Nuevos datos sobre la muerte del fiscal Nisman en Argentina

                                                                                                                      Redacción Atalayar/Agencias

Pie de foto: La presidenta argentina, Cristina Fernández

La pistola que mató al fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman estaba pegada a su cabeza, según ha informado la fiscal encargada de investigar su muerte.  La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha denunciado que detrás de la muerte del fiscal Alberto Nisman hay una "operación contra el Gobierno".

La fiscal Viviana Fein, encargada de investigar la muerte del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, ha revelado que el arma que mató a Nisman estaba a no más de un centímetro de la sien de este cuando fue disparada.

El disparo se produjo a "una distancia no mayor a un centímetro", probablemente "apoyando el arma en el parietal derecho", ha explicado Fein, según recoge la prensa argentina. "El disparo fue sobre la oreja, el arma fue apoyada sobre la sien", ha indicado. "La autopsia es la única medida de prueba" que obra en la causa, ha apuntado la fiscal que investiga la muerte de Nisman, ocurrida el fin de semana pasada en un departamento de Buenos Aires. En un primer momento se apuntó al suicidio como causa probable, pero posteriormente han surgido indicios que cuestionan esta hipótesis.

Fein ha anunciado además que el momento aproximado de la muerte de Nisman puede situarse "alrededor del mediodía del día domingo" 18 de enero y ha confirmado que "el proyectil y la vaina (casquillo) se corresponden con el arma" encontrada en el baño donde murió Nisman.

La fiscal ha destacado que estos de datos "no se infiere la participación de terceras personas" en el incidente y añadió que al ser hallado muerto el fiscal Nisman se encontraba "tendido en el piso" y que la cabeza dificultaba la apertura de la puerta. "Estamos esperando el examen toxicológico e histopatológico que son exámenes que pueden demorar", ha añadido.

El periodista que descubrió la noticia en Uruguay

Además también se ha sabido también que el primer periodista que dio la noticia de la muerte de Nisman, Damián Patcher, ha abandonado el país tras detectar "seguimientos sospechosos". Patcher, que trabaja para el diario 'Buenos Aires Herald', "temía por su seguridad", ha informado el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), y recoge 'La Nación' en su edición digital.

"FOPEA informa que el periodista Damián Pachter se fue del país porque temía por su seguridad. Según le explicó al monitoreo de FOPEA, ayer viernes sufrió seguimientos sospechosos y consideró necesario abandonar el país", ha explicado esta organización a través de Twitter.

FOPEA ha pedido además a "las autoridades correspondientes", la "máxima atención a la seguridad de los periodistas en estos momentos". La entidad también pidió "colaboración" en la difusión de la información".

Por su parte, la presidencia argentina ha publicado en las redes sociales que el periodista ha viajado a Uruguay y tiene billete de regreso para el 2 de febrero.

Pie de foto: Un grupo de manifestantes piden Justicia en el caso Nisman

La presidenta denuncia

La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha denunciado que detrás de la muerte del fiscal Alberto Nisman hay una "operación contra el Gobierno", una acusación criticada con dureza desde las filas opositoras, que pidieron el cese de la cúpula de Seguridad. 

En una carta titulada "Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio", Fernández señaló que a Nisman "le plantaron pistas falsas" para denunciar al Poder Ejecutivo por supuestamente encubrir a los iraníes acusados por el atentado contra la mutual judía AMIA, que causó 85 muertos en 1994.

"Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible", dijo Fernández. "No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas", agregó tras subrayar que se trata de "un verdadero escándalo político y jurídico".

Para la presidenta argentina, Nisman fue alentado a interrumpir sus vacaciones y regresar de forma urgente al país para presentar su denuncia por presunto encubrimiento a mitad de enero "para aprovechar el estrépito internacional provocado por los actos terroristas ocurridos en Francia". "Lo que nunca pudo imaginar es que el tiempo no solamente había comenzado a correr para la 'denuncia del siglo', sino también para su propia vida", agregó.

En una extensa carta publicada en su web este jueves por la mañana, Fernández ha considerado que la denuncia formulada por Nisman contra ella y otros miembros de su gobierno, acusándoles de encubrir a los autores del atentado contra la AMIA, "nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno".

"Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del fiscal después de acusar a la presidenta, a su canciller y al secretario general de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA", ha aseverado.

"Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible", añade la mandataria. La acusación formulada por el fiscal "no sólo se derrumba sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico".

"Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio", agrega. El fiscal fue encontrado muerto en su apartamento con un disparo en la cabeza y un arma a su lado.

