Netanyahu acaricia la mayoría absoluta con el 90% del voto escrutado
Tras dos intentos fallidos de elegir Ejecutivo, los israelíes han tenido que volver a los colegios electorales este domingo para tratar de deshacer el empate sin final entre Bejamin Netanyahu y Benny Gantz. A falta de contabilizar el 10% de las papeletas, el Likud y sus socios Yamina y Judaísmo Unido de la Torá, alcanzan los 59 diputados, a dos de la mayoría simple para formar gobierno. Aunque los resultados de las elecciones aún pueden variar, Netanyahu se tendrá que enfrentar a una situación similar a la del pasado mes de abril, cuando se quedó a un escaño de la mayoría absoluta y tuvo que convocar nuevas elecciones
El Likud de Netanyahu se ha hecho con 36 diputados frente a los 32 de la alianza Azul y Blanco de Gantz de los 120 en liza con el 90% del voto escrutado, según informa la agencia Efe. La alta participación en los comicios, que ha alcanzado el 71%, demuestra el interés de los israelíes por poner fin al bloqueo político.
La tercera fuerza política vuelve a ser la Lista Unida, que agrupa a partidos con mayoría árabe y subiría dos escaños frente a los comicios de septiembre y cinco respecto a los de abril. Al sector árabe le ha favorecido un mayor voto en sus comunidades, en una cita que ha logrado un 71% de participación, algo más que en las dos últimas y pese al cansancio electoral que acusa la población. También sube en escaños el ultraortodoxo sefardí Shas, que se haría con 10, mientras que la lista centro-izquierdista de Labor-Guesher-Meretz sale mal parada, con siete escaños. El otro partido ultraortodoxo, Judaísmo Unido de la Torá, alcanzaría siete escaños, al igual que Israel Nuestro Hogar, del exministro de Defensa Avigdor Lieberman, y el ultraderechista Yamina se quedaría en seis. Los demás partidos no cruzan el umbral electoral del 3,25, por lo que sus votos no les reportarán ningún diputado.
Si estos datos se mantienen, está por ver cómo consigue Netanyahu los apoyos que le faltan para formar ejecutivo. Las principales fórmulas son bien conseguir el voto de un tránsfuga de algún partido, bien formar un gobierno de unidad con Gantz, bien conseguir volver a hacerse con el apoyo de Lieberman, que anoche ya dijo que “no se moverá ni un milímetro” de lo prometido a sus electores, es decir, que no gobernará con los ultrarreligiosos.
Esta madrugada, Netanyahu ha señalado que los resultados son una “victoria dulce”, “una victoria contra viento y marea" y dijo: “Hace poco hablé con todos los líderes de las facciones de derecha. Haremos todo lo necesario para formar un gobierno nacional amplio que sea bueno para Israel”. Gantz, por su parte, admitió “pena y desilusión” y, aunque ha pedido esperar a los datos oficiales, ha reconocido: “No es lo que queríamos que sucediera. Si estos son los resultados, no es lo que llevará a Israel al camino correcto”.