Marruecos llega con fuerza a la cumbre de la Unión Africana
Paco Soto
Pie de foto: El Rey de Marruecos, Mohamed VI.
El Reino de Marruecos llega con fuerza a la 28ª cumbre de la Unión Africana (UA) de Addis Abeba (Etiopía), un organismo panafricano que abandonó en 1984. En aquella época el nombre de la institución era Organización de la Unidad Africana (OUA), y Marruecos se fue para protestar por la adhesión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) creada por el Polisario y apoyada por Argelia y otros países africanos. Ahora, los dirigentes marroquíes quieren regresar a la casa común africana con un objetivo concreto: debilitar Argelia y el Polisario y lograr el máximo apoyo de países del continente a sus posiciones sobre el conflicto de la antigua colonia española del Sáhara Occidental. Las dos principales potencias políticas, militares y económicas del Magreb van a librar una dura batalla diplomática.
Rabat defiende la marroquinidad del Sáhara Occidental, pero acepta conceder una amplia autonomía al territorio a cambio de que la soberanía esté en sus manos. Por su parte, Argelia apoya las tesis independentistas del Polisario y defiende un referéndum de autodeterminación bajo control de la ONU que contemple la opción soberanista. Marruecos ha conseguido muchos apoyos a su causa saharaui. Tanto es así que 42 países sobre los 54 que asisten a la cumbre de Addis Abeba están a favor de que regresa a la UA, según informó la AFP.
Entre este numeroso grupo de países se encuentra Ghana, que, aunque reconoce la existencia legal de la RASD, ve con buenos ojos que Marruecos se integre en la Unión Africana. Ahora bien, no cabe pasar por alto que el pasado 8 de enero, los dirigentes de Ghana recibieron en Acra al primer ministro de la RASD, Abdelkader Taleb Omar, en el marco del acto de investidura del presidente del país, Nana Akufo-Addo. El Polisario tiene, además del apoyo de Argelia, la solidaridad de potencias africanas decisivas y prestigiosas como Sudáfrica. Durante dos días, los jefes de Estado africanos van a tener que abordar cuestiones complejas como el conflicto saharaui y la demanda de adhesión de Marruecos a la organización panafricana y una serie de puntos como la elección del nuevo presidente de la Comisión de la UA.
Pie de foto 2: El ministro de Asuntos Exteriores saharaui, Mohamed Salem Ould Salek, en la cumbre de Addis Abeba.
Medir la influencia
Los discursos del actual presidente de la Comisión, Nkosazana Dlamini Zuma; del secretario general de la ONU, António Guterres; del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y del presidente de Cuba e invitado de honor, Raúl Castro, durante la ceremonia de apertura del evento, allanaron el camino de la cumbre pero no resolvieron ningún problema pendiente. La cumbre de Addis Abeba va a servir para que Marruecos y Argelia midan sus fuerzas de cara a la crisis saharaui y el liderazgo en el Magreb. Los responsables marroquíes y argelinos no escatimarán esfuerzos en ganar poder y apoyos en la UA. Pero todo parece indicar que será difícil, aunque no imposible, que el Reino de Marruecos regrese a la UA si permanece la RASD.