el norte de África y Oriente Medio.
La región de Oriente Medio se ve muy afectada por la rescisión del acuerdo sobre cereales, ya que muchos países dependen en gran medida de los productos alimentarios agrícolas procedentes de Ucrania y Rusia. Turquía, Egipto, Sudán, Túnez y Marruecos se encuentran entre los países más afectados, según informa Naciones Unidas.
Egipto, con una población de aproximadamente 100 millones de habitantes, se ha visto muy afectado por la guerra en Ucrania, lo que ha provocado una subida de los precios del trigo, el alimento básico del país. La fuerte caída de la libra frente al dólar estadounidense ha avivado aún más los temores inflacionistas y la preocupación por la seguridad alimentaria de Egipto.
Túnez se enfrenta a temporadas secas consecutivas, que afectan negativamente a sus cosechas de cereales. La Unión de Agricultores ha advertido que la cosecha de esta temporada será desastrosa, y que el País necesitará importar el 90% de su trigo debido a la sequía.
Regiones como Líbano, Yemen y Jordania son especialmente vulnerables, y algunos se enfrentan a amenazas existenciales, especialmente Egipto, según un informe del Instituto de Estudios de Oriente Medio.
Es probable que la decisión de Rusia afecte desproporcionadamente a los países del Cuerno de África, que ya están luchando contra la sequía, según el gobierno de Kenia.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó una dura advertencia, afirmando que la decisión de Rusia podría poner a cientos de millones de personas en riesgo de inanición, lo que acarrearía graves consecuencias.
Rusia suspendió su participación en el acuerdo de exportación de cereales, de un año de duración, alegando promesas incumplidas en relación con las exportaciones de alimentos y fertilizantes.
El acuerdo, facilitado por Naciones Unidas y Turquía en julio del año anterior, pretendía hacer frente a la crisis alimentaria mundial y superar los obstáculos adicionales derivados de la invasión militar rusa de Ucrania.
Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, subrayó que la responsabilidad de aplicar el acuerdo ruso recae en las Naciones Unidas; si quieren que Moscú entable conversaciones más amplias para reanudar las exportaciones ucranianas.
Por otra parte, el ministro de Agricultura ucraniano informó de que 60 mil toneladas de grano destinadas a la exportación y almacenadas en el puerto de Chornomorsk, cerca de Odessa, fueron destruidas por los ataques rusos durante la noche.
El presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, expresó su preocupación por la creciente división entre países ricos y pobres, advirtiendo de que amenaza con agravar la pobreza en el mundo en desarrollo. Subrayó la necesidad de unidad y confianza entre las naciones, especialmente en estos tiempos difíciles.