Interrogantes

En la misiva, Fernández explica que la lectura de la denuncia completa presentada por Nisman y publicada el martes por la Corte Suprema de Justicia de Argentina "no hizo más que confirmar mis peores sospechas y encontrar respuestas a muchos interrogantes" que había formulado tras conocer la muerte del fiscal.

Según la presidenta, "al informe de Nisman le 'plantaron' (...) Los presuntos agentes de inteligencia que Nisman identificaba como miembros de una 'SIDE paralela' en conexión 'directa' con la presidenta, Ramón Allan Héctor Bogado y Héctor Yrimia, NUNCA habían pertenecido a la Secretaría de Inteligencia, bajo ningún carácter".

"Es más, con fecha 12 de noviembre del 2014 la Secretaría de Inteligencia denunció criminalmente al señor Bogado por la posible comisión del delito de 'tráfico de influencia', ya que presentaba ante funcionarios de Aduana como personal de inteligencia", añade.

La mandataria subraya que si el entonces director de general de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, Antonio Horacio Stiusso, "era el que le daba toda la información" a Nisman, como reconoció el propio fiscal en los medios, "es más que evidente que fue el propio Stiusso el que le dijo (¿o le escribió?) que Bogado e Yrimia eran agentes de inteligencia".

En este sentido, Fernández se hace eco de la opinión del juez del caso AMIA, Rodolfo Canicoba Corral, quien según ella ha dicho que Stiusso "en lugar de colaborar, terminó dirigiendo la investigación. Personalmente creo que hacía algo más que dirigirla. Los hechos hablan por sí solos".

Relación con Irán

En este punto, la presidenta procede a desmontar los argumentos empleados para acusar a su Gobierno de haber firmado un memorándum de entendimiento con Irán para encubrir a los autores iraníes del atentado y recibir a cambio petróleo, subrayando que "el comercio con Irán decrece en vez de aumentar" y "el Gobierno nunca compró petróleo a Irán".

Igualmente pone en tela de juicio la investigación realizada contra "el supuesto agente iraní Jorge Alejandro Khalil" -al que el fiscal consideraba como el nexo de Irán en Argentina- y que solo se hayan escuchado algunas de sus llamadas telefónicas y no se hayan investigado en mayor profundidad sus vínculos comerciales y de otro tipo.

"En síntesis, la acusación de Nisman no sólo se derrumba, sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico. Y ahí está una de las claves. El fiscal Nisman no sabía que los agentes de inteligencia que él denunciaba como tales, no lo eran. Mucho menos que uno de ellos había sido denunciado por el propio Stiusso. Tampoco investigó, fuera de las escuchas que le suministraba Stiuso, al ciudadano Jorge Alejandro Khalil", resume Fernández.

Es en este punto cuando la presidenta formula su creencia de que había una "operación contra el Gobierno" de la que Nisman no parecía estar al tanto. "El estrépito de la denuncia (...), que aún sin pruebas ni sustento, plagada de información 'plantada', quedaba sepultada por la muerte del fiscal", subraya.

¿Suicidio?

"Eso sí, bajo la forma de aparente suicidio. Recurso que ya ha sido utilizado en muchos casos tristemente célebres", prosigue, incidiendo en que "al fiscal Nisman no lo hacen volver sólo para denunciar algo que sabían no tenía sustento y que no podía perdurar".

Fernández hace alusión a dos mensajes de Whatsapp de Nisman a amigos antes de su regreso, en los que explica, que volvía para "cumplir una tarea 'para la que se había preparado pero no se la imaginaba tan pronto'". La presidenta se cuestiona por qué le hicieron regresar antes de tiempo.

"¿Por qué se iba a suicidar si no sabía que era falsa la información que estaba en el informe? Estas respuestas seguramente las podrán dar quienes lo convencieron de que tenía en sus manos 'la denuncia del siglo' proporcionándole datos falsos", subraya.

Tampoco ve factible que Nisman se suicidara al descubrir que la información era falsa, teniendo en cuenta que "ya había sido acusado por numerosos familiares de las víctimas del atentado en la AMIA o directamente lo habían recusado". "¿En qué hubiera cambiado su vida si el informe no tenía sustento?", agrega.

Igualmente, se cuestiona el hecho de que Nisman pidiera "prestada un arma para suicidarse" cuando tiene registradas dos armas a su nombre. "Resulta imposible no observar que en cualquier lugar del mundo, si alguien aparece muerto por un arma que está registrada a nombre de otra persona y esa misma persona resulta ser la última que estuvo con él en vida, le entregó el arma en el mismo lugar del hecho, su casa, y es un íntimo colaborador suyo especialista en informática que trabaja también en la causa AMIA desde el año 2007, resulta cuanto menos raro", apunta.

