Tras ocho meses de suspensión de contactos, habrá nuevas reuniones a partir de este viernes

Corea del Norte y Estados Unidos vuelven al diálogo por la desnuclearización

Imagen de Donald Trump y Kim Jong-un

Corea del Norte y Estados Unidos retomarán las conversaciones por la desnuclearización del país asiático tras ocho meses de cese del diálogo, periodo dentro del cual el régimen de Kim Jong-un ha llevado a cabo diversos ensayos con misiles balísticos que preocuparon sobremanera a su vecino de Corea del Sur.

La agencia oficial de noticias norcoreana KCNA ofreció un escueto comunicado informando sobre la vuelta al diálogo entre ambos países; algo esperado y sobre lo que confiaba el presidente de EEUU, Donald Trump. Un Donald Trump que quiso ‘quitar hierro’ a las pruebas armamentísticas que hizo Corea del Norte en esta etapa de interrupción de los contactos. 

La nota oficial servida por la agencia KCNA remite a afirmaciones de Choe Son-hui, primera viceministra norcoreana de Asuntos Exteriores, en las que ha expuesto que Corea del Norte y Estados Unidos "han acordado mantener un contacto preliminar el 4 de octubre y mantener negociaciones a nivel de trabajo el 5 de octubre". "Espero que las negociaciones a nivel de trabajo aceleren el desarrollo positivo de las relaciones entre la RPDC (República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte) y EEUU", ha manifestado la viceministra, que no ha precisado el lugar donde se celebrarán estos contactos o si serán o no presenciales.

Corea del Sur, que mostró su profunda preocupación por los ensayos con misiles de Corea del Norte, ha dado la bienvenida a este avance de las negociaciones por la desnuclearización. En nota oficial, la Administración surcoreana esperaba "que se adopten negociaciones prácticas pronto en el proceso de la completa desnuclearización y la construcción de una paz duradera en la península de Corea". 

Las maniobras con proyectiles de Corea del Norte fueron justificadas por el régimen comunista como respuesta a los ejercicios militares que vinieron protagonizando en las últimas fechas Estados Unidos y Corea del Sur, considerados por el Estado norcoreano como un “simulacro de invasión”. 

La última exhibición de misiles norcoreanos en acción tuvo lugar el pasado 10 de septiembre, cuando Pyongyang disparó desde la localidad de Kaechon dos proyectiles de corto alcance hacia el mar de Japón, que llegaron a recorrer 330 kilómetros. 

Este significó en su momento el décimo ensayo de armas norcoreano en lo que va de año, después de que el régimen de Kim Jong-un estuviera 17 meses sin realizar una sola prueba de este tipo. Unas pruebas armamentísticas realizadas principalmente desde la costa oriental norcoreana y de los que fue dando cuenta Corea del Sur y su Estado Mayor para alertar sobre la amenaza que suponían para la estabilidad de la zona.

Donald Trump no dio mucha importancia a los lanzamientos de misiles norcoreanos e indicó que estos no infringían los acuerdos establecidos previamente, basados en los contactos que hubo entre ambas partes en Singapur en 2018. 

Tras esta toma de contacto, hubo una total falta de sintonía en un encuentro posterior en Hanói y ya durante el pasado mes de junio se produjo un reseñable encuentro cara a cara entre Kim Jong-un y Donald Trump en la zona desmilitarizada de la frontera entre Corea del Norte y su vecino del sur, en el que hubo consenso para volver a conversar, pero que finalmente no pudo servir en ese momento para progresar en el diálogo, el cual vuelve a retomarse en este mes de octubre. 

Sigue habiendo dudas sobre la cercanía de los posturas estadounidense y norcoreana en cuanto al programa nuclear del régimen comunista, se estima que todavía hay diferencias sensibles, pero habrá que ver cómo evoluciona este nuevo diálogo. 

En cualquier caso, hay voces discordantes que desconfían de la buena predisposición de Corea del Norte de cara al proceso de desnuclearización. Entre ellas está la de John Bolton, quien recientemente tuvo que dejar su cargo de asesor de Seguridad y que no confía en un proceso desescalada nuclear armamentística de Corea del Norte. Bolton alertó durante una charla en el ‘think tank’ del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington, en lo que significó su primera intervención pública tras su marcha de la Casa Blanca, de que Corea del Norte no ha tomado "la decisión estratégica de abandonar las armas nucleares". “La República Popular de Corea del Norte se puede convertir en el Wal-Mart o en el Amazon de la entrega de armas nucleares", llegó a manifestar de forma irónica Bolton. 

A pesar de todo, se vuelve a la senda del diálogo y el próximo 4 de octubre será la fecha señalada para una nueva ronda de conversaciones por la desnuclearización del país gobernado durante las últimas décadas por la dinastía de los Kim en una suerte de ‘régimen comunista hereditario’. 

El objetivo final continúa siendo el mismo, el de la pacificación de la península coreana, territorio que sigue en estado técnico de guerra después del fin de la guerra de Corea, que enfrentó al norte, bajo la esfera comunista, y al sur, encuadrado bajo el entorno capitalista occidental encabezado por Estados Unidos. 

En este sentido, ya hace unas semanas, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, optó por mantener el tono conciliador con el país vecino, a pesar los últimos lanzamientos de misiles balísticos. El dirigente surcoreano manifestó la voluntad de seguir aspirando a lograr la reunificación en 2045, y pidió apoyo para que las estancadas negociaciones sobre desnuclearización con EEUU sean exitosas. Parece que este 4 de octubre puede iniciarse un camino que lleve a ese éxito anhelado por Moon Jae-in, entre otros.