Ministro de Industria, 'Marruecos ha escogido la vía de una economía abierta y liberal'
Paco Soto
Pie de foto: El ministro de Industria de Marruecos, Moulay Hafid Elalamy.
Marruecos es un país en pleno crecimiento económico, y si el proceso no se detiene, en unos años se convertirá en una economía emergente. Su economía es más dinámica que la de Argelia, aunque este país sea rico en materias primeas como los hidrocarburos, y Túnez, donde el terrorismo yihadista y la inestabilidad política lastran la actividad productiva. “Marruecos ha escogido la vía de una economía abierta y liberal, y todos los inversores extranjeros son bienvenidos”. Así lo dice el ministro de Industria marroquí, Moulay Hafid Elalamy, en una entrevista publicada por el semanario africano Jeune Afrique y realizada por la periodista Nadia Rabbaa. En este contexto de apertura económica, Marruecos, según Elalamy, es un buen lugar para las inversiones de una gran potencia emergente como China. Esto se debe, apunta el titular de Industria, a los “cambios estructurales que se llevan a cabo en China”, al aumento del consumo de la población y a que “una parte de la producción industrial china será relocalizada” en “países más lejanos, particularmente en África”. En este sentido, piensa Elalamy, “Marruecos es un polo atractivo para acoger las inversiones industriales chinas”.
“El objetivo –destaca el ministro- es activar todas las palancas necesarias para captar el potencial de inversiones y maximizar las creaciones de empleos”. El ministro de Industria marroquí es optimista sobre el proceso inversor chino en su país, y no descarta que esta dinámica pueda crear unos 850.000 puestos de trabajo en Marruecos. El potencial de empleos chinos en el extranjero podría alcanzar la cifra de 85 millones, según estimaciones del Banco Mundial (BM). El 10% de estos empleos podrían crearse en África. “Me parece realista pensar que Marruecos podría captar una parte muy importante” de estos empleos creados fuera de China, dice Moulay Hafid Elalamy. “Estos empleos no se deslocalizarán de la noche a la mañana. Necesitarán, por parte de los estados que quieran beneficiarse, la puesta en marcha de medidas adecuadas”, advierte el titular de Industria marroquí.
Empresas marroquíes
Moulay Hafid Elalamy no teme que las inversiones chinas en Marruecos acaben perjudicando los intereses de las empresas marroquíes que compiten entre ellas por el control del mercado nacional. Al revés, está convencido de que esta competencia será buena para la economía del país y las empresas locales. “Las empresas chinas que se instalen en Marruecos, serán en la práctica empresas marroquíes que contribuyan al valor añadido nacional. En mi opinión, la competencia es sana, porque permite a los operadores revisar sus posicionamientos, mejorar la competitividad e innovar”, recalca Elalamy. El ministro asegura: “Prefiero que las empresas chinas se instalen en Marruecos en lugar de hacer frente a su competencia en China”. Así las cosas, según declara el ministro de Industria, Marruecos puede desempeñar un papel de puente entre África y China. “La inclinación africana del rey Mohamed VI” juega a favor de esta estrategia, opina Elalamy. Explica que “el Gobierno y los operadores marroquíes han desarrollado excelentes relaciones con numerosos países africanos” y Marruecos “conoce y comprende a África”. Además, destaca el ministro, “las empresas marroquíes tienen mucha experiencia” en el continente africano. Por todo ello, advierte de que “si China desea seguir de manera eficaz su desarrollo en África, tendrá que contar con socios africanos sólidos” como Marruecos, que también es una “plataforma de intercambios con Europa”. Agrega: “En esta relación tripartito, Marruecos puede jugar un papel preponderante”.