El FMI revisa a la baja el crecimiento de Argelia para 2014, pero augura buenas perspectivas económicas
02 de octubre de 2014 (22:53 h.)
Por Ahmed Brahim
Foto: Zeine Zeidane, responsable del FMI en Argelia.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Argelia para 2014. El país crecerá este año un 4%, es decir tres décimas menos de lo que había previsto el organismo presidido por Christine Lagarde. Pero la previsión es buena, muy buena incluso, si se tiene en cuenta que Argelia creció un 2,8% en 2013. El responsable de la misión del FMI en Argelia, Zeine Zeidane, indicó que “la actividad económica se ha consolidado en 2014 y el crecimiento del PIB real llegará al 4%”. El jefe del FMI en el país norteafricano presentó el informe sobre la economía argelina en rueda de prensa, en Argel. Recalcó que la inflación, que se situará en torno al 2% en lugar del 4% previsto, está controlada. El Gobierno argelino pronosticó unos datos económicos distintos: 4,5% de crecimiento -5,55% sin los hidrocarburos- y una inflación del 3,5%. Por otra parte, el déficit presupuestario será del 6% del PIB en 2014. Las causas de este déficit elevado son dos: menores ingresos por las exportaciones de hidrocarburos y nivel alto de gasto público. El FMI pidió a Argelia que “racionalice el gasto público”. Según el FMI, el sector de los hidrocarburos tendría que conocer una expansión, por primera vez desde hace ocho años, y los servicios y la construcción también.
“Una situación envidiable”
En este sentido, Zeidane aseguró que “Argelia se encuentra en una situación envidiable, porque con el paso de los años ha conseguido un margen de maniobra considerable en el ámbito de su situación financiera exterior y presupuestaria gracias a la riqueza en hidrocarburos”. Sobre la cuestión presupuestaria, Zeidane señaló que “la situación no es alarmante”, pero advirtió de que “Argelia puede evolucionar negativamente a largo término”. El delegado del FMI en Argelia valoró positivamente algunas reformas que ha llevado a cabo el Gobierno en el mercado de trabajo, pero consideró que la masa salarial es “muy importante”, y alentó a las autoridades a hacer más cambios y a racionalizar la estructura productiva y laboral. “El Gobierno tiene que mejorar el control de esta masa salarial y reducir la rigidez del mercado laboral a través de la puesta en marcha de medidas y dispositivos de apoyo a los desempleados”, puso de manifiesto Zeidane. Argelia decidió en 2012 pedir un préstamo al FMI en el marco de los 5.000 millones de dólares que este organismo internacional decidió acordar a países con necesidades financieras.
Sector exportador
Por otra parte, dos consorcios argelinos del sector agoalimentario dedicados a la exportación, GIPA y AAC, denunciaron esta semana que su país pone trabas al sector exportador. Los dos consorcios se constituyeron en el marco de un programa iniciado en febrero de 2012 por el Ministerio de Industria y Minas argelino y la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). Los dos consorcios argelinos se quejan de que la estructura económica y jurídica del país frena la exportación. Esto se debe, según los denunciantes, a que “la filosofía dominante en la economía argelina es la de importar y no la de exportar. Tenemos muchos impedimentos. Exportar hoy en día en Argelia es someterse a una humillación”. Arezki Issiakhem, propietario de la fábrica de galletas Isser Delice y presidente de Algerian Agro Cereals (AAC), entidad que agrupa a nueve empresas, denunció la falta de voluntad política de las autoridades para impulsar las exportaciones. Argelia suele importar casi 10.000 millones de dólares en productos alimenticios y sólo exporta por valor de 400 millones. Sin embargo, cada año, el país crear unas 1.000 empresas en este sector que tienen viabilidad económica. La industria agroalimentaria cuenta con unas 22.000 empresas, que representan el 33% del valor añadido de la actividad industrial y dan trabajo a 145.000 personas, el 40% de la población activa en el sector secundario.