Las tropas del Ejército de Liberación Nacional (LNA) avanzan con determinación en el frente oeste pese a la oposición de las milicias privadas extranjeras y las fuerzas regulares desplegadas por Turquía

Haftar avanza con determinación hacia Trípoli pese a la presencia turca

Hafter avanza con determinación hacia Trípoli pese a la presencia turca

Las tropas del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte de Libia, avanzan con determinación en el frente oeste pese a la oposición de las milicias privadas extranjeras y las fuerzas regulares desplegadas por Turquía, único pilar que parece sostener al acorralado Gobierno de Acuerdo Nacional apoyado por la ONU en Trípoli (GNA). Fuentes de seguridad en la capital libia confirmaron este lunes a Efe que milicias del llamado Ejército Nacional Libio (LNA), apoyadas en tierra por Compañías de Seguridad Militar Privada (PSMC) y por el aire por aviones de combate emiratíes y egipcios, han fortalecido su presencia en varios barrios del extrarradio y se preparan para recibir la orden de entrar en la ciudad. 

Además, aviones no pilotados de fabricación china "Wing Loong II" y avionetas artilladas estilo IOMAX de Emiratos Árabes Unidos (EAU) bombardean con regularidad la base aérea de Maitiga, único aeropuerto civil en funcionamiento de la capital y centro desde donde operan los drones clase "Bayraktar TB2", cedidos por Turquía al GNA. En una rueda de prensa ofrecida este domingo en El Cairo, el portavoz del LNA, comandante Ahmad al Mesmari, desplegó un mapa y aseguró que las milicias bajo el mando de Haftar dominan ya el 99% del territorio nacional y controlan la totalidad de los pozos petroleros y de los oleoductos y gasoductos que articulan el país. Asimismo, aseguró que las milicias apostadas en los barrios de la periferia de Trípoli no han avanzado aún al centro de la ciudad "a causa de la tregua" y porque no quieren "usar la fuerza contra los ciudadanos". "Cómo se puede proteger a dos millones de habitantes y combatir a la vez, es una ecuación difícil y necesitamos tiempo". La intensificación de los ataques y del resto de las operaciones militares en las últimas 48 horas tenían como objetivo "impedir al enemigo que se aprovechara de forma abusiva de la tregua anunciada y realizara maniobras". 

Miembros del Ejército de Liberación Nacional Libio (LNA) comandados por Jalifa Haftar

"Durante los últimos días, hemos atacado las instalaciones militares en la base de Maitiga. Los objetivos no pertenecen a los grupos de Misrata sino a las fuerzas turcas. Se han destruido radares y sistemas de defensa aérea. Un soldado turco murió", insistió Al Mesmari. A este respecto, el comandante adscrito a las fuerzas afines al gobierno tutelado por Hafter y no reconocido de Tobrouk denunció que en Libia hay en la actualidad un total de "mil expertos y oficiales turcos" y unos 2.000 "terroristas del frente Al Nusra y el Estado Islámico (EI)" que ayudan al GNA y acusó a esta institución -salida del fallido acuerdo de paz forzado por la ONU en 2015- de colaborar con Túnez para facilitarse la huída. "Los terroristas están tratando de construir una base en la frontera con Túnez para así poder irse en el caso de perder Trípoli", afirmó Al Mesmari antes de volver a pedir el fin del embargo de armas que pesa sobre el país desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente al éxito del alzamiento rebelde contra la dictadura de Muamar al Gadafi. 

Haftar ya exigió la supresión de embargo durante la conferencia de paz celebrada en Berlín en enero pasado en la que se ratificó el alto el fuego negociado por Turquía, principal apoyo del GNA, y Rusia, sostén de Hafter, y que desde entonces ambos contendientes violan con regularidad. La guerra civil que ensangrenta Libia desde el fallido proceso de paz impuesto por la ONU en 2015 se intensificó el pasado 4 de abril, fecha en la que Hafter ordenó levantar un cerco a la capital con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de visita oficial en la ciudad, en un claro mensaje a la comunidad internacional. Desde entonces han muerto alrededor de 1.500 personas -más de 300 civiles-, 15.000 han resultado heridas y más de 130.000 ciudadanos se han visto obligados a abandonar sus hogares y convertirse en desplazados internos. 

Una mujer lleva una foto de Jalifa Haftar durante una manifestación contra la interferencia turca, en Bengasi

El mariscal Haftar cuenta con el respaldo de Rusia, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, mientras que Francia y EEUU le apoyan políticamente. El GNA de Libia, no electo pero reconocido por la comunidad internacional, está apoyado política y financieramente por la UE, la ONU, Italia y Catar, y recibe apoyo militar de Turquía. El principal escollo para la victoria definitiva del mariscal es la ciudad-estado de Misrata, primer puerto comercial de Libia, que considera a Haftar un criminal de guerra, y tiene una estrecha relación comercial, militar e incluso histórica con Turquía desde tiempos del imperio Otomano.