Marruecos decreta el estado de máxima alerta por la amenaza terrorista en Siria e Irak

 

Marruecos se encuentra desde mediados de esta semana  en estado de máxima alerta ante el riesgo de “una amenaza terrorista seria”, según declaró el ministro del Interior, Mohamed Hassad, quien vinculó esta situación con la presencia de un millar de ciudadanos marroquíes en las filas del yihadismo en Irak y Siria. La mayoría de estos yihadistas marroquíes militan en el Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) y en el Frente Al-Nusra. Después de la reunión del Gobierno, el ministro portavoz, Mustafá El Khalfi, leyó una declaración del titular de Interior donde lamenta “el aumento del número de marroquíes pertenecientes a organizaciones terroristas en Siria e Irak”, que no esconden sus “intenciones de ejecutar planes terroristas contra nuestro país”. El Khalfi no quiso dar detalles sobre las normas de seguridad adicionales, pero afirmó que el ministro del Interior ha pedido a los walis (gobernadores civiles) “que eleven las medidas de vigilancia y precaución al nivel máximo”. Según fuentes bien informadas consultadas por Atalayar, “las medidas se basan en dos aspectos fundamentales: por una parte, el aumento de la vigilancia policial en lugares estratégicos como aeropuertos, estaciones, instituciones, embajadas y centros de comunicación. Por otra parte, la Policía y los servicios secretos estrecharán el cerco a los sospechosos de terrorismo y vigilarán estrechamente sus bases de apoyo”. En la declaración leída por el portavoz del Ejecutivo, Hassad hace hincapié en “la seriedad” de las amenazas terroristas en Marruecos, que es una aliado importante de Estados Unidos y Europa en la lucha antiterrorista en África del Norte. Los yihadistas, según el ministro del Interior, quieren atentar en su país y apoyan “a otros movimientos radicales de la región del Sahel”. Además, “el otro peligro reside en que estos yihadistas dominan el uso de las armas y tienen la capacidad de producir artefactos explosivos indetectables”. Así las cosas, según Interior, “Marruecos confía en sus medios y servicios, y la situación permanecerá normal, gracias a la vigilancia del conjunto de cuerpos y fuerzas de seguridad”.

 

Rabat lleva varios meses mostrando su preocupación por la presencia en los frentes de Siria y ahora de  Irak de muchos yihadistas de nacionalidad marroquí, que en algunos casos residían en Francia y España. Marruecos considera que es un verdadero peligro el regreso al país de origen de algunos de ese millar de yihadistas marroquíes que estarían combatiendo en Siria e Irak. Varios yihadistas marroquíes han sido detenidos inmediatamente tras pisar suelo marroquí en los aeropuertos, pero no todos están fichados por la Policía y los servicios secretos. “Los presuntos terroristas que no están fichados son el verdadero peligro para la seguridad del país, porque pasan desapercibidos y pueden cometer atentados en cualquier momento”, indican las fuentes consultadas por Atalayar.