El histórico Partido Socialista marroquí está al borde de la ruptura
05 de octubre de 2014 (23:39 h.)
Por Rachid Elalamy
Foto: El primer secretario de la USFP (en el medio con gafas), Driss Lachgar, en un acto de los socialistas de Navarra.
Marruecos no sería lo que es desde el punto de vista político y social sin la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP). Los orígenes ideológicos y políticos de este partido miembro de la Internacional Socialista se encuentran en la Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP), un movimiento creado por Mehdi Ben Barka, político de izquierda asesinado el 29 de octubre de 1965, en París, por los servicios secretos del rey Hasan II, y Abderrahim Bouabid. La USFP nació en 1975 a partir de la UNFP. Ha sido durante años una pieza clave del engranaje político marroquí, y es el partido con más historia en el Marruecos independiente junto a la UNFP, el Istiqlal (PI, nacionalista) y los excomunistas del PPS. La USFP sufrió la represión del régimen de Hasan II, pero también gobernó el país y se comprometió con el difunto monarca y con su hijo, Mohamed VI. El poder erosionó a la USFP, las promesas incumplidas alejaron a muchos sectores populares de este partido, y la corrupción que salpicó a algunos de sus dirigentes y la crisis de la socialdemocracia a nivel internacional empeoraron aún más la situación. La USFP gobernó por última vez en coalición con el Istiqlal de 2002 a 2007, y en las elecciones legislativas de ese año apenas consiguió 38 de los 325 escaños de la Cámara de Representantes. La USFP lleva siete años en la oposición, ha perdido mucho poder e influencia, y ya no es el referente moral y político del centroizquierda, sino un barco a la deriva que hace aguas por todas partes. Las luchas internas han colocado a esta histórica formación al borde de la ruptura. Una corriente disidente vinculada a la Chabiba Ittihadia (Juventud Socialista) y al dirigente crítico Ahmed Zaïdi se creó recientemente en Agadir. Esta corriente no reconoce al actual primer secretario del partido, Driss Lachgar. El máximo dirigente de la USFP tomó las riendas del grupo parlamentario, pero los diputados cercanos a las tesis de Zaïdi van por libre y no se relacionan con Lachgar y los suyos. “En lugar de obrar para ser el próximo jefe de Gobierno, Lachgar ha hundido y dividido a la USFP”, aseguran los críticos.
Resucitar la UNFP
El próximo 29 de octubre, como cada año la izquierda socialista marroquí conmemorará la muerte de Mehdi Ben Barka, y el partido que creó, la UNFP, escisión del Istiqlal de Allal El Fassi llevada a cabo en noviembre de 1959, será durante ese día un tema de actualidad. Los orígenes de los socialistas están en la UNFP, que nunca llegó a disolverse. Esta formación vivió al margen de la vida política oficial y en un estado de hibernación, pero no desapareció completamente. Y precisamente ahora, tanto dentro como fuea de la USFP, hay dirigentes y militantes de izquierda que no descartan resucitar el partido creado por Ben Barka. Una UNFP renovada podría convertirse en la formación de muchos descontentos de izquierda con la USFP. Es lo que piensan los opositores a Lachgar agrupados en la corriente ‘Democracia y apertura’ del trío Ahmed Zaïdi-Reda Chami-Abdelali Doumou. Están negociando con la dirección de la UNFP su posible integración. El pasado 27 de septiembre, el partido de Ben Barka celebró en la ciudad de Bouznika, cerca de Rabat, una conferencia en la que se mostró abierto a los disidentes de la USFP. Tres días después, Zaïdi reunió a sus seguidores en Casablanca para explicarles las negociaciones con la UNFP. Todo parece indicar que el proceso negociador llegará a buen puerto. En este contexto, el antiguo primer secretario de la USFP y exministro, Mohamed El Yazghi, reunió en su domicilio de Rabat a varios importantes dirigentes del partido, el pasado 29 de septiembre, para analizar la crisis interna.
Renovar el partido
Según fuentes socialistas consultadas por Atalayar, “El Yazghi quiere cambiar el partido, renovarlo profundamente y transformarlo en una fuerza de oposición con vocación de gobierno. Pero para lograr este objetivo hay que acabar con la disidencia interna, y El Yazghi se presenta ante los dirigentes y militantes como el gran salvador del partido”. El propio El Yazghi fue víctima de un golpe de timón interno dirigido por Lachgar en 2007. Driss Lachgar es primer secretario desde el Noveno Congreso de la USFP de diciembre de 2012, y lo único que ha conseguido es dividir aún más el partido y convertirlo en un actor marginal de la vida política y parlamentaria del país. Los disidentes tienen muchos simpatizantes, sobre todo entre los jóvenes socialistas, y, según las fuentes consultadas, “El Yazghi, que es un hombre del aparato, no tiene capacidad ni apoyos decisivos para tomar las riendas del partido en este momento”. El Yazghi consiguió que los tres dirigentes de la corriente crítica -Zaïdi, Chami y Doumou- asistieran a la reunión de Rabat, pero los analistas de la vida política marroquí consideran irrelevante este hecho. “La crisis que vive la USFP desde 2007 es irreversible”, afirma un comentarista político. Y Lachgar no tiene talante ni cintura suficientes para ceder y negociar con los críticos. Todo lo contrario, dirige el partido de manera autocrática y es implacable con los disidentes. Los efectos negativos de su estrategia suicida han llegado a la FDT, el brazo sindical de la USFP. El dirigente Taïb Mounchid abandonó la cúpula del sindicato y su secretario general, Abderrahman Azzouzi, acusó a Lachgar de “querer transformar la FDT en una mera correa de transmisión de la USFP”.