El aumento de la tensión en Cachemira provoca la reacción internacional

Si bien la autonomía ya se le estaba escurriendo entre los dedos a la región de Cachemira en la India, esta semana golpeó el suelo con estrépito tras la definitiva derogación del artículo 370 de la Constitución que la dotaba de su tan polémico estatus especial. Aunque el establecimiento de un toque de queda o el despliegue de tropas militares, entre otras acciones emprendidas por el Gobierno central, ya ponían sobre la mesa el posible ejercicio de esta acción, lo cierto es que ni los cachemires ni sus vecinos están contentos con ello. No en vano, el control de este territorio ha sido origen de grandes debates -y guerras- con su antagónico Pakistán, con el que todavía comparte grandes diferencias.
India ha llevado a término sus palabras y, de este modo, planea dividir el único territorio de mayoría musulmana que gobierna, Jammu y Cachemira, en dos territorios sindicales diferentes. De un modo u otro, el Valle se está convirtiendo en un globo a punto de explotar y ante todas las implicaciones que trae consigo la próxima unificación del territorio indio, la Unión Europea (UE) ha resaltado la importancia de mantener la calma. Así, Carlos Martin Ruiz de Gordejuela, portavoz de asuntos exteriores de la UE, ha señalado que, frente a las dimensiones políticas y legales que se circunscriben a los hechos, “es muy importante evitar cualquier escalada de tensión en Cachemira y en la región".
Por otra parte, también Turquía contempla la necesidad de evitar que se disparen las hostilidades y su presidente, Recep Tayyip Erdogan, planteó la cuestión en la 11ª Conferencia de Embajadores de Turquía en Ankara, donde se discute la política exterior del país, según informa Al Jazeera. En este sentido, ya ha entablado una conversación telefónica con el primer ministro paquistaní y espera poder ponerse en contacto con su análogo indio, Narendra Modi, para reducir la tensión y evitar daños colaterales. Además, China se posicionó al respecto y criticó la decisión “unilateral” que se había tomado, a lo que el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de India, Raveesh Kumar respondió que: "India no hace comentarios sobre los asuntos internos de otros países y, de manera similar, espera que otros países hagan lo mismo".

Modi ha aseverado que el cumplimiento de esta legislación es una “ocasión trascendental” en una democracia parlamentaria. Igualmente, se expresó a través de Twitter en lo relativo a los acontecimientos: "Saludo a mis hermanas y hermanos de Jammu, Cachemira y Ladakh por su coraje y resistencia. Durante años, los grupos de interés creados que creían en el chantaje emocional nunca se preocuparon por el empoderamiento de las personas. J&K ahora está libre de sus grilletes. ¡Un nuevo amanecer, mejor mañana les espera!”. El primer ministro ha asegurado, sin asomo de duda, que la unificación del territorio se convertirá en un motor de desarrollo y prosperidad.
No obstante, si la región ya se asemejaba bastante a los añicos que deja un jarrón al quebrarse, escindirla todavía más supondrá una mayor transformación socioeconómica en el panorama. En esta línea, su adversario en la contienda y compañero de dominio en la región, Pakistán, no se ha mantenido impertérrito y se ha expresado sobre ello. El primer ministro, Imran Khan, ha hecho este miércoles un llamamiento de intervención internacional y aseveró que su Gobierno desafiará las medidas emprendidas por la India para modificar el estado constitucional de Cachemira. Así, en una sesión conjunta del Parlamento en la capital, Islamabad, ha mantenido que "vamos a plantear esto en todos los niveles, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Contemplar a estos dos divergir en la disputa es causa suficiente para que el resto de potencias contengan el aliento, puesto que la amenaza nuclear, si bien no se ha emitido directamente, e incluso se ha negado, sigue tangible en el aire. "No estoy usando el chantaje nuclear, estoy usando mi sentido común", ha garantizado Khan. A lo que ha añadido que "hacemos un llamado al mundo. Si el mundo no hace nada ahora, tendrá serias consecuencias". Asimismo, el Ejército de Pakistán se ha posicionado en la controversia y el portavoz militar ha comunicado que respaldarán a los cachemires en su “justa lucha hasta el final”.

El primer ministro de Relaciones Exteriores paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, sostuvo el lunes que "India está jugando un juego peligroso que va a tener consecuencias graves para la estabilidad y paz regional". En este sentido, se ha cerrado el espacio aéreo a los vuelos indios como una de las respuestas ante los decretos emitidos por Nueva Delhi, según ha informado el periódico El Correo del Golfo. También pretenden aumentar las represalias y consolidar el estado de alerta, como medidas para disminuir sus relaciones con India.