Daesh se adjudica el atentado contra militares en Burkina Faso

El grupo terrorista Daesh reivindicó la ofensiva del pasado martes en la que murieron hasta siete militares en la provincia de Soum, al norte de Burkina Faso, donde también fallecieron al menos 35 civiles y otros once soldados, de los cuales los yihadistas no se responsabilizaron.
A través de la red social Telegram, Amaq, agencia vinculada al grupo terrorista, señaló que "los soldados del califato atacaron la base donde se desataron combates con diferentes tipos de armas, lo que causó la muerte de siete soldados y otros heridos".
En el comunicado se explicó que antes de que estallaran los combates "un caballero del califato" condujo un coche hacia la base militar del Ejército en la ciudad de Arbinda, una localidad de la región del Sahel situada en el extremo norte de Burkina Faso, e hizo detonar el vehículo, lo que causó víctimas mortales y heridos que no se especificaron.
El pasado 25 de diciembre al menos 35 civiles, la mayoría mujeres, y 18 soldados murieron en una emboscada en la provincia de Soum, pero Daesh no se responsabilizó del resto de las víctimas mortales.
La emboscada tuvo lugar en Hallalé, al sureste de Djibo, la capital de la provincia de Soum, zona donde son habituales los ataques de los extremistas en este país de África occidental. Los soldados pertenecían al destacamento militar situado en Namissiguian (centro-norte) y se encontraban patrullando en la provincia de Soum en el momento de la emboscada.
El terrorismo en este país de África occidental se inició en abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a la red Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso de Tambao, en el norte del país; quien aún sigue desaparecido. Desde entonces ha ido en aumento el número de ataques atribuidos a grupos afiliados a Al Qaeda y a Daesh.
La región más afectada por esta creciente inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, siendo un foco habitual de ataques armados y secuestros. Pero también ha habido ofensivas en otras zonas; de hecho, en la provincia este, Burkina sufrió su peor atentado en noviembre, cuando hombres armados emboscaron un convoy de vehículos donde viajaban trabajadores de una mina canadiense y murieron 37 personas.
Burkina Faso es uno de los cinco países que componen la fuerza transfronteriza conjunta G5 Sahel -junto a Mali, Mauritania, Níger y Chad- con el objetivo de combatir el terrorismo yihadista en la región.