La Cumbre de Addis Abeba ha sido la primera de tres que fortalecerán los lazos entre la Unión Europea y la Unión Africana durante este 2020

La primera piedra de una nueva Estrategia europea para África

PHOTO/ETIENNE ANSOTTE/COMISIÓN EUROPEA - La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la sede de la Unión Africana, el 27 de febrero de 2020

Addis Abeba, la capital etíope, ha acogido la 10º Cumbre Comisión – Comisión entre la Unión Europea y la Unión Africana. En ella, se han reunido el Colegio de Comisarios de la UE casi al completo–, la visita en la que más miembros de la Comisión Europea han estado presentes, junto a sus homólogos africanos, y ha sido el primer encuentro de los tres que están previstos para este año a diferentes niveles políticos. Con esta primera cumbre de Addis Abeba, aparte de tratar los retos a los que se enfrentan ambas comisiones, Von der Leyen buscaba tomar el pulso de sus socios sobre la propuesta de una nueva Estrategia para África que será presentada a principios de marzo. Tras la presentación de esta estrategia en los próximos días, se iniciará un proceso conjunto para establecer las prioridades compartidas sobre las que se debe poner el foco y que serán tratadas en los otros dos encuentros previstos. El segundo de éstos, tendrá lugar en mayo en Kigali, Ruanda, y será un encuentro a nivel ministerial. La tercera será la 6ª Cumbre UE-AU de octubre, esta vez en suelo comunitario, en Bruselas.

Los puntos sobre los que ha girado esta cumbre han sido cuatro: la inversión sostenible y la creación de empleo; el cambio climático y la digitalización; la paz y gobernanza y, por último, la movilidad y las migraciones. Los dos primeros aspectos llevan la seña de identidad de la propia Von der Leyen, pues son también ámbitos clave de su proyecto para la propia Unión Europea. Desde que se adoptase en 2007 durante la Cumbre de Lisboa la Estrategia Conjunta África-UE, la relación entre la UE y África se ha consolidado bastante. En la actualidad, la Unión Europea es el principal socio comercial del continente africano y se encuentra también al frente de la inversión directa y de la ayuda para el desarrollo.

Más allá del contexto estrictamente comercial y económico entre la UE y África, la Unión Europea ya desarrolla algunas medidas respecto a los temas que ha tratado la cumbre. En el ámbito de la inversión y la creación de empleo, en 2018 se lanzó la Alianza África-Europa, que con la movilización de más de 4.600 millones de euros a través del Plan de Inversión Exterior de la UE, se pretenden crear 10 millones de puestos de trabajo para el año 2023, con especial atención a jóvenes y mujeres.

En cuanto a la seguridad y el buen gobierno, la Unión Europea lleva a cabo diez misiones de diferente índole en el continente africano. Las misiones van desde la vigilancia marítima hasta la formación del personal militar y la capacitación de los sectores de la seguridad y la defensa. La UE también ha formado parte del desarrollo y mejora de los procesos electorales en más de una docena de países y ha prestado apoyo jurídico a más de 70.000 personas. Para fortalecer la lucha contra el cambio climático, desde 2014 la UE ha invertido más de 2500 millones de euros en energías renovables en el África subsahariana. Para mejorar la digitalización de África, tarea aún con muchísimo trabajo por delante, la UE lleva a cabo proyectos como el AfricaConnect, que busca mejorar la conectividad y acceso a internet en el ámbito de la educación la investigación, y que el pasado diciembre recibió una nueva aportación de 30 millones de euros.

Tanto la presidenta de la Comisión Europea como el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, hicieron alusión en sus discursos a la necesidad de un entorno seguro en el continente, sin el cual el resto de iniciativas se verán seriamente perjudicadas. En ese sentido, se mencionó la campaña “Silence the guns”, en la que Von der Leyen se mostró muy interesada y a la que ofreció todo su apoyo a su homólogo africano. Ninguno quiso dejar de lado las posibilidades comerciales que se están abriendo en África, con muchos de los países que más crecimiento están experimentando del mundo y a los que la zona de libre comercio recientemente implementada, AfCFTA, impulsará de forma importante. Tampoco faltaron en sus discursos las referencias al cambio climático, las energías sostenibles o los movimientos migratorios, el resto de temáticas que fueron abordadas durante la cumbre. Ambos remarcaron el hecho de que este es solo el primer paso de nuevo camino entre África y la Unión Europea, que se irá concretando durante el resto del año. 

A pesar de que las mesas de trabajo eran variadas y sobre áreas de máxima urgencia como pueden ser el cambio climático, al final de la jornada la principales novedades se dieron en el sector securitario, algo que está causando una profunda preocupación por el rápido deterioro de varias regiones. En este aspecto es donde se encuentra uno de los principales déficits de la acción exterior europea, pues la Unión Europea carece de la posibilidad de aportar material letal como parte de sus acuerdos comerciales con terceros países, quedando reducida esta cuestión al ámbito de las exportaciones de los Estados Miembro. El propio Moussa Faki advirtió que para luchar contra los terroristas, también necesitan armas. La UE, para salvar en cierta medida este hándicap, y a propuesta de la predecesora de Josep Borrell, Federica Mogherini, creó en 2018 el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (European Peace Facility), que sustituyó el Fondo de Apoyo a la Paz para África. Con los fondos de esta herramienta, que pueden alcanzar los 10.000 millones de euros e independientes del presupuesto comunitario, la Unión Europea se guarda la posibilidad de, además de las misiones de capacitación y formación que ya realiza, facilitar una ayuda integral que incluya no solo la formación, sino también equipamiento y medios de apoyo.

El actual Alto Representante valoró la posibilidad de aumentar las ayudas que realiza la Unión Europea a través de este mecanismo para seguir fortaleciendo, también con medios materiales, el sector de la seguridad en las regiones que así lo requieran. Borrell hizo hincapié también en el hecho de que a pesar de la inestabilidad del Sahel ante el avance del terrorismo yihadista, la Unión Europea solo está presente en Mali y Níger, cuando la situación de Burkina Faso ha sufrido un gravísimo y acelerado deterioro.

Será necesario ver cómo enfoca esta situación la nueva Estrategia para África y más después de saber, según anunció el comisario para la Paz y la Seguridad Smaïl Chergui de la Unión Africana, que ésta desplegará 3.000 efectivos en el Sahel para apoyar las acciones de la Fuerza Conjunta del G5 Sahel y de la CEDEAO en la región. Josep Borrell aprovechó la visita a Etiopía para reunirse también con el Primer Ministro etíope, Abiy Ahmed, tras cuya reunión anunció la presencia de una Misión de Observación Electoral de la UE durante las elecciones que tendrán lugar en Etiopía este verano. La estancia continental del Alto Representante de la UE también ha incluido una visita a Sudán, otra región donde la seguridad se antoja un elemento clave para el futuro del país.