Por primera vez en su historia Argentina va a elegir al presidente en una segunda vuelta
Alexandra Dumitrascu
Pie de foto: Daniel Scioli y Mauricio Macri, los candidatos que se van a disputar la presidencia en la segunda vuelta
No poca fue la sorpresa cuando pocos minutos después de la media noche los primeros resultados oficiales de las elecciones generales en Argentina daban por ganador a Mauricio Macri. Con 67,13% de las mesas escrutadas, el candidato de Cambiemos, obtenía el 36,24% de los votos frente a 34,70% del candidato de Cristina Kirchner, Daniel Scioli del Frente para la Victoria (FPV). Aunque según avanzó el escrutinio los resultados entre los primeros dos aspirantes se habían igualado, cerca del 35% cada uno, y horas después Scioli adelantó ligeramente a Macri, está claro que habrá segunda vuelta; la primera vez que Argentina va a tener que volver a las urnas en unas elecciones generales en toda la historia del país. Una situación similar estuvo a punto de concretarse en 2003, entre Carlos Menem y Néstor Kirchner, sin embargo la segunda vuelta fue cancelada por la retirada de Menem de la competición, lo que le permitió a Kirchner acceder al poder con poco más del 20% de los votos. De acuerdo con la Constitución de Argentina, para que alguno de los candidatos gane la presidencia del país en la primera vuelta, es necesario que obtenga más del 45% de los votos o 10 puntos porcentuales más que su competidor más próximo.
Sergio Massa, tal como las encuestas vaticinaron, salió el tercero, con 21,23% de los votos. Los siguientes tres candidatos, Margarita Stolbizer, Nicolás del Caño y Adolfo Rodríguez Sáa, apenas obtuvieron unos pocos porcentajes, y ninguno de los tres superó el 4% de los votos. Según el ministro de Justicia, Julio Alak, alrededor del 79% de los ciudadanos acudieron a las urnas en una jornada muy importante para el país que dice adiós a 12 años de gobierno kirchnerista.
Seis horas tardó Indra, la institución responsable de difundir el recuento provisorio, en hacer públicos los datos. Una tardanza que obligó al senador Ernesto Sanz a comparecer y exigir al Gobierno “que empiece a dar los datos oficiales”, programados para las 23 horas.
A falta de datos oficiales desde las seis de la tarde, cuando se cerraron los colegios electorales, los distintos candidatos comparecieron ante sus seguidores. El primero en salir fue Scioli, y lo hizo delante de una multitud en el teatro bonarense Luna Park. Con una sonrisa apagada, el candidato de FPV dirigió su discurso en el que admitía el “balotaje”, y continuó haciendo campaña. “Yo sé lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo”, dijo Scioli que apelo al voto de los indecisos para la segunda vuelta.
El candidato de Frente Renovador, Sergio Massa, aceptó ya a las diez de la noche su derrota al reconocer que no se había posicionado entre los dos primeros de la votación. Asimismo, felicitó a “Daniel y a Mauricio” por las posiciones obtenidas.
Macri fue el último en comparecer, y lo hizo a las 23:15, aguardando quizá los resultados oficiales que tardaron en salir casi una hora. En un ambiente de fiesta y euforia que contrastaba con el de desolación de su contrincante, Macri dirigió un discurso optimista y esperanzador. “Lo que sucedió el día de hoy cambia la política de este país”, expresó el candidato de Cambiemos que comenzó a bailar con la multitud de simpatizantes presentes en su bunker.
La presidenta Cristina y el candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires, Anibál Fernández, fueron los ausentes de la noche. Ninguno hizo acto de presencia ante los medios para expresar sus impresiones acerca de los resultados electorales. Fernández, candidato de Scioli, al que las encuestas proclamaban ganador, perdió el puesto ante María Eugenia Vidal de Macri, con sólo cinco puntos de diferencia; otra gran sorpresa de la noche. Si nos atenemos por los resultados, y por una tendencia lógica del voto, el más de 39% de los votos obtenidos por Vidal podría ir a Macri en la segunda vuelta, lo que daría al candidato de Cambiemos grandes oportunidades de ocupar las Casa Rosada en los próximos cuatro años.