El expresidente de Bolivia ha concedido la primera entrevista a un medio español, Radio Nacional de España

Evo Morales: “He recibido informaciones de que algunos comandantes han sido comprados por Estados Unidos”

REUTERS/EDGAR GARRIDO - El expresidente boliviano Evo Morales, durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México, México, el 13 de noviembre de 2019

“No me perdonan que un indio sea presidente”, ha asegurado el expresidente de Bolivia, en la primera entrevista concedida a un medio español, en este caso, Radio Nacional de España (RNE). “Tampoco me perdonan que haya nacionalizado los recursos naturales”, ha aseverado el exmandatario, que actualmente se encuentra exiliado en México.

Con esta afirmación, Morales ha dejado entrever que una de las razones por las que se ha forzado su salida del poder es el litio. Bolivia posee, en el sudoeste del estado de Potosí, el depósito de litio más grande del mundo. Entre los planes del expresidente, estaba aprovechar esta reserva para crear una nueva industria de baterías que permitiesen, en un futuro, incluso el desarrollo de coches eléctricos. “Esto fue utilizado por la derecha en Potosí para movilizar la ciudadanía contra el presidente”, explica el analista Andy Robinson. En este contexto, el papel de Estados Unidos es crucial. “El proyecto de industrialización soberana que viene desarrollando Bolivia, dejaba fuera al gigante norteamericano”, expone el experto Raúl Dellatorre. Y eso era algo que desde Washington no podían permitir, puesto que “América Latina y el Caribe se constituye, para el país del norte, como la región clave en términos geoestratégicos, geoeconómicos y geopolíticos para sostener su poder en Occidente”, según revela la analista Agustina Sánchez.

“Me han llegado informaciones desde Bolivia -que falta comprobar- de que Estados Unidos pagó a algunos comandantes hasta un millón de dólares para posicionarlos en mi contra”, ha declarado Evo Morales en RNE. “Durante la campaña, invité al encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia. He demostrado con documentación, con grabaciones, como ellos están realizando una campaña contra mí, chantajeando a algunas legiones, diciendo que, si no me apoyaban, les harían “el camino pavimentado [les facilitarían la vida]”, ha señalado el expresidente al respecto.

“Me di cuenta de que después de este golpe de Estado, el primer país en reconocer este nuevo gobierno golpista, sanguinario, fue Estados Unidos”, ha añadido, por lo que “estamos convencidos de que Estados Unidos apoyó este golpe de Estado”, ha concluido.

La senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta el pasado 12 de noviembre en una sesión parlamentaria en la que no estaban presentes los diputados del Movimiento al Socialismo -el partido de Morales-, un movimiento que fue aprobado por el Tribunal Constitucional al darse una situación “de vacío de poder”.

“En los cinco días anteriores a mi renuncia, no se produjo ningún muerto a balas. Había cuidado a la vida. Después, hubo 24”, ha advertido el expresidente, quien también ha cargado contra la gestión de Áñez. Así, una de sus primeras acciones en la presidencia fue la adopción de un decreto ley en el que aprobaba la exención de responsabilidad penal a los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Bolivariana que estuvieran encargados de reprimir las manifestaciones. En concreto, el artículo 3 del documento postula lo siguiente: “El personal de las Fuerzas Armadas que participe en los operativos para el restablecimiento del orden interno y estabilidad pública estará exento de responsabilidad penal cuando en cumplimiento de sus funciones constitucionales, actúen en legítima defensa o estado de necesidad, en observancia de los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad, de conformidad con el Artículo 11 y 12 del Código Penal Ley 1760 y el Código de Procedimiento Penal”.

Para Morales esto es “inconstitucional”. “No es posible que se autorice una carta blanca para el que mate al pueblo boliviano”, ha señalado al respecto el exmandatario. “Ahora me arrepiento de haber equipado a las Fuerzas Armadas, pues todo lo que hemos comprado, se está usando contra el pueblo”, ha lamentado.

Por ello, ha reiterado que él “apuesta por el diálogo”. “He pedido a la Iglesia Católica, al papa Francisco, a las Naciones Unidas, que contribuyan a la pacificación” de la sociedad. “Los países europeos, como grandes defensores de la democracia, tienen que aprovechar esta oportunidad para expresar su oposición al golpe de Estado”, ha indicado. “Cualquier autoridad, expresidentes, instituciones, personalidades intelectuales, es bienvenida, porque se trata de la vida y de salvar la democracia”, ha continuado en esta línea. 

Preguntado sobre la posibilidad de regresar a su país, Morales ha revelado que solo lo hará si su aportación sirve para lograr la pacificación. Cabe recordar, en este punto, que el Ejecutivo de Áñez ya ha anunciado que, en el caso de que esto suceda, el expresidente deberá afrontar un juicio por “fraude electoral”. “Yo dimití para evitar estas agresiones, que se encuentran bajo un pensamiento fascista, pero, sin embargo, esto empeoró con el golpe de Estado y, por eso, el pueblo se ha levantado”, ha explicado el expresidente.

“Pido a todos y a todas pacificar, los bolivianos no pueden estar enfrentados entre ellos. Pido respeto a la vida y respeto a la democracia”. Con este mensaje, ha concluido la entrevista.