En este sentido, Fernández defiende que "es más que conveniente que se le otorgue mucha protección al señor Daniel Ángel Lagomarsino". También es necesario, añade, en que se investigue a los diez policías federales que componían la custodia de Nisman y por qué permitieron llegar hasta el cuerpo "a un médico privado de una obra social antes de dar cuenta al juez, a sus superiores, a los forenses".

Tras recordar otros suicidios polémicos y sin resolver, Fernández incide en que "el caso del fiscal Nisman es diferente". "Todos los casos mencionados remiten a cuestiones de corrupción y dinero. El caso AMIA es otra cosa. Es el mayor atentado terrorista que sufrió nuestro país y cobró la vida de 85 argentinos".

"Las víctimas y sus familiares esperan justicia hace 21 años y es precisamente desde allí, desde el Poder Judicial, único encargado de investigar, acusar, juzgar y condenar a los responsables de tanta tragedia, desde donde se puede cumplir esa demanda permanente de verdad y justicia", concluye.

Apoyos a la presidenta

Tan sólo tres días antes, la mandataria había publicado a través de las redes sociales otra carta en la que se preguntaba sobre los motivos que llevan a una persona a "tomar la terrible decisión de quitarse la vida".

La tesis de la jefa de Estado fue respaldada por los principales dirigentes peronistas, que denunciaron en un acto público un ataque global de agentes de inteligencia, jueces, grupos económicos y medios de comunicación opositores para "enlodar" al Gobierno. "Apoyamos enfáticamente a nuestra presidenta", concluyeron en un comunicado que fue suscritos por el jefe de Gabinete del Gobierno, Jorge Capitanich, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el titular del Partido Justicialista, Eduardo Fellner, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, entre otros.

Desde la oposición, el diputado radical Ernesto Sanz subrayó que "si la presidenta cree que a Nisman lo mataron tiene que descabezar a la cúpula de Seguridad". "Esto es gravísimo. Pasar de alentar la hipótesis del suicidio al asesinato, tiene que tener consecuencias", insistió en declaraciones a una emisora local.

Para la diputada de la conservadora Propuesta Republicana, Laura Alonso, el giro en el planteamiento de Fernández confirma que Argentina "se quedó sin Gobierno" y tiene "un Estado muy débil", mientras que Francisco de Narváez, del Frente Renovador, apuntó que la presidenta "no tiene el derecho de intervenir en la independencia de la Justicia con esta tragedia".

El titular de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), Julio Schlosser, también se mostró "sorprendido" por la nueva tesis de la jefa de Estado e insinuó que "tal vez tenga una información que nosotros no tenemos".

Fallos de seguridad

El giro en la versión oficial se suma a los múltiples fallos de seguridad detectados en los cuatro días transcurridos desde que el fiscal especial de la causa AMIA fue hallado muerto de un disparo en la cabeza en su departamento de Buenos Aires.

Aunque el fiscal estaba amenazado y contaba con una custodia de diez hombres de la Policía Federal, ninguno de ellos hacía guardia frente a su apartamento, sino en la acera del edificio y ni siquiera las 24 horas del día. Además, los investigadores descubrieron que junto a la puerta principal y la puerta de servicio, existe una tercera vía de acceso a los apartamentos de la exclusiva torre en la que vivía Nisman, la que conecta con los aparatos de aire acondicionado.

La obligatoriedad de los invitados para anunciarse y ser autorizados por los propietarios antes de ingresar en el edificio, no va acompañada de un registro de sus pertenencias personales, tal y como dejó en evidencia el colaborador de Nisman y experto informático Daniel Lagomarsino, quien prestó una pistola al fiscal la tarde del sábado, la víspera a que fuese usada para provocarle la muerte.

La difusión de las imágenes del fiscal en el aeropuerto a su llegada a Argentina, tras interrumpir sus vacaciones en Europa por motivos desconocidos dos días antes de interponer su denuncia contra la presidenta, incrementó las especulaciones ya que las cámaras registraron a un Nisman apresurado que se encontró con un individuo no identificado junto a la cinta de equipajes.

La muerte de Nisman trascendió a la opinión pública el pasado lunes, horas antes de su prevista comparecencia en el Congreso para detallar la denuncia contra Fernández, basada en escuchas telefónicas a supuestos espías argentinos y referentes de la comunidad iraní en Argentina.