De estudiantes a esclavas sexuales de los yihadistas de Daesh
Susana Campo/lainformacion.com
Pie de foto: Samra Kesinovic y Sabina Selimovic, jóvenes austríacas asesinadas por el Daesh
Las dos jóvenes austríacas Samra Kesinovic y Sabina Selimovic habrían muerto tras viajar a Siria para casarse con combatientes. Las occidentales que llegan a la capital de califato viven horrorizadas bajo el yugo del los islamistas y la vigilancia de una brigada de mujeres que controlan todos sus movimientos. Dos jóvenes austríacas, Samra Kesinovic y su amiga Sabina Selimovic, abandonaron sus casas en Austria para enrolarse en las filas de Daesh. Era el mes de abril de 2014, las dos menores de edad abandonaron su hogar para “servir a Allah y morir por él”, según una carta que dejaron a sus padres antes de huir. Al llegar a Siria, las jóvenes fueron entregadas en matrimonio a combatiente locales y ahora, un año y medio se después se cree que ambas han muerto.
Esta semana, una información del portal austríaco Österreich aseguraba que Samra habría intentado escapar de la casa donde vivía y habría sido linchada hasta la muerte en consecuencia. Según declaraciones de algunas personas que convivieron con ella y pudieron escapar, la joven cayó enferma el pasado mes de octubre tras ser testigo de los atroces crímenes cometidos por los yihadistas. Tras un intento de fuga, habría sido violada de nuevo y castigada con la pena capital: lapidada hasta morir.
Su atroz historia ha inundado las redes sociales ya que estas dos jóvenes se convirtieron en la mejor propaganda de Daesh para convencer a otras jóvenes occidentales para que se unieran a sus filas en Siria e Irak. Pese a que las informaciones son contradictorias y el gobierno austríaco se niega a confirmar o desmentir esta información, la realidad es que tras la publicación de esta noticia también ha salido a la luz que su amiga Sabina también habría muerto. En su caso, habría sido alcanzado por un bombardeo. Los expertos en lucha antiterrorista de Naciones Unidas la daban por muerta desde finales de 2014. Pese a que se cree que las dos jóvenes austríacas se radicalizaron después de asistir a una mezquita local dirigida por un predicador radical, Ebu Tejma, cada vez más, las jóvenes occidentales se radicalizan a través de la red.
La red, principal foco de radicalización de las jóvenes occidentales
El trágico final de las dos jóvenes austríacas vuelve a recordarnos lo vulnerables que son las adolescentes occidentales y el gran impacto del brazo propagandístico con el que cuenta los yihadistas. Según Interpol, se calcula que Daesh publica alrededor de 100.000 tuits diarios. En palabras del experto Clint Watts de Foreign Policy “Ninguna organización terrorista ha explotado tanto las redes sociales como ha hecho Daesh que tan ocupado promocionándose en Internet que parece Justin Bieber".
Como sucede en la inmensa mayoría de los casos de radicalización de adolescentes occidentales, el camino hacia el infierno arranca en la red, en la oscuridad de sus habitaciones, con un teléfono móvil o un ordenador. Los yihadistas utilizan Twitter y Facebook y otras aplicaciones menos conocidas, como Ask Fm o Diaspora, de manera intensiva para favorecer el la captación y reclutamiento de nuevas mártires.
Una vez en el Califato, las jóvenes occidentales se convierten en las esposas de los combatientes extranjeros, un triste destino del que no pueden escapar ya que una brigada de mujeres, conocida como la brigada Al-Jansa, las vigila, controla e impone una vida al servicio de los muyahidines. Cubiertas de negro de la cabeza a los pies y empuñando armas automáticas, el grupo ha sido acusado de dar palizas salvajes en las calles de Raqqa y de espiar además a sus ciudadanos, principalmente a las jóvenes occidentales.
Se dice además que patrullan sin piedad las calles y dicen que las mujeres deben obedecer a los hombres, puesto que son “sus amos”, además de permanecer con el rostro oculto “en todo momento”.
