¿Encenderá el COVID-19 la llama de la próxima recesión económica mundial?

La crisis sanitaria global provocada por el COVID-19 está sentando los cimientos de la próxima crisis financiera mundial, según han advertido desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. La epidemia del coronavirus ha provocado que los precios de crudo se hayan desplomado este lunes un 31 %, coincidiendo con la decisión de Arabia Saudí de rebajar los precios de petróleo e iniciar una nueva guerra de precios con Rusia. Riad ha tomado esta decisión después de que el país presidido por Vladimir Putin decidiese oponerse a los recortes en la producción propuestos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El precio medio del barril de petróleo Brent en marzo se ha desplomado en más de un 31,5 por ciento, siendo esta la mayor caída porcentual desde el 17 de enero de 1991, cuando comenzó la primera Guerra del Golfo. Por su parte, el crudo CLc1 del Oeste de Texas (WTI) cayó más de 24%, a 33,20 dólares por barril, después de haber caído inicialmente un 33% a 27,34 dólares, también el nivel más bajo desde el 12 de febrero de 2016.Las consecuencias no han tardado en llegar. Las bolsas asiáticas se han hundido durante unas horas, los futuros de S&P 500 se han desplomado en un 5%, lo cual ha obligado a activar un límite que previene la venta de futuros por debajo de este nivel y los futuros de Dow también han caído más de un 4,2%.

El impacto económico del coronavirus también ha afectado al mayor mercado automovilístico del mundo. Las ventas de vehículos en China se han desplomado en febrero por la epidemia del coronavirus que ha provocado la muerte de al menos 3.100 personas en China. Así, las ventas al por menor de coches han caído en un 80%, según los datos publicados por la Asociación de Coches de Pasajeros de China (CPCA), unas cifras que han sido recogidas por la agencia de noticias Reuters. En este escenario, el fabricante de vehículos eléctricos de Shenzhen BYD (002594.SZ) vendió 5.501 coches el mes pasado, un 79,5% menos que el año anterior o la empresa conjunta de General Motors en Shanghai con SAIC Motor (600104.SS) vendió solo 7.612 unidades en febrero, un 92,2% menos que en 2019.
La aparición del coronavirus ha ido acompañada de una caída de los mercados bursátiles mundiales. Mientras que el COVID-19 se propaga por el mundo, el mercado del petróleo continúa sufriendo perdidas ya que, por un lado, las restricciones a los viajes reducen el uso de combustible y, por otro, la reacción del mercado bursátil ante esta crisis sanitaria ha llevado a los inversores a tomar decisiones basadas en el miedo y la incertidumbre. "Este entorno de precios debería limitarse a unos pocos meses, a menos que este virus impacte en el mercado global y la confianza de los consumidores, lo que provocaría la próxima recesión", ha explicado Keith Barnett, vicepresidente senior de análisis estratégico de ARM Energy en Houston a la agencia de noticias Reuters.

La Agencia Internacional de la Energía ha anunciado este lunes que la demanda de petróleo se contraerá en 2020 por primera vez desde 2009. Este organismo ha recortado su previsión anual en casi 1 millón de barriles diarios, lo que indica una contracción de 90.000 barriles por día. Asimismo, los principales bancos han reducido sus previsiones de crecimiento de la demanda, mientras que el dólar ha caído bruscamente frente al yen.