Los kurdos de Turquía salen a la calle para denunciar la pasividad de Ankara frente al avance yihadista en Siria
09 de octubre de 2014 (01:31 h.)
Por Samira Maaluf
Foto: Choques entre manifestantes kurdos y la Policía turca por la pasividad de Ankara frente al avance yihadista en Kobane.
Los kurdos de Turquía ya no pueden más. Están hartos de la pasividad del Gobierno turco frente al avance yihadista en Siria. El asedio yihadista a la ciudad de Kobane, situada en el Kurdistán sirio, fue la gota de agua que hizo desbordar el vaso. Miles de kurdos salieron a la calle en varias ciudades de Turquía para expresar su descontento por la falta de apoyo militar de Ankara en la defensa de Kobane. La ira popular se saldó con la muerte de al menos 14 personas y numerosos heridos y detenidos. La Policía turca intervino brutalmente contra los manifestantes, utilizando cañones de agua y gases lacrimógenos. Un joven murió en el este de Turquía tras ser alcanzado en la cabeza por un bote de gas lacrimógeno disparado por un policía durante una manifestación. La víctima, de 17 años de edad, formaba parte de un grupo de activistas que bloqueaban una carretera en el municipio de Varto, en la provincia de Mus, como protesta contra la política turca frente a Kobane, que impide socorrer a la ciudad sitiada. En Estambul, un abogado fue hospitalizado tras ser herido en una intervención policial en donde hubo enfrentamientos en dos barrios. En Denizli, un anciano fue gravemente herido al ser alcanzado por una piedra, supuestamente lanzada por los manifestantes contra la Policía. El partido pro-kurdo HDP, la cuarta formación parlamentaria, pidió una movilización general de la población contra las intenciones de los yihadistas de tomar Kobane y contra el “embargo” de Turquía a la ciudad asediada. El HDP difundió un manifiesto, firmado por 160 académicos de universidades turcas, británicas, norteamericanas, francesas y españolas, entre otras, que piden respaldar a las milicias kurdas defensoras de la ciudad. “Hacemos un llamamiento urgente a las fuerzas de la coalición contra el Estado Islámico (EI) y a la comunidad internacional en general para que actúen de inmediato y eviten un desastre inminente, apoyando a los kurdos en su lucha de autodefensa”, reza el texto. Las fuerzas de seguridad turcas llevan dos semanas interviniendo con gases lacrimógenos y vehículos antidisturbios contra manifestantes kurdos que protestan en el lado turco, o intentan cruzar la frontera y dirigirse a Kobane.
Agresiones salafistas
Según diversos medios de comunicación, en Estambul, tres autobuses quedaron calcinados y varios manifestantes fueron acuchillados por activistas de grupos salafistas radicales. Dos provincias del país amanecieron bajo toque de queda. Los peores disturbios tuvieron lugar el martes de esta semana, pero según fuentes kurdas, “vamos a seguir peleando y denunciando la pasividad del Gobierno turco”. “La situación es casi de insurrección”, advirtieron las autoridades turcas, que no piensan tolerar más disturbios callejeros. El Gobierno de Ankara se reunió este miércoles para abordar la situación y dejó claro que empleará mano dura contra las protestas callejeras y reforzará las medidas de control y de seguridad en el país. Mientras, grupos islamistas radicales hicieron un llamamiento a sus seguidores para asesinar kurdos. En el Kurdistán turco, el PKK, principal partido de la rebelión kurda, y su su brazo armado, los Halcones de la Libertad del Kurdistán, hicieron saber que reaccionarán violentamente contra los que “dirijan sus cañones contra los kurdos de Kobane”. Esta ciudad sira, que es la tercera más grande del país, lleva varios días asediada por los yihadistas del EI. Las fuerzas kurdas locales son las únicas que resisten como pueden a los yihadistas. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la ofensiva del EI contra Kobane ha causado la muerte de más de 400 personas, la huida de 300.000 habitantes y la ocupación de 70 pueblos por parte de los terroristas. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que advirtió de que solo desde el aire no se podrá frenar la ofensiva del Estado Islámico en Siria, justificó la pasividad de su país en Kobane diciendo que la ciudad “estaba a punto de caer en manos de los yihadistas”.