Bulos y desinformación: así se gestaron las “manifestaciones contra Al-Sisi” en Egipto
El viernes por la noche, saltaba la noticia de que grupos de egipcios salían a las calles de las principales ciudades del país – El Cairo, Alejandría, Suez – para exigir la renuncia del presidente Abdel Fattah al-Sisi. Las imágenes de las protestas coparon las redes sociales. La plaza Tahrir de la capital aparecía repleta de manifestantes.
Tres días más tarde, se ha conocido que la información, principalmente difundida por el medio qatarí Al Jazeera, es falsa. La publicación utilizó fotografías de las manifestaciones de 2011 para ilustrar los acontecimientos que supuestamente estaban acaeciendo a últimas horas del viernes. Con este mismo fin, la agencia estatal turca Anadolu emitió imágenes de la celebración de la clasificación del equipo nacional para la Copa del Mundo del año 2017, y el diario kuwaití Alqabas pidió disculpas por emplear estas fotografías de archivo.
Así, el diario Al Arabiya, basado en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) ha publicado este domingo un reportaje titulado: “Los medios estatales de Qatar y Turquía, bajo fuego por ‘manipular’ la cobertura de Egipto”, en el que recoge las declaraciones del ministro de Estado de Asuntos Exteriores de EAU, Anwar Gargash, quien acusa directamente a la Hermandad Musulmana, ligada a Qatar, de “instigar los últimos disturbios en un intento por socavar la estabilidad de Egipto”. “La campaña organizada de la Hermandad contra Egipto y su estabilidad han fracasado miserablemente […] Los medios de comunicación, respaldados por el grupo, se complementan con un apoyo popular genuino para el Estado egipcio y sus instituciones […] La realidad no se promueve en los medios financiados con fondos externos”, ha aseverado el responsable de Exteriores de EAU.
En esta línea, también se ha manifestado su homólogo egipcio, Sameh Shoukry: “La situación en Egipto es estable, pero algunos medios de comunicación no profesionales como Al Jazeera están propagando imágenes falsas”, declaró el funcionario a la cadena privada MBC Masr. “Esto se debe a un profundo rencor por los logros que Egipto ha logrado. Los medios hostiles lamentan estos logros”, apostilló Shoukry.
Cabe recordar, en este punto, que se atribuyó el detonante de las manifestaciones a la llamada realizada por Mohamed Ali, empresario y actor egipcio exiliado en España, quien denunciaba corrupción en la cúpula de poder de Al-Sisi. En concreto, Ali aseveraba en sus vídeos que los altos funcionarios del país malgastaban fondos en proyectos privados. Las declaraciones de Ali siguieron la línea de las estaciones de televisión leales a la Hermandad, con sede en Turquía y Qatar, que, según explica el diario emiratí, Gulf News, “han incitado en los últimos días a los egipcios a salir a las calles en masa para exigir que Al-Sisi renuncie”. Desde 2013, “la Hermandad y sus leales se han involucrado en la violencia de Egipto y han tratado de descarrilar los esfuerzos de Al-Sisi para restablecer la seguridad en el país”, continúa la publicación.
El analista Abdel Halim Qandil, en unas declaraciones recogidas por el diario egipcio Al Masry Al Youm, ha asegurado que “la Hermandad Musulmana buscó crear una escena absurda en Egipto”, pues su popularidad estaba bajo mínimos al terminarse su presencia “en solo seis meses”. Asimismo, Al Masry al Youm ha publicado el mensaje del presidente socialista unionista, Sayed Abdel Al, quien ha reiterado su rechazo “a las convocatorias sospechosas, que buscan dinamitar la relación entre el pueblo egipcio y sus Fuerzas Armadas, además de difundir el caos y derrumbar al Estado nacional, ideas que forman parte del plan de las fuerzas imperialistas y de la Organización Internacional de la Hermandad Musulmana”.
Otros medios egipcios estatales como el diario Akhbar y el diario Ahram se han hecho eco de los episodios de desinformación que sacudieron Egipto durante el fin de semana. El último asegura que “esta campaña deliberada y promovida por servicios de inteligencia de países enemigos, difundida por medios de comunicación en Qatar y Estambul tiene el fin de tumbar la revolución del 30-J y el régimen de Gobierno que eligió el pueblo”. Frente a todos estas “calumnias, mentiras y rumores”, “los ciudadanos han dado la espalda a los intentos de la Hermandad Musulmana y apoyaron al Estado”, recoge el primero.