La Operación ‘Escudo de Primavera’ tensa aún más las relaciones diplomáticas entre Rusia y Turquía
La escalada militar y la tensión diplomática han conquistado cada rincón de la provincia de Idlib, después de que este fin de semana Turquía lanzase la operación ‘Escudo de Primavera’ contra el régimen de Bashar Al Assad, en respuesta a los ataques del Ejército sirio contra las fuerzas turcas desplegadas en la región de Idlib. El ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, anunció este domingo que “en los últimos cuatro días las fuerzas turcas destruyeron ocho helicópteros, 103 tanques, 72 obuses, lanzacohetes, un avión no tripulado y seis sistemas de defensa aérea”.
El Ejército sirio no ha tardado en reaccionar. Este domingo, las tropas leales al presidente Bachar al Asad han derribado tres drones del régimen turco en Idlib, según ha informado la agencia estatal de noticias siria, SANA. Durante la madrugada de este lunes, el régimen sirio ha abierto fuego contra varios drones “hostiles” que sobrevolaban la ciudad de Hama. Asimismo, Siria anunció el domingo el cierre del espacio aéreo sobre la parte noroccidental de Siria, en particular sobre la provincia de Idlib, afirmando que “toda aeronave que viole el espacio aéreo será considerada un blanco hostil y será derribada”.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha insistido en el hecho de que “Rusia no puede garantizar la seguridad de los aviones turcos sobre Siria, después de que se haya cerrado el espacio aéreo en Idlib”, según ha recogido la agencia de noticias TASS. El Ministerio ha emitido esta advertencia varias horas después de que Turquía derribase dos aviones sirios en Idlib y atacara el aeropuerto militar del régimen sirio en Alepo. “En estas condiciones, el contingente militar ruso (en Siria) no puede garantizar la seguridad de los vuelos turcos en los cielos sirios”, ha asegurado el contralmirante Oleg Zhuravlev.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha documentado también este domingo la muerte de al menos 19 soldados del régimen en los ataques realizados por drones turcos contra las posiciones sirias en Jabal al-Zawiya y el campamento de Al-Hamidia en Idlib. Un día antes, este mismo observatorio informó de que 26 soldados leales al régimen habían muerto en similares circunstancias, por lo que el número de muertos de las fuerzas del régimen asciende a 93 en menos de 72 horas.
Este lunes se han reanudado los enfrentamientos en la ciudad de Al-Sanamayn, al norte de Daraa, entre las fuerzas del régimen y los rebeldes, según ha explicado el Observatorio. Según la última información obtenida por este organismo, las fuerzas del régimen, respaldadas por Rusia, han logrado recuperar completamente la ciudad de Saraqib. Mientras tanto, varios soldados turcos han sido heridos en un ataque con cohetes llevado a cabo por las fuerzas del régimen en su puesto en Qominas.
Este mismo observatorio ha asegurado que una columna militar turca compuesta por 55 vehículos, incluidos tanques, ha entrado por el paso fronterizo de Kafr Losin hacia la provincia de Idlib. Desde el comienzo del mes de febrero, el número de vehículos militares que han entrado a la zona de “desescalada” ha ascendido a 3.130. En su defensa, Turquía ha indicado que ha ordenado el despliegue de miles de tropas y vehículos militares en la provincia de Idlib para “frenar los avances de las fuerzas del Gobierno sirio en la región”, unos avances que han obligado a más de un millón de personas a tener que abandonar sus hogares.
Durante las últimas horas, grupos de la oposición sirios apoyados por las Fuerzas Armadas turcas han recuperado nueve aldeas en la provincia de Idlib: Anqawi, Al-Qahira, Al-Manara y Tal Zajran a las afueras de Hama, y las aldeas de Al-Halluba, Kukfin, Kafar, Sfuhan y Fattara, al sur de Idlib.
El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, anunció este domingo el inicio de la operación militar 'Escudo de Primavera' en respuesta a los ataques del Ejército sirio contra las fuerzas turcas desplegadas en la región de Idlib, que se saldó con la muerte de más de 30 militares turcos. Turquía está trabajando para proteger a los civiles de la zona, en virtud del acuerdo firmado en septiembre de 2018 con Rusia, aliada de Damasco que prohíbe los actos de agresión en la zona de desescalada establecida alrededor de Idlib, según ha recalcado la agencia de noticias Anadolu.
Si la guerra civil en Siria ha sido capaz de poner fin a años y años de relaciones entre Ankara y Damasco, la escalada de tensiones en Idlib ha tensado, aún más, la relación entre Rusia y Turquía. La muerte de al menos 33 soldados turcos ha supuesto uno de los mayores golpes contra Ankara desde que intervino por primera vez en Siria en 2016. Idlib se ha convertido en el campo de batalla diplomático entre Siria y Turquía, dos países que, a pesar de respaldar a bandos rivales en el conflicto sirio, cooperan desde 2016 para encontrar una salida pacífica a la inestabilidad en la región.
“No tenemos la intención de enfrentarnos a Rusia. Nuestra única intención es que el régimen (sirio) ponga fin a la masacre y así evitar ... la radicalización y la migración”, ha asegurado este domingo el ministro de Defensa de Turquía. Aunque ambas potencias lo han intentado en repetidas ocasiones, no han sido capaces de acordar un alto el fuego en Idlib, el último bastión rebelde en Siria. Sin embargo, ambos países siguen trabajando para poner fin a esta escalada de tensiones. El Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, explicó este sábado que, si bien había progresos en las conversaciones entre las delegaciones de Turquía y Rusia, la cuestión de Idlib sólo se resolvería entre los presidentes Tayyip Erdogan y Vladimir Putin, según ha recogido la agencia de noticias Reuters.
Por el momento apenas se conocen detalles de la reunión entre ambos líderes, aunque representantes diplomáticos de ambos países han anunciado que este encuentro se producirá el jueves en Moscú. Además, han indicado que, durante esta reunión, Erdogan y Putin discutirán sobre discutirían los pasos a seguir en Idlib. Cavusoglu y su homólogo ruso Sergei Lavrov consideran que es necesario crear una “atmósfera favorable” para mejorar las relaciones de trabajo entre ambos países, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La operación ‘Escudo de Primavera’ supone un grave riesgo para la estabilidad regional ya que su crisis humanitaria afecta a miles y miles de personas. La Red Siria de Derechos Humanos (SNHR) ha informado en su informe mensual publicado este domingo que se ha documentado la muerte de al menos 276 civiles, incluidos seis miembros del personal médico y dos personas que trabajaban en medios de comunicación en Siria, en febrero de 2020, a manos de los principales bandos conflicto. En un informe de apenas 20 páginas, esta organización asegura que el delito de asesinato se ha generalizado y es sistemático, principalmente “a manos de las fuerzas del régimen sirio y sus milicias afiliadas”.
La tensión geopolítica pone en el foco a Putin y Erdogan que se enfrentan a una semana decisiva en la que tendrán que dejar de lado sus diferencias para hacer frente a un mismo objetivo: poner fin a la escalada de tensiones que está sufriendo la volátil región de Idlib.