El Ejército de Liberación Nacional (LNA) del mariscal Jalifa Haftar ha derribado cuatro drones turcos en las últimas horas

Los combates se intensifican en Libia a pesar de la propagación del coronavirus

REUTERS/ESAM OMRAN - Miembros del Ejército Nacional Libio (LNA) comandados por el mariscal Jalifa Haftar

“Las defensas aéreas lograron derribar los drones que intentaban atacar nuestras posiciones”, ha señalado en un comunicado la División de Información del Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés), comandado por el mariscal Jalifa Haftar. Esta facción se ha referido, así, a la interceptación de cuatro aviones no tripulados turcos del modelo Bayraktar-TB2 al este de Misrata, Libia, en las últimas horas. 

Del mismo modo, en la madrugada de este domingo, los combates entre el LNA y el bando rival, el Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), liderado por el primer ministro Fayez Sarraj, se han recrudecido en las inmediaciones de Alwashka, cerca de la ciudad de Sirte, al norte del territorio. También se han intensificado en AbuGrian -a 138 kilómetros de dicha localidad-, donde al menos 28 combatientes del GNA han muerto y casi otra decena han resultado heridos, en un bombardeo lanzado por las filas de Haftar. Además, la base aérea de Zwarah, que da cobijo a los mercenarios pro-Sarrah, también ha sufrido daños.

Según ha publicado el LNA en su cuenta de Twitter, el balance de los últimos enfrentamientos es el siguiente: 39 milicianos del GNA muertos, entre el frente de AbuGrian y de Trípoli, la capital; más de 20 heridos, 23 vehículos militares destruidos y cuatro drones derribados. Por parte del Ejército de Haftar, se han registrado cuatro muertos, nueve heridos y dos blindados destruidos. Con estos últimos avances, según documenta el LNA, este controlaría el 97,2% de todo el territorio libio -un 60% de la población-, mientras que la porción de terreno en manos del GNA quedaría reducida a un 2,8%, en el noroeste, donde se concentra el 40% de la población, con localidades como Trípoli, Misrata o Al-Aziziyah.

Ahora, además de atacar objetivos militares, el GNA estaría dirigiendo sus ofensivas contra instalaciones civiles, como un almacén de grano, que quedó totalmente destruido, o camiones de combustible que transportaban gasolina a las regiones del oeste del país. Estos últimos, dos, en concreto, estallaron por el fuego provocando la muerte a tres trabajadores africanos, según ha informado Al-Ain. “Las milicias continúan violando la tregua declarada desde el pasado 12 de enero y cometen crímenes de guerra, incluido el desplazamiento forzado de civiles, con el pretexto de que esas áreas queden libres de hostilidades y bombardeos indiscriminados de viviendas”, explican en la publicación.

En esta línea, cabe destacar que la situación en el país norteafricano se ha agravado, todavía más, con el estallido del brote del coronavirus. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, solicitó un alto el fuego humanitario global para cesar las hostilidades, con el fin de que se pudiera atender de forma eficaz los posibles contagios por el COVID-19. Su petición ha sido desoída por los dos bandos y la violencia ha aumentado considerablemente en los últimos días.

El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (UNHCR, por sus siglas en inglés), ha denunciado este viernes que “la lucha ha aumentado a pesar del acuerdo inicial sobre una pausa humanitaria”. “UNHCR continúa sus esfuerzos para instar a las partes en Libia a detener los combates y permitir la respuesta a la epidemia”, ha señalado el portavoz de la agencia, Babar Baloch, en unas declaraciones recogidas por The Libya Observer. Al cierre de esta edición, se han registrado en el país norteafricano 18 contagios y una sola muerte.