Ahmed bin Saeed Al Maktoum, el árabe más poderoso del mundo

Ahmed bin Saeed al Maktoum es conocido hoy en día por ser el presidente y CEO de Emirates, la aerolínea más grande del mundo en pasajeros internacionales, y de todo el grupo, que incluye otras marcas como Dnata, uno de los proveedores de servicios aéreos con más presencia en el globo. Cabe destacar que Emirates Group lleva registrando 31 años consecutivos de ganancias. Sin embargo, en el año financiero que acabó en marzo de 2019, la empresa obtuvo 631 millones de dólares, unos datos demoledores si se comparan con los del mismo periodo anterior, implicando una reducción del 44%. Pese a ello, se registró un crecimiento en todo el negocio y el éxito futuro está asegurado al haberse lanzado inversiones en infraestructuras, como explican desde Emirates.

Cabe recordar, en este punto, que la aviación representa el significativo valor de un 28% del PIB total del emirato de Dubái. Así, ya en el año 2014, fue definido como “el hombre que puso a Dubái en el mapa de la aviación mundial”. En esta línea, cabe destacar que dirige, además, la Autoridad de Aviación Civil de Dubái.

El jeque emiratí también es el presidente del holding global Dubai World, una compañía de inversión focalizada en las áreas de crecimiento estratégico de transporte y logística, diques secos y servicios marítimos, desarrollo urbano, inversión y financieros; y del banco Emirates NBD, que se configura como uno de los grupos bancarios más importantes de la región de Oriente Medio en términos de activos. 

Solo en el año 2017, Ahmed bin Saaed consiguió tres logros fundamentales: en primer lugar, devolvió a Emirates a la cabeza global del sector, logrando un aumento del 111% en las ganancias netas en la primera mitad de su año fiscal a pesar de las difíciles condiciones; en segundo lugar, obtuvo una subida considerable del tráfico de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Dubái; y, en tercer lugar y último lugar, engrosó las ganancias del banco Emirates NBD en un 17%.

Estos 365 días de éxito empresarial le valieron para ser nombrado como la personalidad árabe más poderosa del mundo, según la clasificación anual de Arab Power (Poder Árabe) de Gulf Business 2018. El jeque emiratí ocupa el primer lugar de un total de 100 posiciones, superando a otras grandes figuras como el que fuera presidente de la petrolera estatal de Arabia Saudí, Saudi Aramco -que fue la empresa más rentable del mundo en 2018- Khalid Al-Falih, o el actual presidente de dicha compañía, Amin Nasser. “Merece estar aquí después de décadas supervisando algunos de los negocios más importantes de Dubái y, sobre todo, tras un 2017 particularmente impresionante”, aseguran los autores de la lista.

Por si todo lo que ha conseguido el jeque fuera poco, este reconocimiento ha sido engrosado recientemente con su designación como ha sido designado como jefe -temporal- de Dubai Holding LLC, una sociedad estatal de carteras de inversión global cuyo target es la construcción, el sector inmobiliario, el comercio minoritario, los negocios y medios de comunicación y los hoteles y resorts de lujo, entre otros. El conglomerado, que emplea a más de 20.000 personas, administra activos por valor de 35.000 millones de dólares. 

Además de erigirse como la figura más importante de la economía emiratí, Ahmed bin Saeed ostenta una serie de cargos gubernamentales de alto nivel, como segundo vicepresidente del Consejo Ejecutivo de Dubái -responsable de formular políticas y estrategias para el emirato de Dubái-, presidente del Comité de Desarrollo Económico y presidente del Comité Fiscal Supremo. En el marco de este último, ha obtenido uno de los mayores reconocimientos, pues ayudó a supervisar la restructuración de miles de millones de dólares de deuda en la década pasada.

“El jeque Ahmed ha contribuido en gran medida al liderazgo de Dubái a nivel mundial como centro de negocios, turismo, comercio y transporte”, explican desde una de sus marcas. “Ha estado a la vanguardia del notable desarrollo económico de Dubái durante más de 25 años”, aseveran desde otra.

En la actualidad, uno de sus cargos más reconocidos es el de director del Comité Superior de la Exposición Universal de Dubái 2020, el megaproyecto en construcción que aspira a erigirse como el evento -en mayúsculas- del próximo año. Con un presupuesto de 6.750 millones de dólares y una inversión solo en infraestructuras de 11.000 millones de dólares, está previsto que la Expo incremente la actividad económica en unos 33.000 millones de dólares hasta el año 2031, generando, además, 900.000 puestos de trabajo. El Comité asegura que todo ello se rentabilizará con la asistencia prevista de más de 25 millones de personas.