Jóvenes europeas que han viajado al Califato
El caso de las dos jóvenes austríacas no es aislado. Se calcula que cientos de occidentales, mujeres y adolescentes, están viajando a Siria para unirse a los militantes yihadistas en Oriente Medio, provocando preocupación entre las fuerzas antiterroristas de Europa. Hay incluso adolescentes de edades de 14 y 15 años, reclutadas a través de las redes sociales. En total, más de 150 han ido a su particular 'campo de batalla'. Suponen alrededor del 10 por ciento de los yihadistas que salen de occidente: principalmente de Europa, EEUU y Australia.
Reino Unido: las gemelas Zahra y Salma
Las hermanas gemelas Zahra y Salma Halane, 16, salieron de su casa en Chorlton, Manchester, en julio. Lo hicieron sin el conocimiento de sus padres para seguir a su hermano: este había acudido a Siria a luchar, y ellas iban detrás. Ahora, ambas están casadas con yihadistas del grupo extremista. Una cuenta en Twitter que, se cree, pertenece a Zahra ha publicado fotos suyas en las que se la ve con un velo completo, posando con un AK-47 y de rodillas frente a una bandera del Daesh. En un mensaje, decía que su marido, militante, había echado de casa a su gatito.
Otra joven británica que se unió a las filas de Daesh es Aqsa Mahmood, de 20 años. Suele publicar mensajes en redes sociales alentando a otras mujeres a unirse al grupo islamista. "La mayoría de hermanas con las que me he encontrado han estado en la universidad y tenían futuros prometedores, con familias grandes y felices, y todo en el mundo material para convencerles de quedarse en casa. Si nos hubiéramos quedado en casa, hubiéramos sido bendecidas con una vida cómoda y mucho dinero. Juro que eso no es lo que queremos", escribió en twitter.
Francia: Nora el Bathy, la colegiala que quería ser médico
Tenía 15 años, pero parecía joven para su edad. Cuando Nora salió de su casa en la ciudad francesa de Avignon una mañana de enero, con su mochila al hombro, nada parecía fuera de lo común. Pero cuando terminaron sus clases ese día, Nora no volvió a casa. En cambio, tomó un tren a París, sacó 550 euros de su cuenta corriente y cambió su teléfono móvil para tapar sus pasos. Acabó tomando un avión a Estambul, de donde cogió otro avión a Siria.
An Avignon, su hermano mayor, Fouad, rastreó hospitales locales, buscó en su habitación, y examinó su cuenta de Facebook en busca de pistas. No encontró nada. No fue hasta hablar con los amigos de la joven cuando descubrió la razón de la desaparición de Nora. Descubrió que tenía una segunda cuenta de Facebook, donde había estado en contacto con los "reclutadores de la yihad" en la región de París.
Alemania, Sarah O. de 15 años
En octubre de 2013, Sarah O. de 15 años, no regresó su casa Constanza, el sur de Alemania, después de sus clases. Su padre denunció su desaparición dos días después. Poco más tarde, se publicaron fotos de ella en varias redes sociales. En ellas, se le veía sosteniendo una ametralladora, con un burka y guantes negros. La joven, que es la mitad alemana, mitad argelina, llamó a su padre un par de semanas más tarde junto a un joven, Ismail S., un luchador de grupo procedente de Alemania. Le pidió a su padre permiso para casarse con Sarah, el padre se negó, exigiendo que la chica volviese a casa. Ella se quedó en Siria y se casó con Ismail en enero, según informaba The Guardian.
Criar y cuidas a los hijos que tienen que con los yihadistas. Coser y cocinar. Crear cuentas y dinamizar el contenido de las redes sociales con mensajes de propaganda sobre Daesh… Algunas conocieron a los hombres con los que se casarían en Siria a través de las redes sociales, como Facebook, pero otras acuden sin tener casi conocimientos previos, marcharon a Oriente Medio "por la aventura". Una aventura que como en el caso de Samra y Sabina ha terminado en tragedia.